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Extraditado un capo, ¿muere o se recompone la estructura criminal?

Tegucigalpa –Porfirio Montufar Arita y Carlos Arita Lara, son la misma persona. Se trata de un eslabón clave en el cartel de los Valle y sucesor de sus negocios en el trasporte de cocaína desde el sur del continente hacia los Estados Unidos han señalado las autoridades.

Honduras, en el medio, proveyendo los réditos de cabecillas estratégicos incrustados en diferentes estamentos, así como de su privilegiada posición geográfica.
Carlos Arita Lara, el último en la lista de extraditables que Honduras envía a Los Estados Unidos, es un hombre alto, con la piel blanca, curtida por el sol, pasado en mucho de peso y con unas facciones duras, capaces de trasmitir escalofríos.
Arita Lara ha sido señalado como el sucesor de los Valle, tras la caída que mantiene a la familia en cárceles estadounidenses donde enfrenta juicios y condenas.
También se le sindica de ser el cerebro financiero de la organización criminal hondureña que tiene su centro de operaciones en el occidente de Honduras, en Copán.
El portavoz policial, Leonel Sauceda, ha manifestado que «Arita Lara es el sucesor de la estructura criminal que tenía operaciones en el occidente del país…él había quedado de sucesor del cartel de los Valle Valle, porque inicialmente era el administrador, administraba los bienes y acciones delictivas”, apuntó.
La Policía asegura que este hombre escapó a inicios de octubre de una operación en la que cayeron otros presuntos criminales en la localidad de El Porvenir, Copán.
Apresadoen la zona fronteriza con Guatemala, en un operativo combinado de fuerzas binacionales del orden, el presunto capo, apoyado por la defensa legal que dirige una joven abogada copaneca, con experiencia en casos similares, causó ruido mediático y una ola de confusión entre la opinión pública respecto a la identidad del presunto jefe narco.
También jueces y fiscales se vieron obligados a detener el caso y corroborar la identidad real del detenido.
Las argucias para demostrar que Carlos Arita Lara no era quien es, según las autoridades, también involucraron a la población de Copán, especialmente de ciudadanos de La Entrada y zonas circunvecinas, donde se asume él tenía una base potente.
Entre el despliegue de la nota periodística sobre la “confusión de identidades”, las llamadas telefónicas de pobladores coparon populares noticieros televisivos trasmitidos en vivo. La gente llamó para desvirtuar que las autoridades hubieran logrado la captura del “verdadero” narcotraficante. Las voces le defendían y abogaban por él al calificarle de “hombre bueno, trabajador y dadivoso” que hacia sus esfuerzos laborales especialmente en la comunidad rural de El Espíritu, un pequeño poblado cuyo nombre es ampliamente conocido en Honduras por ser allí donde, según informes, se refugiaba temporalmente Joaquín “El Chapo” Guzmán, en las residencias de sus socios, los hermanos Valle.
Pero tras investigaciones, las autoridades han podido reafirmar que Porfirio Montufar Arita y Carlos Arita Lara,son la misma persona, según arrojan las comparaciones en las huellas dactilares realizadas por el Registro Nacional de las Personas (RNP).
 
El subdirector técnico del RNP, Gerardo Martínez Lozano, informó que después de recibir una solicitud para que se le compararan las huellas dactilares y verificar si la persona capturada, es la que realmente se solicita en extradición, las autoridades han podido dar fe y reconfirmar la información.
 
Martínez detalló que Carlos Emilio Arita Lara solicitó en 1997 una identificación y en ese tiempo sólo se le tomaba la huella de los dos dedos índices, en 2004 solicitó una reposición de la identidad; esta vez lo hizo a nombre de Porfirio Montufar Arita, pero en este caso, él invirtió los dedos, el derecho lo colocó en el izquierdo y viceversa.
 
“Al hacer la comparación de los índices cruzados se detectó que es la misma persona”, aseguró Martínez Lozano, para luego agregar que la empresa que maneja el sistema de identificación verificó las huellas dactilares, asimismo, la unidad de dactiloscopia  de la institución verificó la  información.
 
El sucesor
Emilio-AritaPara reafirmar la identidad del presunto capo, en las últimas horas, se han revelado videos donde Carlos Emilio Arita Lara aparece departiendo y recibiendo distinciones de manos de los extraditados hermanos Valle en celebraciones públicas.
Los Valle son considerados como una organización criminal muy potente en el Triángulo Norte de Centroamérica. Su función de intermediarios en el tráfico de la cocaína entre carteles colombianos y mexicanos se ha desarrollado fundamentalmente en el paso entre Honduras y Guatemala.
Los Valle han sido por más de una década un cartel básicamente de familia, los hermanos Arnulfo, Luis Alonso, Digna Azucena, Inocente y su mujer Griselda Amaya, presos en Los Estados Unidos, eran piezas estratégicas en el mando de la organización; mientras Reynerio y por lo menos otros tres miembros de la familia, siguen prófugos y, según autoridades, muchos de ellos activos en los ilícitos.
Estimaciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos revelan que los Valle han sido responsables de introducir a los Estados Unidos al menos 10 toneladas de cocaína cada mes y revelaciones de ex miembros de este cártel indican que las ganancias redondean los 800 mil dólares por cada cargamento, según un trabajo periodístico divulgado por el sitio especializado InSigthCrime.
A la par del facilitar el paso de la droga por Honduras, a los Valle se les achaca la creación de una red local de distribuidores de cocaína.
El inicio de la caída
El folder criminal de los Valle empieza a develarse, en julio de 2014, trasla captura en los Estados Unidos de Digna Azucena, considerada la madrina financiera del cartel de Sinaloa, luego la caída y posterior extradición de dos de los hermanos en operaciones antidrogas durante octubre de 2014, luego la caída de algunos otros de sus miembros hasta empezar a desenmarañar sus ligues con policías, uno de ellos extraditado y bandas de sicarios y operadores especializados en ramas distintas de transgresión a la ley.
Con perfiles de hacendados rurales, aficionados a los más finos caballos, de la música norteña, rodeados de un lujo escandaloso y desmesurado, los Valle vivían en El Espíritu, una aldea remota, pero sus bienes y negocios se expandían por toda la costa norte hondureña, especialmente en Copán y Cortés.
¿El heredero?
Pero tras su caída, las autoridades han identificado a Carlos Emilio Arita Lara como el heredero de los narconegocios de los Valle y las autoridades le dan el rango de administrador de los negocios tal y como lo ha dicho el portavoz policial Sauceda.
Arita-capo
Miembros de la familia Valle son parte de la Lista Kingpin, del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Tras su expatriación y posterior incautación de decenas de bienes y cuentas bancarias, así como el desmantelamiento de grupos locales aliados, parecía que el cartel estaba en sus estertores hasta que se ha llegado a la captura del presunto heredero de los negocios sucios de la organización.

Luego de la captura de Arita Lara, la historia criminal de los Valle podría llegar a su fin o, como lo ha dicho, bajo el marco de un ejemplo utópico, el escurridizo narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada en una entrevista brindada, en abril de 2010, desde su escondite al insigne Julio Scherer:“Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió…”

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