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Discriminación, otro drama que enfrentan pacientes y su entorno

Tegucigalpa – La discriminación o estigmatización, es otra de las barreras que enfrentan los pacientes de COVID-19, así como sus familiares y personal sanitario, quienes no solo deben sortear el drama humano que significa ser víctima de la pandemia.

– Familiares de pacientes con coronavirus han denunciado que en sus vecindarios son vistos como una especie rara e incluso son insultados y tratados mal.

– El personal sanitario que está en la primera línea de combate la enfermedad, es otro de los segmentos de la población que tienen que sortear el rechazo popular.  

El COVID-19 en Honduras ha generado miedo y paranoia en algún sector de la población que constantemente protesta, insulta y ofende -incluso- a los que combaten el virus.

De esta forma, la estigmatización daña a las familias que han sufrido la pérdida de su pariente o la que presenta un caso confirmado de la enfermedad.

primer caso en HondurasBajo exhibición mediática aíslan hondureña por duda de Covid-19

Desde que se anuncióel primer caso sospechoso en Honduras, una mujer procedente de Taiwán y que resultó negativo, hubo improperios y rechazo contra ella. Cuando la paciente era trasladada en una ambulancia del 911, se escuchó que alguien le gritó: “mátenla, déjenla que se muera”.

También, en varias comunidades del país han protestado y tratado de impedir que las víctimas mortales por COVID sean enterradas. Otros han trancado sus municipios y hacen cumplir la norma “nadie entra, nadie sale”.

Esta semana han circulado imágenes dolorosas de cadáveres tirados en las calles de Guayaquil, Ecuador, donde la pandemia ha hecho estragos. Desde New York igualmente han salido a relucir gráficos de gigantescas fosas comunes para terrajes masivos de cuerpos.

Unas 40 enfermeras aisladas por sospecha de COVID-19 a nivel nacional

Enfermeras y médicos

El presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), lamentó que haya mucha estigmatización contra el personal de enfermería, a quienes las han corrido de sus apartamentos en algunos casos porque la gente les señala que no quieren ser contagiados de COVID-19.

Detalló que otra de las enfermeras casi fue linchada por sus vecinos que no la dejaban entrar a su colonia porque pensaban que los iban a contagiar, pero gracias a la oportuna intervención de la Policía no pasó a más.

Agregó que otras enfermeras lo que están haciendo es que llevan sus uniformes aparte para no ser identificadas por personas que luchan entre el miedo y el contagio.

El doctor Carlos Umana, presidente de los médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), en San Pedro Sula, norte del país, también ha denunciado estigmatización de parte de un sector de la población contra el personal médico.

Vecinos de la Villa Olímpica protestaron y exigen trasladar sala de aislamiento a otra zona

Protestas y tranques

Cuando comenzaban a registrarse los casos de COVID en el país, los vecinos de la colonia Villa Olímpica realizaron una protesta por la habilitación de una sala de aislamiento temporal en uno de los gimnasios del ente deportivo en esta capital hondureña.

Los manifestantes señalaron que ellos se verían perjudicados si habilitaban la sala ya que habrá un foco de contaminación en el lugar.

Igualmente, pobladores de lugares aledaños donde se han enterrado a pacientes con COVID-19 han realizado una serie de protestas porque, según ellos al ser sepultados en la zona ellos se exponen al virus.

Las protestas más recurrentes se han registrado en la capital hondureña y en el departamento de Cortés, donde pobladores del sector de Villanueva impidieron que el féretro de la doctora que falleció a causa de la enfermedad fuera enterrada en ese municipio y se trasladó hacia la capital.

Varios municipios del país donde aún no se presentan casos de COVID-19, los pobladores en contubernio con los alcaldes mantienen tranques en las carreteras con la intensión de bloquear que la pandemia los toque.

Fusina sitia 240 viviendas en colonia capitalina por COVID-19

Primera paciente

Tras detectarse el primer caso de COVID-19 en Honduras, las autoridades de seguridad procedieron a intervenir la colonia Lincoln al norte de la capital, con el objetivo de evitar que el contagio de la enfermedad se extendiera a otras colonias, por lo que las autoridades no dejan salir ni entrar a nadie hasta que se cumpla el periodo de cuarentena.

Ante la situación, el esposo de la paciente se comunicó a un medio de comunicación  y  reveló en su momento que estaba viviendo una pesadilla debido a la confirmación de los casos de COVID-19 de su compañera de hogar, su suegra, su cuñada y una menor de 18 meses que se encuentra aislada, pues han sido víctimas de la discriminación por pobladores de esa colonia.

El hombre narró que los vecinos les insultan y agarran a pedradas la vivienda.

La paciente cero ya fue dada de alta y su retoño nació sin el virus, pero su madre sigue interna y permanece estable en el Hospital de El Torax, al igual que las otras dos personas que se encuentran aisladas en su vivienda.

Ante la estigmatización que se está registrando en el país Proceso Digital consultó con expertos sobre este drama social.

Estigmatización en tres facetas 

Carlos UmañaEl presidente de los médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), en San Pedro Sula, norte del país, Carlos Umaña, dijo a Proceso Digital que la estigmatización ante el COVID-19 en la población hondureña se ha reflejado en tres facetas.

Detalló que la primera fase se dirige hacia las personas que mueren por COVID-19 porque piensan que ese paciente que murió los va a infectar y no es así.

“Una persona que muere de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos va con todos los catéteres, sonda, tubos utilizados porque no se le quita nada, se embala y embolsa en una bolsa impermeable, se desinfecta tras colocarla en el ataúd y se desinfecta el vehículo o la ambulancia donde es trasladado y esto se hace no porque el cuerpo vaya a producir un contagio, sino porque han estado en un área donde hay casos confirmados de coronavirus”, argumentó.

Sostuvo que científicamente está comprobado que una persona que muere de COVID-19 no contagia, el protocolo que se ha seguido en el terraje es el que está fallando ya que no le permiten a sus familiares llorar su muerto, porque ellos perfectamente pueden asistir a un entierro digno y con sus familias cumpliendo el protocolo.

Pacientes que son dados de alta y trasladados a sus viviendas.

Pacientes aislados en casas

La segunda fase es la estigmatización de los pacientes que son dados de alta porque no presentan signos de gravedad para que ellos sean ingresados y se mandan a sus viviendas para que cumplan con el aislamiento.

“Esta persona es infectivo hasta los 21 días desde que se le detectó la enfermedad, pero dentro de su casa no va a infectar a nadie porque tiene que cumplir con los protocolos que se les brinda al igual que al resto de la familia, esta persona tampoco va afectar a la comunidad porque estaría guardando un reposo mismo que tiene un monitoreo constante”, explicó.

Agregó que es por ello que no se brinda información de las colonias donde se han detectado los casos y no los nombres de las personas porque no se sabe que reacción puede tomar la población que habita en dichos lugares.

Personal de salud, médicos y enfermeras tambien sufren estigmatización y aislamiento

Personal médico

La tercera fase es la estigmatización que están sufriendo el personal de salud, médicos y enfermeras, manifestó.

Indicó que tienen reportes sobre médicos que les prohíben la entrada a supermercados, les hacen malas caras en las gasolineras porque creen que solo porque andan con el uniforme los van a infectar.

“Los médicos estamos teniendo problemas para abastecernos, no pueden salir nuestras familias a abastecerse, ni nosotros porque estamos estigmatizados, recuerden que nosotros también somos seres humanos y comemos, nuestras familias también”, aseveró.

El galeno dijo que estos tres tipos de estigmatización son los que están generando en la sociedad hondureña, “es por ello que rogamos a las comunidades que evalúen que el hecho que uno ande un uniforme no es que le va a pasar el virus”.

Umaña hizo un llamado a la población para que colabore con las personas que llevan los cuerpos y con el personal médico y de enfermería que tengan la cortesía en supermercado de hacer que compren ellos primero ya que son largas jornadas de trabajo las que se están realizando para hacer frente al COVID-19.

Desinformación provoca miedo y pánico

Dr. Javier UclesEl siquiatra Javier Ucles, dijo a Proceso Digital que el virus afecta físicamente y emocionalmente, “todos los hondureños estamos afectados por el virus, lo que se refleja en esas muestras de rechazo, violencia y estigmatización es producto del daño emocional que el virus ha hecho a estas personas que deberían de tener respeto al personal médico y solidarizarse con las familias que están padeciendo de esta enfermedad”, argumentó.

Señaló que la desinformación es la que ha provocado miedo y pánico en las personas que terminan haciendo cosas que no deberían hacer a sus prójimos.

Explicó que la desinformación produce pánico, que es lo que sucede con la gente que cree que serán infectados solo por el hecho de que la persona labore en el sector salud o porque hayan casos en una colonia.

A su juicio, la información debe darse a conocer de forma fluida, muchas personas se mal informan a través de las redes sociales o medios que no saben trasladar la verdad.

Detalló que en esta crisis de COVID-19 ha habido desinformación porque la gente se cree el chisme y la desfiguración de la realidad y esto hace que cometan disparates como los que han denunciado médicos, enfermeras y las mismas familias de pacientes positivos de coronavirus.

“No es cierto lo que estas personas analizan, hay ignorancia de la enfermedad, las personas que están guardando el distanciamiento social es la que está informada y cumpliendo el mismo”, puntualizó.

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