Los millares de simpatizantes finalizaron su trayecto en la Alameda Juan Pablo II en San Salvador, donde Funes pronunció un discurso, que dio paso a un carnaval que se extenderá hasta la madrugada del domingo.
La concentración se extendió hasta el límite de San Salvador con el municipio de Soyapango, en la periferia este.
Funes afirmó que el lugar se escogió porque «no hay en todo el país una infraestructura física donde quepamos todos, todos los que construimos está fuerza nacional de cambio».
«El Salvador no se ha doblegado, El Salvador, quiere el cambio y no ha renunciado al cambio», dijo el candidato.
Agregó que el cambio, representado en su probable victoria, es «una imperiosa necesidad», ya que el país no puede «continuar» con la Alianza Republicana Nacionalista, (ARENA, derecha) en el poder.
«Ya no podemos seguir permitiendo que nuestras mujeres regresen angustiadas del mercado porque no les alcanza el dinero para comprar la comida de sus hijos, ya no podemos seguir permitiendo que nuestros agricultores abandonen sus cultivos porque no tienen créditos».
«Ya no podemos permitir que nuestros padres y madres lloren la muerte de sus hijos arrebatados por la delincuencia», expresó el candidato del partido de izquierda, al tiempo que prometió ayudar a los empresarios a lograr «mayor rentabilidad».
«Ese es el país que queremos y que solo juntos podemos construir», pero para ello, dijo Funes, «tenemos que sacar a ARENA del gobierno».
«Debemos ganar la elección del 15 de marzo, tenemos que entrar a Casa Presidencial (…) vamos a derrotar a ARENA de forma aplastante», manifestó entre gritos y aplausos de la multitud.
«Esta vez es diferente porque el FMLN se ha convertido en la primera fuerza política del país», luego de las elecciones legislativas y municipales del 18 de enero en las que el partido obtuvo más de 90.000 votos de ventaja sobre ARENA, dijo Funes.
Por su parte, Salvador Sánchez Cerén, el compañero de fórmula de Funes y el único miembro de la Comandancia General de la otrora guerrilla que se mantiene en el partido, afirmó que «la victoria del 15 de marzo es una reivindicación histórica de la lucha salvadoreña».
El Salvador vivió una guerra de doce años entre 1980 y 1992 entre la guerrilla del FMLN y el Gobierno, conflicto que dejó más de 75.000 muertos y que concluyó con la firma de unos Acuerdos de Paz.
Más de 4,2 millones de salvadoreños están convocados para las elecciones que serán observadas por la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El panorama se vislumbra reñido ya que algunas de las últimas encuestas posicionaron al candidato de ARENA, Rodrigo Ávila con leve ventaja sobre Funes, y apuntaron más de un 20 por ciento de indecisos.
Sin embargo, la mayoría de estos estudios desde el año pasado ubicaron a la cabeza de las preferencias a Funes.
El coordinador del FMLN, Medardo González, dijo que a la concentración asistieron algunos líderes del Partido de Conciliación Nacional (PCN) y del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ambos de derecha y cuyas cúpulas retiraron a sus fórmulas y mantienen el apoyo a ARENA.
Su presencia, afirmó, «indica el propósito principal de sacar a ARENA del Gobierno y nombrar a Mauricio Funes como el próximo presidente».
«El pueblo salvadoreño ha decidido sacudirse la arena que ya le está estorbando. ARENA fuera del Gobierno», expresó.
Ávila, ex director de la Policía Nacional Civil (PNC), busca un quinto periodo consecutivo para ARENA, formación que nunca antes había llegado a una elección en el segundo lugar.
ARENA tiene previsto realizar mañana en el estadio Cuscatlán de San Salvador una concentración para realizar su cierre de campaña.
Sin embargo, ambos candidatos continuarán con sus visitas a municipios y otras actividades hasta la media noche del próximo miércoles, fecha en que termina la campaña por disposición legal.