Los pilotos identificados por la fuente con los nombres de Luís Fernando Zepeda Chavarría, de 38 años, y Arturo Fajardo Bonilla, de 40 años, fueron detenidos el domingo 1 de septiembre a las tres de la tarde, y liberados ese mismo día a las once de la noche. El informante dijo que se responsabiliza de este hecho a los fiscales, Melissa Martínez y Adonay Padilla, último que funge como coordinador de fiscales en la zona.
Las fuentes que pidieron el anonimato, indicaron que el fiscal general Óscar Chinchilla al conocer la información optó por viajar de emergencia y que ha ordenado se entable un proceso penal en contra de los fiscales implicados, en vista que a los pilotos mexicanos les practicaron pruebas que dieron positivo de droga. Estas pruebas nunca fueron enviadas a la Fiscalía General a Tegucigalpa, se dijo.
Proceso Digital confirmó que el fiscal Chinchilla se trasladó de inmediato a La Ceiba y que su acción va por incautar el avión y luego actuar con los procedimientos más rígidos en contra de los presuntos responsables.
Bajo el argumento que “nadie los acusa de nada” los fiscales del caso avalaron la liberación de los pilotos mexicanos y ello ha desatado un escándalo a lo interno del Ministerio Público que sus nuevas autoridades piensan subsanar y deducir las responsabilidades del caso.
La nave, con registro N125DH, de fabricación estadounidense, es una avioneta ultraligera con capacidad para 10 pasajeros y que aterrizó en el aeropuerto de Golosón sin tener un plan de vuelo, según las autoridades.
Los pilotos informaron que llegaron al país para trasladar mercadería, que nunca especificaron. De acuerdo al ministro de la Defensa, Marlon Pascua, “los pilotos dicen que la nave es de una empresa de México, que no identifican ni a qué actividad se dedica”.
Pascua dijo que la avioneta no tiene asientos y en su interior la policía detectó numerosas manchas rojas, que presume son de sangre. Luego las Fuerzas Armadas confirmaron que tras pruebas efectuadas, la aeronave transportaba droga que se ignora dónde se encuentra.
No es la primera vez que pilotos mexicanos que transportan droga en avionetas salgan libres sin cargo alguno. La primera fue en el 2006, cuando pilotos mexicanos abandonaron un lujoso avión en el aeropuerto internacional de Toncontín, salieron del país por migración y el caso quedó en la impunidad.
Según cifras oficiales, en el 2011 aterrizaron en el país unas 156 avionetas que transportaban más de 50 toneladas de cocaína, mientras en el 2012 el número fue de 65.
Honduras es considerada un paso obligado de droga de Sur a Norteamérica y de acuerdo al gobierno se han logrado destruir cerca de 70 pistas clandestinas. Por este país se asegura que pasa el 79 por ciento de la cocaína.
