Nassau (Bahamas) – El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, durante la sesión inaugural de la asamblea de gobernadores de la institución, expresó hoy su deseo de que Cuba se pueda incorporar al banco.
En su discurso en la sesión inaugural de la reunión anual de las asambleas de gobernadores del BID y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), que se celebra en Nassau (Bahamas) Moreno se refirió al reciente e histórico viaje del presidente estadounidense, Barack Obama, a Cuba.
«Todavía están frescas en nuestra memoria las imágenes de la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba que fortalece las esperanzas de una pronta incorporación de la isla al Grupo BID» dijo Moreno en la noche de hoy.
«Nada mejor resume este sentimiento que las palabras del Presidente Obama en esa ocasión: ‘Podemos hacer este viaje como amigos y como vecinos y como familia: juntos’. Y en el mismo espíritu del ‘sí se puede’ con el que concluyó su principal discurso en La Habana, trabajemos juntos para que en un futuro cercano sí se pueda», continuó.
Moreno también se refirió a otro tema de actualidad, el de los paraísos fiscales y la transparencia financiera tras las revelaciones de los llamados «Papeles de Panamá» que afectan al país centroamericano así como a varias naciones caribeñas.
El presidente del BID dijo que «en el Banco hemos apoyado, y seguiremos apoyando, los esfuerzos de los países en temas de transparencia financiera y fiscal, promoviendo el cumplimiento de los estándares del GAFI para la prevención del lavado de activos y financiación del terrorismo», explicó.
Moreno destacó que «está emergiendo un nueva ciudadanía que demanda más y exige mejores respuestas de su clase dirigente, tanto de quienes son gobierno como de quienes están en la oposición, sea que se desempeñen como funcionarios o sean líderes del sector privado».
«Estamos frente a una transformación social, con una población más educada que evoluciona y se apoya en la revolución digital, dando lugar a pueblos mejor informados que se rebelan activamente ante la corrupción» prosiguió.
En relación con la financiación de proyectos, Moreno aseguró que «tal como ocurrió en 2015, este año haremos todos los esfuerzos posibles para asegurar un flujo positivo de recursos del Banco hacia la región y, al mismo tiempo, salvaguardar nuestra fortaleza y estabilidad financiera».
En su discurso ante los ministros de Finanzas de la región y centenares de delegados, Moreno reconoció las dificultades económicas que atraviesa en la actualidad Latinoamérica tras una década de rápida expansión y crecimiento.
«Es verdad que pasamos por una época difícil, como consecuencia del final del ciclo alcista de las materias primas que exportamos y del comportamiento mediocre de la economía global», dijo.
«Las consecuencias están a la vista: por segundo año consecutivo nos enfrentamos a una tasa de crecimiento negativa, algo que no sucedía desde la irrupción de la crisis de la deuda de 1982», añadió.
Moreno aprovechó para «tirar de las orejas» a los países que no tomaron «las precauciones debidas para ahorrar responsablemente e invertir más en educación o infraestructura» pero añadió que «tenemos un buen número de naciones preparadas para enfrentar el viento en contra».
Pero el presidente del BID recordó que la escasa productividad es la gran asignatura pendiente de la región y puntualizó que es en parte por culpa de «políticas adecuadas para aprovechar mejor el capital más grande de todos, que es nuestra gente».
Los gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) iniciaron hoy formalmente sus discusiones en la asamblea anual de la institución, que se desarrolla hasta el domingo en Bahamas, centrados en la situación económica del continente y el futuro de la institución.
La 57 Asamblea Anual del BID arrancó con las primeras mesas de trabajo en el complejo hotelero Baha Mar de Nassau y en las que participan delegados de los 48 países integrantes, entre ellos los ministros de Finanzas de los 26 países miembros de la institución.
En la agenda de la reunión está el análisis de la coyuntura en un momento en el que las previsiones de las instituciones señalan que la economía latinoamericana, tras años de bonanza, se contraerá por segundo año consecutivo debido en gran medida a la ralentización de China.
Asimismo, también se celebra en paralelo la 31 asamblea anual de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), brazo para el sector privado del BID y que busca ampliar sus operaciones en la región ante los «enormes» desafíos urbanísticos, de infraestructura y energéticos que encara Latinoamérica.
Uno de los puntos fuertes será la votación este domingo de la resolución para aumentar la financiación para el cambio climático que en la actualidad se sitúa en el 14 % de los proyectos aprobados por el BID, pero que la institución quiere elevar a entre el 25 % y 30 % de aquí al 2020.
Hoy, el director general del Departamento Nacional de Planeación de Colombia y miembro de la delegación de su país en la asamblea del BID, Simón Gaviria declaró a Efe que las autoridades de Bogotá son favorables a aumentar la financiación al 25 % y gradualmente seguir subiendo el cupo.
Pero la posición de otros países es menos clara y el texto final de la resolución, así como sus objetivos finales de financiación, podrían ser inferiores a lo solicitado por los funcionarios del BID.
Gaviria resaltó la gravedad de los efectos del cambio climático para los países de la región. En el caso concreto de Colombia, Gaviria señaló los graves perjuicios a la economía del país ocasionados por el agravamiento de los fenómenos de El Niño y La Niña.
«Uno tiene que intentar tratar de introducir el componente de sostenibilidad en la toma de decisiones. Nos parece razonable que esto sea gradual, empezando con un 25 % pero con el tiempo, ir aumentando el componente de sostenibilidad hasta que se entienda automático en todo», explicó Gaviria.
También hoy, el BID y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA por sus siglas en inglés) anunciaron que elevarán a un total de 3.000 millones de dólares la financiación conjunta para proyectos de energía renovable y eficiencia energética en Latinoamérica y el Caribe.
La inversión es fruto de un nuevo acuerdo entre el BID y la JICA que amplia el programa de Cofinanciación para Energía Renovable y Eficiencia Energética (CORE) que fue creado en 2012 por las dos instituciones para mitigar los efectos del cambio climático en la región.
Pero además de estos temas previstos en la agenda, Colombia dijo hoy que quiere plantear a la asamblea de gobernadores del BID el inicio de una «conversación» sobre el futuro de la institución a medio y largo plazo y su estructura de capital.
Gaviria dijo a Efe que Bogotá considera de gran importancia «entender el papel que pueden jugar los bancos de desarrollo, fundamentalmente el BID, en el mediano y largo plazo».
«Tenemos que empezar a tener una conversación profunda sobre la misma estructura de capital del banco. Ser consecuente con todo este movimiento de ‘derisking’ que se está dando en todo el mundo y entender cómo afecta a los bancos de desarrollo», continuó.
El tema del ‘derisking’, la salida de instituciones financieras de mercados o países ante el temor de riesgos excesivos para sus actividades, ha cobrado especial actualidad tras la publicación de los papeles de Panamá que han revelado las actividades en los llamados paraísos fiscales de la región, entre ellos Bahamas.
Medios de comunicación locales han señalado en los últimos días que la economía bahameña está empezando a sufrir las consecuencias negativas de las revelaciones.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, reconoció este viernes en una rueda de prensa las consecuencias que estas relaciones puedan tener sobre algunas economías caribeñas, en las que los servicios financieros conforman una parte importante de la actividad económica.
«Las crecientes necesidades regulatorias sobre instituciones financieras está haciendo que muchos bancos se retiren de esos países, generando un problema aún mayor», explicó el presidente del BID.
Moreno también dijo que el BID está aumentando las líneas para bancos corresponsales y así poder facilitar que siga llegando el financiamiento a las pequeñas economías tanto del Caribe como Centroamérica y que seguirá ayudando a los países que lo soliciten para salir de la lista de países considerados paraísos fiscales.
La Corporación Interamericana de Inversiones (CII), el brazo para el sector privado del BID, reconoció hoy los efectos negativos de la recesión en Brasil para la institución, especialmente la rebaja de su calificación crediticia, pero recalcó que también «se abren oportunidades de inversión».
«La realidad es que obviamente la contracción de la economía brasileña tiene efecto real sobre nuestro portafolio, pero lo que está viviendo da otras oportunidades de inversión en alguno de esos grupos que se van a estar desintegrando o vendiendo activos», indicó James Scriven, gerente del CII, en rueda de prensa dentro de la asamblea anual de la institución en Bahamas.
«Cabe la posibilidad de que ayudemos a otras compañías a comprar, no son todas malas noticias», agregó.
Scriven subrayó, no obstante, los efectos negativos de la rebaja crediticia de Brasil sobre el BID ya que «tenemos exposición tanto por vía soberana como por el sector privado, por lo que nos afecta como institución financiera».
Standard & Poor’s rebajó en febrero la nota soberana de Brasil a «BB» desde «BB+», con un panorama negativo, justo cinco meses después de quitarle al país grado de inversión.
La economía de Brasil encara un segundo año de recesión consecutiva, y se prevé que la contracción económica de 2016 supere de nuevo el 3 %.
Por otro lado, el presidente de la CII calificó como «un nuevo comienzo» lo que está ocurriendo en Argentina con la llegada del nuevo Gobierno de Mauricio Macri.
Scriven visitó recientemente Argentina con el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, y recalcó que el banco multilateral se ha marcado como objetivo un aumento de la financiación por la parte pública y privada.
«Ahora tenemos 200 millones de dólares invertidos, un porcentaje muy pequeño para lo que es Argentina en la región y su importancia», dijo Scriven, de doble nacionalidad británico-argentina.
Entre las áreas prioritarias, citó el transporte, las energías renovables, la agroindustria y el sector financiero.
La CII, que se conformó formalmente el pasado año fruto de una reestructuración de las ventanas del sector privado del BID, cuenta con un capital inicial para financiación de 2.700 millones de dólares.