Tegucigalpa/Ciudad del Vaticano – El Sínodo de obispos de respaldar una Iglesia que acoja ‘‘a todos’’, incluidos los homosexuales y divorciados no terminó de ser respaldada en la votación final ya que no logró los dos tercios requeridos por la norma eclesial. Honduras no es indiferente a las ideas reformistas de la doctrina católica y sus actores ven con optimismo que estos temas empiecen a discutirse entre la máxima jerarquía católica.
– El extenso documento aprobado este sábado lanza una reflexión sobre problemas de la familia actual, así como los divorciados vueltos a casar.
El documento «Relatio Synodi» fue sometido a votación punto por punto por los «padres sinodales», obispos y cardenales con derecho a voto, y fue divulgada a petición expresa del papa Francisco.
El pontífice quiso dejar claro que en esta asamblea no se ha puesto en entredicho la ‘‘verdad fundamental’’ del ‘‘sacramento del matrimonio: la indisolubilidad’’, al tiempo que recordó que su papel como líder de la Iglesia Católica es ‘‘garantizar la unidad’’.
Los principales puntos del documento
La «Relatio Synodi» no incluye conclusiones, sino temas y proposiciones que tendrán que ser ahora ‘‘madurados y analizados» por las Iglesias locales.
Una de las principales conclusiones es que la Iglesia debe ser ‘‘una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin excluir a nadie’’.
Se conoció que durante estas dos semanas de debates, los obispos siguen muy divididos sobre algunos temas como el de poder dar la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y así se comprobó durante las votaciones.
Se aprobó el punto 52, que proponía estudiar un camino penitencial para que los divorciados que se han vuelto a casar pudiesen recibir los sacramentos, fue el que más votaciones en contra tuvo, recibió 104 votos a favor y 74 en contra. La falta de los dos tercios hizo que la misma no fuera aprobada.
Además, se acordó seguir estudiando la posibilidad de que los divorciados que han vuelto a casarse puedan recibir ‘‘la comunión espiritual’’ o el ‘‘por qué no pueden recibir la comunión sacramental’’.
Por mayoría se aprobó que ‘‘los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza’’ y que se ‘‘evitará cualquier marca de discriminación’’.
Aunque subrayaron ‘‘que no se pueden establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia’’.
Cabe mencionar que el documento contiene un párrafo en el que se considera ‘‘del todo inaceptable’’ que la Iglesia y sus representantes sufran presiones en esta materia y que los organismos internacionales condicionen sus ayudas a los países pobres a la aprobación de leyes que admitan el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Iglesia intentará «ayudar a lograr la plenitud del plan de Dios» a las parejas casadas por lo civil, divorciados y vueltos a casar, o que simplemente conviven, afirma el documento.
Decisiones reformistas e incluyentes
El analista nacional, Ernesto Gálvez, calificó las determinaciones del Sínodo ‘‘bastante cristianas’’. ‘‘El tema de haberlos excluido no había sido una respuesta correcta. No se trata de admitirles el error, sino que entren a la Iglesia para que rectifiquen sus errores’’, arguyó.
Analistas valoran que la Iglesia empiece a hablar abiertamente estos temas hasta hace poco cerrada a los mismos. El también experto en teología dijo que estas decisiones forman parte de las ideas reformistas del papa Francisco. ‘‘Todo esto tiene basamento bíblico. La redención de los pecadores la hace la iglesia y así como un borracho que va a la iglesia, recibe consejos y cambia, igual un homosexual o un divorciado pueden hacerlo’’, estimó.
En torno a ciertos temas que tendrán que ser analizados por las Iglesias locales, Gálvez refirió que ‘‘muchas cosas no es necesario que lleguen al Papa, porque se pueden resolver localmente’’.
Recordó que antes de las conclusiones del Sínodo de obispos, la Iglesia Católica hizo una encuesta mundial.
El cientista social valoró la decisión de publicar las votaciones en cada uno de los puntos abordados por parte del Sínodo.
Como ‘‘honorable y valiente’’ valoró el apartado que menciona como ‘‘inaceptable’’ que la Iglesia Católica reciba presiones de organismos internacionales para permitir la aprobación de matrimonios del mismo sexo.
‘‘No deben existir las presiones de este tipo, más bien hay que abogar por la libertad de conciencia, en el sentido que si la iglesia o un Estado toma una decisión, corresponde a sus propios intereses y no a presiones externas’’, manifestó.
Puntualizó que ‘‘era un error bíblico discriminar a los divorciados porque la iglesia está para perdonar, no para condenar. El cristianismo es perdón y aceptación, lo que hay que hacer es perdonar al pecador, pero no justificar el pecado’’.
Ha existido acogida a personas
en todas las condiciones
En tanto, el vicario de la Catedral Metropolitana, Carlos Rubio, expresó que no conoce en su totalidad lo que aprobó el sínodo de obispos en las últimas horas, aunque mencionó que el hecho de acoger a divorciados y homosexuales es un tema que fue reconocido por la iglesia desde hace mucho tiempo.
‘‘El catecismo de la Iglesia Católica lo ha dicho desde hace mucho tiempo sobre la acogida de este tipo de personas, pero en el sentido del perdón y no de matrimonio. La iglesia no discrimina a nadie, siempre hemos mantenido puertas abiertas en ese sentido’’, citó.
Rubio insistió que prefiere conocer la versión oficial del Vaticano sobre las resoluciones tomadas este sábado, aunque reconoció que han logrado romper muchos tabús; ‘‘No podemos cerrar la mirada y dejar de decir algo, pero hay que aclarar que mantenemos la doctrina de acuerdo al evangelio. Todos los pecadores están llamados al arrepentimiento a la reconversión’’, esbozó.
El líder religioso dilucidó que la doctrina católica no actúa como los políticos, quienes por popularidad aprueban leyes que van en contra de la vida y la familia.
Se reconocen reivindicaciones de comunidad gay
De su lado, Erick Rodríguez, del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), aseveró que la Iglesia Católica ha estado viendo el movimiento político que ha generado la apertura de los países en materia de Derechos Humanos; ‘‘lo que no quieren es perder adeptos o mostrarse radicales sobre la postura antigay que han tenido durante años’’.
Para Rodríguez, la Iglesia Católica no puede desconocer que a lo interno de su doctrina se están manifestando diversas orientaciones sexuales. ‘‘Lo que siento es que están cambiando su discurso, hace dos días dijeron que el documento del sínodo sufrió alteraciones al momento de ser traducido al castellano, pero al margen de ello se trata de discursos políticos que vienen a favorecer algunas reivindicaciones de la comunidad de diversidad sexual’’, puntualizó .