Ginebra – La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este lunes de que los recortes en la ayuda internacional han reducido los servicios médicos esenciales de algunos países en hasta un 70 % y urgió a los Estados a hacer lo necesario para invertir más en sus sistemas nacionales de salud.
La organización prevé que para el final de 2025 la ayuda externa a la salud habrá sufrido una caída de entre el 30 y el 40 % con respecto a 2023, lo que ha impactado en la reducción de servicios de maternidad, vacunación, preparación ante emergencias sanitarias y vigilancia de enfermedades, además de provocar la pérdida de empleos en el sector de la salud en más de cincuenta países.
Los recortes de fondos de este año, advirtió la OMS en un comunicado, han empeorado años de persistentes dificultades en la financiación sanitaria de los países por el aumento de la deuda, la inflación, la incertidumbre económica, los presupuestos infrafinanciados, el elevado pago que la gente debe haber de su bolsillo para obtener atención sanitaria y la fuerte dependencia de la ayuda externa.
«Pero en la crisis yace una oportunidad para que los países hagan la transición de la dependencia de la ayuda hacia la independencia sostenible, basada en recursos nacionales», subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Para ello, la OMS propuso a los países que prioricen el acceso a la salud de los más pobres, que protejan los presupuestos de sanidad incluso en momentos de crisis, que mejoren sus procedimientos de compras públicas para reducir gastos, que utilicen la financiación que puedan seguir recibiendo para reforzar la atención primaria de salud y que usen las tecnologías sanitarias para priorizar servicios con el mayor impacto por dólar gastado.
Como ejemplo de estas medidas, la OMS puso el ejemplo de Kenia, Nigeria y Sudáfrica, que tras sufrir los recortes de la ayuda externa (principalmente la financiada por Estados Unidos) decidieron asignar fondos nacionales adicionales a la sanidad o están esperando el apoyo parlamentario para hacerlo, con 200 millones de dólares (173 millones de euros) en el caso de Nigeria.
También destacó el caso de Ghana, que eliminó el tope del impuesto especial asignado a su aseguradora nacional de salud, lo que aumentó el presupuesto en un 60 %, y el de Uganda, que ha establecido una agenda política definida para integrar de forma más eficiente los servicios y programas de salud. JS




 




