Tegucigalpa – No solo reelección y alianzas son las novedades en esta contienda electoral, al igual que la izquierda que compite con tres fuerzas, el fraccionamiento llegó también a los socialcristianos que hoy tienen dos partidos tras el solio presidencial: la Democracia Cristiana (DC) y el partido VA; Movimiento Solidario (Vamos).
La Democracia Cristina que surge a fines de los años sesenta y obtiene su reconocimiento a inicios de los setenta, surge como un partido que buscaba romper el bipartidismo de la época liderado por los partidos políticos Liberal y el Nacional. Hoy casi medio siglo después, Honduras tiene 10 partidos políticos legalmente inscritos.
En el caso de la Democracia Cristiana siempre fue visto como un partido político ligado a los movimientos sociales, muchos de sus integrantes fueron víctimas de la represión política y grandes luchadores en el campo a favor de la reforma agraria. Pagaron con sangre la militancia de muchos de sus seguidores y simpatizantes.
Dentro de sus líderes más destacados estaba el extinto doctor Hernán Corrales Padilla, un médico con una trayectoria profesional impecable y reconocido por su honestidad, humildad y hombre justo aliado de las causas sociales y los cambios transformadores del país, entre ellos la cultura de la paz y la no violencia.
También destaca entre sus filas otro gran reformador como fue el extinto maestro de generaciones y líder popular, Marco Orlando Iriarte. Tanto Corrales como Iriarte dieron prestigio a la Democracia Cristiana, sentaron legados que fueron seguidos por algunos de sus discípulos. Otro líder destacado de la DC fue el también profesor y extinto Adán Palacios, un hombre humilde, ponderado y experto conocedor en procesos electorales.
En la década de los años ochenta, su incursión en el parlamento hondureño ha sido de las más valiosas registradas en la historia del país ante la denuncia de las violaciones a los derechos humanos. Siempre se movieron entre uno y tres parlamentarios, pero no pudieron con sus acciones desplazar la fuerza del bipartidismo, pero sí ser un contrapeso de mucha influencia ética en el parlamento.
La vuelta de Cruz Asensio
Hoy la Democracia Cristiana (DC) se ha visto disminuida en sus ideales y en la última contienda apenas sacó un diputado en la figura de Augusto Cruz Asensio, último que se les daría vuelta para formar su propio partido político con VAMOS.
La DC compite en esta contienda electoral con el ex dirigente campesino, Lucas Aguilera, un líder de viejo cuño, a quien le asesinaron su padre junto a otros dirigentes sociales y religiosos en la horrenda masacre de “Los Horcones” ocurrida de junio de 1975. Lucas Aguilera busca devolver a sus electores la credibilidad en su partido y pujar porque en este proceso no desaparezca y logre sacar más de algún representante en el Congreso Nacional.
La batalla no será fácil para Lucas Aguilera pues el pastel político ahora es más amplio y deberá hacer uso de un discurso atractivo y convincente que atraiga a los electores.
Además deberá competir con quienes fueran sus hermanos por años en la Democracia Cristiana como es la escisión de Vamos, una fuerza política que surge del divisionismo interno de la DC con la cúpula del partido.
En VA; Movimiento Solidario (Vamos) su líder es el diputado hasta ahora democristiano Augusto Cruz Asensio, quien dio un giro en contra de su partido que le llevó a destacarse como político. Cruz Asensio no correrá en la presidencia por Vamos, lo hará como primer diputado al Parlamento Centroamericano.
El candidato presidencial será otro ex miembro de la DC. Se trata de Eliseo Vallecillo, quien radica en la costa norte del país y es poco conocido en el ámbito político y mediático. Así son también los aspirantes políticos que encabezan las planillas de VAMOS.
A la caza de un mismo caudal
Vamos se define como un partido político de centro social cristiano y sus principios giran en torno al respeto irrestricto a la vida, al medio ambiente, libertad, solidaridad, entre otros. Su propósito es alcanzar el poder público y político del país para desarrollar su doctrina centro social cristiana.
Señalan que se van a manifestar públicamente sobre los problemas del país para presentar alternativas de solución, pero desde su creación esos planteamientos de Vamos no se han hecho sonar con fuerza. Vamos surge en febrero de 2016.
El surgimiento de Vamos estuvo precedido de la polémica, pues sectores ciudadanos presentaron pruebas de presuntas alteraciones de firmas recolectadas por los integrantes de ese partido para ser inscritos. Estas pruebas fueron desestimadas por el Registro Nacional de las Personas y el Tribunal Supremo Electoral.
Ahora VAMOS junto a la DC, son dos hermanos separados, que buscan el poder este 26 de noviembre próximo pero sin que se conozcan a profundidad sus propuestas, pues han sido minimizados en el barullo político que generan las tres fuerzas políticas con mayor opción como son el Partido Nacional, el Liberal y la Alianza Opositora.
Los llamados partidos minoritarios no han tenido mayor opción en esta contienda, corren el riesgo de que sus aspirantes a diputados no salgan.
La caza de electores no simpatizantes con las tres fuerzas políticas con opciones reales de triunfo, se reduce entre el resto de los siete de los 10 partidos políticos que corren para los comicios generales del 26 de noviembre.
Al igual que la izquierda hondureña que se dividió en tres facciones, las pugnas internas llevaron a la DC a partirse en dos y ahora no solo compiten entre ellos mismos por quien saca el mayor número de caudal político, lo hacen también con el resto de los partidos políticos del país. Así van a esta justa los hermanos socialcristianos separados.