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Trump advierte del fin de la civilización europea y promete liderazgo de EEUU en América

Washington – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó la estrategia de política exterior y de seguridad nacional para su segundo mandato, en la que advierte sobre el posible fin de la civilización europea debido a sus políticas migratorias y promete consolidar el liderazgo de Washington como superpotencia, especialmente en Latinoamérica.

El documento de 33 páginas, publicado al inicio de cada Administración, es descrito por Trump como una «hoja de ruta» para garantizar la supremacía estadounidense y pone al país norteamericano en el centro de los esfuerzos por lograr la paz y estabilidad mundiales.

El «fin de la civilización» europea

En una dura diatriba sobre las políticas migratorias y la supuesta censura en la Unión Europea (UE), el Gobierno de Trump hace eco de las teorías de la ultraderecha y advierte del posible «fin de la civilización» europea dentro de dos décadas o menos.

El documento considera que a largo plazo varios miembros de la OTAN se convertirán en países «de mayoría no europea», lo que abre el debate sobre si deberán seguir en la Alianza y mantener las relaciones actuales con Estados Unidos.

«Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su confianza en sí misma como civilización y que abandone su fallido enfoque en la asfixia regulatoria», apunta.

El Gobierno de Trump reivindica en el documento sus esfuerzos para poner fin a la guerra de Ucrania, un conflicto que, afirma, ha tenido un «efecto perverso» al incrementar la dependencia exterior de los países europeos, especialmente de Alemania.

 «Es un interés central de los Estados Unidos negociar un cese rápido de las hostilidades en Ucrania, con el fin de estabilizar las economías europeas, prevenir una escalada de la guerra y restablecer la estabilidad estratégica con Rusia», sostiene.

En ese sentido, acusa a algunos líderes europeos de «Gobiernos minoritarios inestables» de intentar sabotear las negociaciones de Washington con Moscú motivados por «expectativas poco realistas sobre la guerra».

La Doctrina Trump para Latinoamérica

El informe anuncia el restablecimiento de la Doctrina Monroe de 1823 para consolidar a Estados Unidos como el principal poder del continente americano y evitar la presencia de fuerzas externas, una velada referencia para China, Rusia o Irán.

En ese sentido, describe un «reajuste» de la presencia militar estadounidense en Latinoamérica y el Caribe para contrarrestar la migración irregular y el narcotráfico.

Desde el pasado verano, Trump ha desplegado un fuerte poderío naval en la región y ha destruido una veintena de embarcaciones cerca de Venezuela y Colombia, matando extrajudicialmente a más de 80 personas a las que considera «narcoterroristas».

Ello ha disparado la tensión con el Gobierno de Nicolás Maduro, a quien Washington considera el líder del Cartel de los Soles, a medida que aumentan los rumores de un posible ataque contra territorio venezolano.

«Estados Unidos debe ser la potencia preeminente en el hemisferio occidental como condición para nuestra seguridad y prosperidad, una condición que nos permite actuar con confianza donde y cuando sea necesario en la región», relata el documento.

La disuasión para evitar conflicto en Taiwán

La Casa Blanca establece como una de sus prioridades impedir un conflicto con China en el estrecho de Taiwán, subrayando que mantener la superioridad militar es «fundamental para evitar cualquier agresión».

Aunque el informe mantiene la ambigüedad de Trump respecto a una intervención directa en caso de que Pekín invadiera la isla, enfatiza que «la defensa de Taiwán forma parte de los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos».

También propone «reequilibrar» la relación económica y comercial con China para que resulte “mutuamente ventajosa” para ambas superpotencias.

El documento fija como objetivo que la economía estadounidense pase «de los 30 billones de dólares en 2025 a los 40 billones en la década de 2030».

La estrategia sostiene que Oriente Medio ya no debe dominar la política exterior estadounidense, puesto que la región ha dejado de ser “el potencial foco de una catástrofe inminente que fue en el pasado”.

Afirma que Irán quedó «gravemente debilitado» tras el bombardeo estadounidense contra sus centrales nucleares el pasado junio.

Asimismo, señala que el conflicto entre Israel y Palestina continúa siendo «espinoso», pero destaca que ha habido «avances hacia una paz permanente» gracias al alto el fuego en Gaza alcanzado por Trump en octubre. EFE

(vc)

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