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Sureños azotados por “tormenta” de promesas sin cumplir

Tegucigalpa – Las promesas del Gobierno por mejorar el sur de Honduras han quedado en el olvido. Las mismas se acumulan como gotas de agua en una tormenta, las inversiones millonarias en el sector se desvelan casi como nulas con el inicio de la temporada de lluvias, debido una vez más a la alta vulnerabilidad de los departamentos de Choluteca y Valle.

Las inundaciones en el sur de Honduras son una tragedia que cada año se reedita, pero lo que los ciudadanos de este sector del país ven con alta preocupación es que su historia de vulnerabilidad se repita con el inicio de cada temporada de lluvias.

La presidenta Xiomara Castro anunció al inicio de su gobierno obras para acabar con la vulnerabilidad en la zona, pero a estas alturas los habitantes siguen sufriendo los mismos efectos que ocasiona la temporada lluviosa. 

Se invirtieron 53 millones de lempiras en la construcción de bordos y un vado, pero las obras no sirvieron para contener las inundaciones y las comunidades del sur continúan siendo anegadas e incomunicadas por las lluvias.

Ver: Nuevamente inundada la comunidad de El Cubulero por desbordamiento del Río Goascorán

En las últimas semanas, una serie de intensas lluvias ha transformado los departamentos sureños de Choluteca y Valle en escenarios de caos y desesperación, dejando a cientos de familias damnificadas y comunidades enteras aisladas.

Desde finales de septiembre, las precipitaciones provocadas por una vaguada y altos niveles de humedad han causado desbordamientos de ríos, inundaciones masivas y daños estructurales, exacerbando la vulnerabilidad de una región ya propensa a eventos climáticos extremos.

Actualmente la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) mantiene a los departamentos de Valle y Choluteca en categoría de Alerta Amarilla, debido a las intensas lluvias.

Causas

En conversación con Proceso Digital, el especialista en medio ambiente y miembro de la Coalición Ambiental de Honduras, René Soto, señaló que la zona sur es la parte baja de varias cuencas hidrográficas, entre ellas el río Choluteca, el río Goascorán, la cuenca del río Nacaome, Sampile y la cuenca de río Negro, ésta región cada año se verá sometida a inundaciones recurrentes por varias razones como  la expansión de las zonas residenciales, la disminución de las áreas verdes, el aumento de la superficie lisa (techos de las viviendas, calles y avenidas…etc.), la obstrucción de los sistemas de alcantarillado en las calles y la tala del bosque en la periferia para uso doméstico.

Ver: Zona sur de Honduras altamente afectada por las lluvias

También son causantes las actividades agrícolas en la cuenca media, como los monocultivos, la destrucción del cauce natural de los ríos en cuanto a su ancho y profundidad por la extracción de miles de metros cúbicos de arena y grava, lo que provoca la acumulación de miles de metros cúbicos de agua evitando su recorrido en una forma normal y especialmente por la destrucción del bosque de galería que evita que los caudales adquieran velocidades mayores a los normales.

La situación es preocupante, por el tema del cambio climático, que más tarde o temprano vendrá otro fenómeno como el huracán Mitch, el cual ya cumplió su ciclo recurrente de 25 años, reflexionó.

Gobierno no lo toma en serio

Para el ambientalista, el Gobierno no toma en serio este tipo de problemática, pese a que en campaña promete innumerables soluciones.

Desafortunadamente, hasta la fecha ningún gobierno lo está tomando con la seriedad del caso, lo que implica para los habitantes de la región sur entre otras cosas: pérdidas financieras importantes al dañarse los cultivos agrícolas e infraestructuras, pérdida de vidas humanas, proliferación de vectores contaminantes, destrucción de vías de comunicación, desesperación en la población y destrucción de ecosistemas importantes que tienen relación con la generación de bienes y servicios, dijo el experto a Proceso Digital.

Cada año que pasa los recursos naturales de la nación son afectados y al parecer es un tema desconocido por la clase política que nos mantiene en la cola de los países subdesarrollados, siendo una región rica en recursos y con enormes potencialidades, si en verdad se pensara en el bien común de los hondureños y no en un fin muy particular que nos sigue llevando a arenas movedizas, razonó.

Ver: El mar se traga comunidades costeras del sur de Honduras

“El gran problema está allí y nadie lo menciona, será que hablaremos de esto cuando tengamos cientos de muertos por una gran inundación…ojalá que no ocurra, son vidas inocentes que no tienen la culpa de la irresponsabilidad gubernamental”, acentuó.

Ver: Colapsa histórica iglesia La Merced en Choluteca producto de las lluvias

Nuestra clase política debe de volver a las aulas para educarse en temas de realidad nacional y su vínculo con el tema ambiental, a efecto de que hagan propuestas de desarrollo congruentes, y que no caigan en el ridículo prometiendo cosas que no son realizables en periodos de 4 años, deben de estudiar el tema ambiental, y en base a este conocimiento planificar el desarrollo de la nación a largo plazo para generar un crecimiento real, dijo.

Falta de inversión

Por su parte, el alcalde de Alianza, Faustino Manzanares, señaló que se requiere una inversión de al menos 50 millones de lempiras para apaciguar el impacto de las inundaciones y desbordamiento del río Goascorán en el sector de El Cubulero y la costa de los Amates.

Recordó que la Cooperación Suiza realizó un estudio del diseño de obras que mitigaran las inundaciones en El Cubulero y la costa de los Amates.

Ver: Sequía en sur de Honduras en verano afecta a azucareros y otros productores

“Se necesita una fuerte inversión, el estudio determinaba 50 millones de lempiras que amortiguaba un poco la situación en el río Goascorán”, manifestó el edil de Alianza.

Sin embargo, indicó que el estudio de la Cooperación Suiza no fue tomado en cuenta por parte de los técnicos del gobierno cuando hicieron obras de bordos y el vado inundable, revelando que fue una inversión de 53 millones de lempiras.

Impacto Humano

Entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre, las autoridades reportan al menos 141 familias afectadas, de las cuales 123 resultaron damnificadas y 10 fueron evacuadas de emergencia. Cuatro personas han perdido la vida en incidentes relacionados con las inundaciones, mientras que comunidades enteras han estado parcialmente incomunicadas debido al colapso de puentes y caminos anegados.

Ver: Autoridades hondureñas buscan a dos desaparecidos por lluvias que dejan cuatro muertos

En el municipio de Alianza, Valle, 16 comunidades quedaron aisladas tras el desbordamiento del río Goascorán, dejando a residentes sin acceso a suministros básicos como alimentos y medicinas.

Ver: En el sur de Honduras es malo si llueve poco o mucho por el cambio climático

En El Cubulero, Alianza, las familias claman por «soluciones reales» ante inundaciones recurrentes que se repiten con cada tormenta. Las calles inundadas ya forman parte de un paisaje que cada año se repite en este sector del país

Tragedia recurrente

Estas inundaciones no son un evento aislado; Honduras, con su exposición a huracanes y lluvias torrenciales, enfrenta desafíos crónicos en gestión de riesgos.

Expertos advierten que sin inversiones en drenajes, reforestación y alertas tempranas, eventos como este se repetirán con mayor frecuencia.

Para los habitantes de Choluteca y Valle, la prioridad ahora es la recuperación, pero el llamado es claro: es hora de pasar de la reacción a la prevención. PD

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