Tegucigalpa – El expresidente Rafael Leonardo Callejas Romero (1990-1994) se convirtió este lunes en el primer alto dignatorio hondureño bajo esta investidura en enfrentar la justicia de Estados Unidos luego de ser involucrado en el FIFAgate por el presunto cobro de sobornos a una empresa norteamericana para permitir la adjudicación de derechos de transmisión de los partidos de la Selección de Fútbol de este país centroamericano.
Callejas Romero decidió entregarse en las últimas horas a la justicia del Tío Sam, tras ser señalado por cinco delitos, entre los que figuran: lavado de dinero, fraude y conspiración.
La sorpresiva entrega del también expresidente de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol (Fenafuth) se materializó gracias a negociaciones entre el canciller Arturo Corrales con la embajada de EEUU.
En los días previos, la defensa de Callejas había asegurado que éste enfrentaría la justicia local luego que se había designado a la magistrada Edith María López para que conociera el proceso judicial y se emplazó para esta semana con el objetivo de resolver si procedía o no el pedido de extradición que hizo Washington.
Callejas viajó por voluntad propia
El canciller Corrales reveló ante la prensa que “el exmandatario Callejas viajó por su voluntad plena y pudo en el último minuto no hacerlo”. Luego añadió que “él salió de Tegucigalpa en un vuelo privado, financiado por amigos, desde la base aérea Hernán Acosta Mejía”.
Casi en forma paralela, la parte defensora del exmandatario hondureño apuntó que éste viajó solo y con la firme convicción de enfrentar los cargos para esclarecer los hechos.
El abogado Tito Hernández relató que “él fue revisado por sus médicos, se tomó sus medicamentos, logramos verlo y se miraba estable”.
Negó que el caso de su cliente tenga alguna similitud con el de la familia Rosenthal.
Explicó que los abogados en Honduras y en Estados Unidos recomendaron a Callejas que se entregará a la justicia estadounidense para evitar “un proceso más largo” y su extradición a ese país.
“Él se someterá a la justicia, se va a presentar ante una Corte de Nueva York y el juez va a determinar si le otorga una fianza o en su defecto dicta su detención”, subrayó el abogado.
Casos de expresidentes de CA
En octubre de 2009, cinco años después de que estallara el escándalo y tras diez meses de juicio por corrupción, un tribunal penal de Costa Rica condenó a prisión, por primera vez en la historia de ese país, a un expresidente: Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994).
Un tribunal tico sentenció a cinco años de prisión a Calderón por dos delitos de peculado (desvío de fondos públicos), relacionados con un reparto de ocho millones de dólares en comisiones de un préstamo estatal.
También el expresidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), fue condenado el 27 de abril de 2011 a cinco años de prisión y a la inhabilitación para ocupar cargos públicos durante 12 años, por supuestamente recibir más de 819 mil dólares en dádivas.
La defensa de Rodríguez apeló la sentencia y el 21 de diciembre del 2012 el Tribunal de Apelación revocó la condena e invalidó cuatro pruebas.
El 4 de diciembre de este año, el Tribunal de Apelación de San José mantuvo en firme la anulación de una condena de cinco años de prisión al también exsecretario de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Asimismo, el exgobernante guatemalteco Alfonso Portillo (2000-2004) fue extraditado en mayo de 2013 a EEUU acusado por lavado de dinero.
La expatriación de Portillo fue promovida por la Fiscalía de Nueva York, que acusó al exmandatario de haber utilizado el sistema bancario estadounidense para lavar más de 70 millones de dólares desfalcados de las arcas del Estado guatemalteco.
El exjefe del Ejecutivo guatemalteco fue condenado a 70 meses de prisión, las que cumplió en parte -llegó a un acuerdo con la Fiscalía para reducción de pena y devolvió 2.5 millones de dólares- y en febrero de este año quedó libre y regresó a su tierra natal.
Otro exgobernante que estuvo preso fue el nicaragüense Arnoldo Alemán (1997-2002), acusado en 2003 como supuesto autor de diversos delitos de corrupción, entre los que destacan fraude, lavado de dinero y delito electoral.
Alemán estuvo preso por corrupción, en gran escala, pero fue puesto en libertad después de haber firmado un pacto político con el gobierno de Daniel Ortega.
De su lado, el expresidente salvadoreño, Francisco Flores (1999-2004), permanece preso acusado de enriquecimiento ilícito, desobediencia y peculado.
Flores es señalado por el destino irregular de al menos 10 millones de dólares donados por Taiwán para ayudar a víctimas de los terremotos de 2001.
Mientras en Panamá, el general Manuel Noriega, se encuentra en prisión para responder por los casos de violaciones a los derechos humanos y asesinato contra sus opositores, siendo el más destacado Hugo Spadafora.
Previamente Estados Unidos invadió Panamá en 1989 para capturar al general Noriega que enfrentaba cargos por narcotráfico ante la justicia del país norteamericano.
Tras cumplir su condena en Estados Unidos, Noriega fue enviado a Francia donde también se le acusó y condenó por lavado y blanqueo del dinero en 1910.
El caso más reciente es el del exmandatario Otto Pérez Molina (2012-2015), acusado de corrupción y tras perder su impunidad, renunció el pasado 3 de septiembre de 2015 al cargo con el fin de «mantener la institucionalidad del Ejecutivo», convirtiéndose en el primer presidente desaforado de la historia de Guatemala, acusado de liderar la red de corrupción aduanera «La Línea» y con una orden de captura. Actualmente permanece preso.