Las víctimas fueron identificadas como Jimmy Nahúm Herrera (30) y su padre, Eliaquín Herrera Hernández (56).
De acuerdo a las versiones preliminares, el ataque estaría dirigido a Jimmy Nahúm Herrera, y fue perpetrado por dos desconocidos que lo atacaron cuando estaba a punto de llegar a su vivienda.
No obstante, en el hecho intercedió el padre Jimmy Nahúm con el objetivo de defenderlo, pero en el acto criminal fue alcanzado por las balas.
Con el objetivo de salvarle la vida, Herrera Hernández fue trasladado a un centro asistencial donde minutos después pereció. Mientras que el cuerpo de su hijo quedó inerte al interior del taxi en el que se ganaba la vida.
Se conoció que ambos eran ruleteros y residían en la colonia en la que se suscitó el hecho violento.
Hace una semana, en la colonia Flor número 1 de Tegucigalpa, fueron incineradas dos unidades de taxis, presuntamente por negarse a pagar el cobro de extorsión.
Otros sitios de la ciudad capital han tenido que paralizar sus unidades porque no soportan el cobro del mal llamado “impuesto de guerra”.
Empresarios, buseros, ruleteros y pasajeros sufren a diario el flagelo de la extorsión que muy frecuentemente cobra la vida de estos actores del transporte público.
Según un reciente informe divulgado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), durante el 2012 y 2013, alrededor de 153 taxistas perdieron la vida violentamente mientras que otros 17 resultaron heridos, con un saldo total de 170 víctimas, es decir, un promedio de 7 mensuales.
Los datos generalizados señalan que al menos 231 víctimas entre taxistas, pasajeros y particulares, fue el saldo que dejaron los 174 hechos violentos registrados en las unidades de taxi, durante estos dos años.
El informe también establece que en 2013, el ente estatal de derechos humanos registró alrededor de 90 hechos violentos que dejaron como saldo 114 víctimas entre conductores de taxis y moto-taxis, pasajeros y personas particulares.