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Tegucigalpa cumpleaños entre visos de modernidad, dramática sed y encierro

Tegucigalpa – Entre impresionantes obras de modernismo y de salvamento ante la vulnerabilidad natural; una pobreza urbana galopante y la voraz inseguridad que afecta barrios, colonias y espacios públicos, Tegucigalpa y su gemela Comayagüela, celebran hoy 29 de septiembre, los 435 años de su fundación.
 

– Un centenar de barrios y colonias de la capital no cuentan con agua potable.

– La inseguridad hace de la ciudad una cárcel gigantesca.

– En la capital hondureña se edifican obras de infraestructura de gran magnitud que apuntan al modernismo y desarrollo.

Pero entre todos los contrastes capitalinos, uno de los más dramáticos es la sequía que agobia a los habitantes de un centenar de barrios y colonias donde sus habitantes podrían fácilmente morir de sed. Allí el agua es un líquido tan caro como cualquier piedra preciosa.

Entrañable, pero con una realidad contrastante y dramática, la ciudad sigue el curso natural de las metrópolis latinoamericanas, con similares problemas y encantos inigualables.

En la capital las fiestas han comenzado desde el viernes por la noche con el tradicional encuentro futbolístico entre ediles y periodistas conocido como Capigol, sin embargo, las celebraciones más grandes han ocurrido ayer sábado con un vistoso y colorido desfile a lo largo del emblemático bulevar Morazán de la capital hondureña como un preámbulo al gran carnaval 435 y varios concursos promovidos por las autoridades edilicias.

Una capital con una rica historia

Tegucigalpa, oficialmente denominada Municipio del Distrito Central, es la capital y sede de gobierno de Honduras, junto a su ciudad gemela Comayagüela, según los artículos 8 y 295 de la actual Constitución de Honduras.

A sus 435 años de fundación el área metropolitana de Tegucigalpa y Comayagüela, está divida en 892 barrios y colonias y un sector rural que posee 41 aldeas y 293 caseríos.

Aunque ya desde 1536 se le conocía al pequeño poblado a las orillas de la cuenca del río Choluteca (hoy en día el Centro Histórico) por el peculiar nombre de Taguzgalpa, es con la llegada de los españoles a la región en busca de minerales que se reconoce el 29 de septiembre de 1578 como el día que marca su fundación bajo el nombre de Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa y Heredia. Tres siglos después, el 30 de octubre de 1880 se convierte en la capital del país, durante la presidencia de Marco Aurelio Soto.

Durante la corta existencia de la Constitución Política de la República Federal de Centroamérica de 1921, Tegucigalpa fue declarada un distrito federal y capital de los entonces unidos en una sola nación: los estados de El Salvador, Guatemala y Honduras.

El 30 de enero de 1937 se establece a Tegucigalpa y Comayagüela como el Distrito Central. El 09 de diciembre del mismo año se ratifica bajo el decreto 27.

La capital es el centro político y administrativo del país donde se ubican 23 embajadas y 16 consulados representando diplomática y consularmente a 39 países de alrededor del mundo.

Para 2013, la alcaldía capitalina aprobó un presupuesto de más de tres mil millones de lempiras (unos 153.5 millones de dólares), y acumuló una deuda por encima de los mil millones de lempiras (50 millones de dólares),19 en parte para financiar los proyectos de infraestructura que está emprendiendo la presente administración municipal.

La infraestructura capitalina no se ha mantenido al ritmo de su explosión demográfica. La falta de planificación adecuada, la urbanización densa y desordenada, sumados con fenómenos socioeconómicos como la pobreza y la delincuencia, son azotes de la vida cotidiana.

La ciudad es atravesada por fallas geológicas que la convierten en una zona altamente vulnerable.

Un centenar de barrios carecen de agua potable

Según estimaciones del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), son más de 100 barrios y colonias en la capital, los que no cuentan con el servicio de agua potable y para poder sobrevivir sus habitantes se ven obligados a comprarla a los carros cisterna, que son su tabla de salvación para las necesidades básicas del hogar.

Los precios a los que las familias de esas áreas adquieren el vital líquido, varían de acuerdo a las zonas donde la distribuyen; en los barrios bajos el barril de 56 galones se adquiere a unos 25 lempiras, pero en las partes altas se vende a 27 lempiras, por lo que las madres de familia se las ingenian para hacer rendir el vital líquido.

Sin embargo, en colonias como Los Profesores, Campo Cielo, Villanueva, Los Pinos y Nueva Suyapa el agua se compra a 30, 35 y hasta 40 lempiras, mientras que otras personas que tienen un poco de más ingresos compran el botellón de agua purificada de cinco galones a 32 y 38 lempiras, cada dos días, pero, los que no pueden, compran un balde a los dueños de las cisternas y la mezclan con cloro o la hierven para poder beber.

La venta del agua se rige por la ley de oferta y la demanda, quedando a opción del dueño de la cisterna fijar el precio, pese a que en los lugares de abastecimiento del Sanaa la compran a seis lempiras el barril.

El oficial de comunicaciones del Sanaa, Alan Aragón, indicó que “es una realidad que más de 100 barrios y colonias de la capital no tienen servicio de agua potable por parte de nosotros”.

Indicó que entre las limitantes para que esos sectores no tengan servicio de agua, es que muchas colonias se ubican en lugares donde el Sanaa no tiene alcance con sus tuberías.

“Muchos se han instalado en los cerros de la capital y para poder llevar el agua ahí se requiere de mucho dinero y no lo tiene el Sanaa, también se han creado colonias sin sustento legal, pero el principal problema es que los embalses no son suficientes para suplir todas las necesidades”, explicó Aragón.

Precisó que en la actualidad, la demanda de agua en la capital es de seis metros cúbicos de agua por segundo, pero lo máximo que puede entregar la institución son tres metros cúbicos por segundo.

“Nosotros tenemos un déficit del 50 por ciento y no podemos cumplir con el total de la demanda de agua en Tegucigalpa y Comayagüela, y eso limita que podamos llegar con nuestras redes a ciertos barrios y colonias”, apuntó el funcionario.

Los habitantes de estas colonias almacenan el líquido vital en todo tipo de recipientes, como baldes, botellas, galones, barriles, pilas y dependiendo de la ubicación donde residen así es el precio del agua que va de 30, 35 y 40 lempiras, explicó Aragón.

“Esto es muy caro definitivamente, porque mucha gente gasta hasta 400 lempiras al mes, a cambio algunos clientes del Sanaa que tienen agua día de por medio, sólo cancelan 30 lempiras en el mismo periodo de tiempo”, relacionó.

Aragón indicó que la represa Los Laureles se construyó en 1976, cuando el Distrito Central tenía unos 200 mil habitantes, luego en 1993 se inauguró La Concepción cuando Tegucigalpa sólo tenía 600 mil habitantes y ahora se estima en un millón 200 mil personas, es decir el doble.

Un programa del alcalde actual Ricardo Álvarez, denominado Agua para Vivir, ofrece el líquido gratuito, en cisternas a las zonas con dificultades, pero su cobertura en parcial y calendarizada.

Inseguridad lleva al encierro a los capitalinos

Otros problemas que agobian a los capitalinos, son los altos índices de inseguridad, impunidad, el flagelo del narcotráfico, la corrupción, vulnerabilidad ante fenómenos naturales y hasta una Policía no confiable.

La inseguridad ha llevado a que se incremente el número de zonas exclusivas de la capital, cuyos habitantes han decidido clausurar el acceso en respuesta al creciente acecho de los delincuentes y criminales.

Como paliativo surge un programa municipal denominando Barrio Seguro que permite cerrar calles, con portones de acceso autorizados sólo a los residentes de cada zona o a personas debidamente facultadas.

Y es que a diario en varios sectores de la ciudad se reporta el robo de vehículos y hasta intentos de secuestro y atracos a mano armada que incluso ponen en riesgo la vida de los residentes.

Otro problema que afecta fuertemente a los capitalinos, es el delito de la extorsión y prueba de ello es que durante 2012, unos mil 600 negocios que generaban entre 12 mil y 15 mil empleos cerraron operaciones por causa de ese flagelo, según datos de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT).

Cerca del 30 por ciento de los negocios ubicados en la capital de Honduras han sido víctimas de extorsión, la mayoría pequeñas y medianas empresas, informó el presidente de la CCIT, Miguel Mourra.

Trans 450 y puentes a desnivel marcan el modernismo

Sin embargo, no todo es negativo para la antañona capital hondureña. Actualmente se observan grandes obras que se construyen en el Distrito Central, las que dan signos de modernismo y desarrollo a la ciudad.

En ese sentido, con la aprobación de un préstamo de 30 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Alcaldía Municipal del Distrito Central dio el primer paso para el funcionamiento de un Transmetro 450 que vendrá a modernizar el transporte público de la capital.

Mediante esa firma, se sentaron las bases para lograr que la capital hondureña sea una ciudad competitiva, eficiente, y equitativa que ofrezca oportunidades de movilidad sostenible a la población de menores recursos y facilite el transporte hacia las oportunidades de trabajo y desarrollo económico y social.

Este moderno sistema de transporte público, conocido como Bus de Transito Rápido, BTR, es considerado como una de las mejores prácticas internacionales por su combinación de bajo costo, alto impacto y rápida implementación, combinando inversión en infraestructura, incentivos económicos en la industria del transporte y nuevas normas y regulaciones en el área.

El proyecto de transporte masivo, está valorado en 150 millones de dólares, por lo que los 30 millones de dólares servirán para que la comuna financie la primera etapa del mismo y en ese sentido son visibles las obras que ya se ejecutan a lo largo del bulevar Suyapa y el bulevar Centroamérica hasta llegar a la colonia Kennedy.

Los trabajos para la ejecución de este proyecto durarán entre 24 y 30 meses y consistirán en construir un carril exclusivo por donde se desplazará el metro bus, que tendrá estaciones con kioscos acondicionados de acuerdo al nuevo sistema moderno de transporte público en la principal ciudad del país.

El puente aéreo más grande de Centroamérica

Sin duda que otra obra de gran magnitud que se construye actualmente en la capital, es lo que la ingeniería considera uno de los pasos aéreos más grandes de Centroamérica y que se elevará al sur de la capital hondureña.

Asimismo, en 2012, el paso a desnivel más grande de Honduras fue inaugurado por el alcalde Ricardo Álvarez, “Paz y Esperanza” es el nombre de la obra de infraestructura ubicada entre los bulevares Suyapa y La Hacienda, valorada en 70 millones de lempiras.

El beneficio del puente a desnivel es para más de 60 mil conductores que a diario transitan por el difícil tráfico capitalino.

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