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La salud, un derecho humano fundamental

H. Roberto Herrera Cáceres
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos

Los Tratados internacionales, la Constitución de la República y el Código de la Salud, reconocen, a la salud, como un derecho humano fundamental al disfrute del más alto nivel posible de bienestar integral.

 

Desde la perspectiva de los derechos humanos, la salud es un bien público que va más allá de la ausencia de afecciones o enfermedades o del hecho de mantenerse sano, pues abarca todas las condiciones que posibilitan, a las personas, vivir con dignidad, entre ellas, la alimentación y nutrición; la vivienda; el acceso al agua limpia potable; las condiciones seguras y sanas de trabajo; el medio ambiente sano y la ausencia de violencia.

En abril del 2014, realizamos, como CONADEH, la primera supervisión nacional del sistema de salud que dio lugar a la publicación del Primer Informe Especial, con recomendaciones y sugerencias al Gobierno, hospitales y centros de salud; a instituciones civiles, académicas y la población, en general.

El CONADEH está actualmente en proceso de verificar la segunda supervisión nacional del acceso y disfrute, sin discriminación, por los habitantes (en especial, las personas vulnerables en situación de pobreza), de los servicios de salud en los hospitales y centros de salud.

Como parte de las observaciones preliminares de este segundo proceso de supervisión, puedo destacar que en hospitales nacionales de referencia, como el Hospital Escuela Universitario y el Catarino Rivas hay una afluencia de pacientes, superior a sus capacidades de atención, hospitalización, medicamentos e insumos. Esos pacientes son referidos o enviados de hospitales departamentales que no los atienden por falta de especialistas, equipos, medicamentos o servicios correspondientes.

En algunos hospitales y centros de salud se ha verificado niveles críticos de desabastecimiento de medicamentos vitales y esenciales, así como de insumos y materiales médico quirúrgicos, lo que arriesga la salud de la población hondureña.

Si bien en algunos hospitales ha mejorado el trato del personal de seguridad, médicos y enfermeras hacia las personas que requieren atención y servicios de salud, aún se necesita afirmar una relación de calidez y trato humano hacia los pacientes y sus familiares.

Pese a que la mayoría de accesos a los hospitales y a salas especializadas, así como la movilización interna es adecuada, aún existen muchas barreras arquitectónicas que dificultan la accesibilidad de personas con discapacidad y adultos mayores, entre otros.

Casi en la mitad de las salas especializadas inspeccionadas a nivel nacional, no cuentan con mobiliario y equipo adecuado, tales como sillas y camas en buenas condiciones. Se ha podido observar personas atendidas en las sillas de los pasillos de los hospitales. Se notificó al CONADEH que una de las principales razones por las que muchas de las personas que ingresan al Hospital no son atendidas o tienen que esperar largas horas o días para ser atendidos, es por la falta camas.

Para atender la creciente demanda de personas con problemas de salud, hay falta de personal médico especializado y de enfermería; mal funcionamiento de equipo hospitalario, falta de espacios y de provisión de alimentos nutritivos para los hospitalizados.

Con todo ese escenario planteado, es importante recomendar, de manera preliminar, que se fortalezca el presupuesto asignado a la salud, la rectoría del sistema de salud, la capacidad de gestión del sistema y la administración del recurso humano.

Que se revise la Ley de Contratación del Estado e introduzca un capítulo especial sobre la adquisición de medicamentos e insumos médicos y quirúrgicos para el sistema público de salud. Asegurar normativamente buenas prácticas de préstamos de urgencia entre hospitales y centros de salud, evitando así, en varios casos, la expiración de las fechas de uso recomendable. Planificar la forma de evitar que se produzcan desabastecimientos de medicamentos esenciales, en un porcentaje inferior al 75%, y de contar siempre con medicamentos vitales.

Aplicar, conforme a nuestra realidad y a partir de ella, los programas de salud elaborados por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como los objetivos y metas correspondientes de salud de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.

Es importante tomar en cuenta que el derecho humano a la salud es inalienable e inherente a todas las personas en igualdad de oportunidades y sin discriminación alguna. Este derecho asegura a los habitantes la protección de la salud física y mental, así como el acceso a servicios de prevención y curación al más alto nivel de bienestar integral, biológico, psicológico, social y ecológico. 

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