Los taxistas de la menos 60 puntos de la principal ciudad del país semi paralizaron la ciudad al momento de desfilar, con más de tres mil unidades que circularon por distintos puntos de Tegucigalpa.
Los taxistas se ubicaron en los anillos viales y pidieron al Parlamento hondureño el endurecimiento de medidas tendientes a logar la reducción de la criminalidad.
En Honduras la delincuencia se refleja en el aumento de robos a mano armada, secuestros, robo de vehículos y narcotráfico entre otros delitos que inciden directamente en el quehacer de los transportistas.
Es frecuente que los taxistas sean despojados de sus unidades para utilizar sus unidades en la comisión de delitos, asimismo, muchos taxistas han muerto víctimas de asaltos y diversas acciones de los antisociales.