Roma – Más de 466 millones de niños reciben comidas escolares a través de planes financiados por los gobiernos, entre ellos 78,5 millones de menores que viven en América Latina y el Caribe, revela un informe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas publicado este miércoles.
En solo cuatro años se ha registrado un aumento de 80 millones o un 20 % más de menores beneficiados, cuyo mayor número se concentra en Asia Meridional, con 138 millones, por delante de América Latina, según la última edición del informe bianual ‘El estado de la alimentación en el mundo’.
Les siguen África Subsahariana (71,5 millones), Asia Oriental y el Pacífico (62,5), Europa y Asia Central (60,5), Oriente Medio y el Norte de África (34,5) y América del Norte (31,5).
Además, la financiación mundial para estos programas se ha más que duplicado en los últimos cuatro años, pasando de 43.000 millones de dólares en 2020 a 84.000 millones en 2024, con el 99 % de los fondos procedentes de presupuestos nacionales.
«El progreso está ocurriendo donde más se necesita, ya que los países de bajos ingresos han aumentado el número de niños que reciben comidas escolares en un 60 % tan solo en los últimos dos años», se indica en el documento.
África lidera el crecimiento con 20 millones de nuevos beneficiarios, especialmente en países como Kenia, Madagascar, Etiopía y Ruanda.
La Coalición de Comidas Escolares, presidida por Brasil, Finlandia y Francia y apoyada por el PMA, agrupa a más de 100 gobiernos y ha sido clave en la expansión de estos programas.
Según los últimos datos, dos de cada tres niños recientemente incorporados al programa se encuentran en países miembros de la red.
En el informe también se subraya que los programas de alimentación escolar no solo son la red de protección social más grande del mundo, sino también una inversión altamente rentable: por cada dólar invertido se generan entre 7 y 35 dólares en beneficios económicos.
El PMA concluye que estos programas pueden actuar como «catalizadores» para el desarrollo de sistemas alimentarios locales sostenibles, al tiempo que promueven dietas saludables, benefician a pequeños agricultores y contribuyen a reducir las emisiones de carbono.
Asimismo, se estima que proporcionar comidas escolares a 466 millones de niños genera unos 7,4 millones de empleos de cocina, además de puestos en logística, agricultura y cadenas de suministro, impulsando tanto empleos directos como indirectos.
El PMA apoya a los gobiernos para alcanzar a 139 millones de niños y entrega directamente comidas escolares a otros 21 millones. EFE
(vc)