Tegucigalpa – Los grupos de narcotraficantes se han reagrupado y han vuelto a estructurar sus negocios en el país, en un franco desafío al gobierno y una amenaza a la sociedad, por las consecuencias que genera su negocio criminal.
– El gobierno anuncia un golpe de timón para enfrentar la criminalidad.
-Hasta mediados de este año, Fusina había incautado 2.2 toneladas de droga, entre las cuales figuraban 455 kilos de cocaína pura.
Así lo afirman conocedores involucrados en investigaciones sobre el tema además de que se colige luego que en menos de una semana las fuerzas de seguridad del Estado encontraron dos avionetas operables, así como tres inservibles en el sector de Las Marías en Brus Laguna, en La Mosquitia hondureña y de las decenas de pistas clandestinas de aterrizaje que cotidianamente son destruidas por las fuerzas del orden.
Las cinco aeronaves localizadas por la Fuerza Aérea en sus patrullajes de vigilancia en la zona evidencian que los grupos de narcotraficantes se han recompuesto tras fuertes golpes a las organizaciones de transportistas de cocaína y otras drogas que han sido desactivadas en los últimos cinco años, así como las extradiciones de grandes capos de la droga y las entregas forzadasde muchos otros.
Pero tras una etapa de intensos ataques, los criminales volvieron a reagruparse y comenzaron a operar como en el pasado.
Los herederos de los jefes criminales o sus sucesores han vuelto a activarse, lo que conlleva a que el Estado vuelva a replantearse la lucha contra esta actividad criminal, que desafía las políticas implementadas hasta la fecha.
Ante ello el presidente hondureño Juan Orlando Hernández haanunciado un giro en la estrategia del país para combatir estas mafias.
De su lado el Ministerio Público hondureño afina la ruta que mantendrá en los próximos cinco años para no dejar ni a sol ni a sombra la guerra frontal que le ha dado frutos al desmantelar estructuras criminales de gran calado confió a Proceso Digital una fuente que trabaja en el plan y que observa con preocupación el repunte en el tráfico de las drogas a través de territorio hondureño.
Narcopistas
La destrucción de Áreas Clandestinas de Aterrizaje (ACA)han aumentado es el primer semestre de este año, ya que se han destruido 33, de las cuales 32 fueron en La Mosquitia y otra en Cortés.
El incremento de narcovuelos y la destrucción de narcopistas ocurren cuando se informa que en Colombia aumentaron en 11 por ciento los cultivos de coca y la producción de cocaína tuvo un alza del 19 por ciento, ambos datos del año pasado, según la Oficina de Política Nacional para el Control de Droga de Estados Unidos.
Simultáneamente, las autoridades hondureñas localizaron en abril de este año una plantación de 14 hectáreas de coca, en una variedad con características especiales para adaptarse a tierras catrachas y un narcolaboratorio.
La detección se realizó en el departamento de Olancho, considerado uno de los bastiones de los grupos de narcos y donde la violencia también ha mostrado un repunteen las últimas semanas.
Replantear estrategia
Ante los escudos marítimo, naval y terrestre que implementó Honduras años atrás, los narcos han creado nuevas rutas de vuelos y el propio presidente Juan Orlando Hernández manifestó recientemente su preocupación en cuanto a que ahora utilizan más el océano Pacífico, con lo cual la zona sur del país se ve amenazada.
El mandatario dijo que tanto Honduras como Estados Unidos, el principal mercado donde se dirige la droga que viene de Sudamérica, trabajan para frenar el resurgimiento del narcotráfico en La Mosquitia.
El giro de timón obliga al gobierno a no abandonar los escudos, pero si a modificar la estrategia de lucha contra los grupos transnacionales que trafican droga.
Las instrucciones son claras, precisas y dirigidas a los responsables de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), que de inmediato ha comenzado a ajustar los planes operativos para cumplir la misión que rinda los objetivos trazados en la nueva estrategia.
El portavoz de Fusina en Tegucigalpa, teniente José Coello, indicó que se van a
fortalecer las operaciones en el marco de los escudos terrestre y marítimo, lo que se implementará a través de la logística, el recurso humano y las nuevas fuerzas que va a integrar la fuerza interinstitucional y que se integrarán en la lucha contra el narcotráfico, así como las actividades que se derivan de ese accionar y que son generadoras de violencia.
¿Hasta dónde va la nueva estrategia antidrogas en Honduras?, es una pregunta que la sociedad civil hondureña se hace a partir del anuncio del presidente Hernández posiblemente ajustada a nuevas políticas regionales en el Triángulo Norte de Centroamérica.
Fallas tecnológicas
Según el exgeneral de las Fuerzas Armadas, Luis Alonso Maldonado Gáleas, hay fallas tecnológicas respecto a los radares, sus alcances, la permanencia en la funcionalidad de estos y el intercambio de información entre agencias internacionales.
“Alguno de los aspectos falla y por lo tanto esta actividad va a ser permanente de parte de la narcoactividad para utilizar el territorio nacional como parte logística en el tránsito de la droga”, argumentó.
Aclaró que eso no significa que los escudos estén fallando totalmente, ya que efectivamente se ha disminuido la frecuencia y la cantidad de aeronaves aterrizando en el territorio nacional, pero eso no excluye que haya fallas en el sistema.
Advirtió que “cuando una persona de poder es influenciada por amenazas o por la compra de su voluntad, ésta se encarga de transferir ese costo a sociedad y a veces hay relaciones directas entre los carteles y los grupos sociales que sirven como receptores, creando las condiciones apropiadas para que esas aeronaves aterricen sin ningún problema”.
Argumentó que las políticas de seguridad fallan en el sentido que la capacidad de cobertura para poder controlar esos niveles de participación de la sociedad no es suficiente y la contaminación también de la sociedad, en regiones como la Mosquitia, los departamentos de Colón, Cortés y Copán, entre otros; son parte del éxito de las operaciones de los carteles del narco, por lo tanto, la capacidad de cobertura de las agencias de gobierno no es suficiente.
No obstante, el portavoz del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, capitán de navío, José Domingo Meza, indicó que el trabajo que se hace mediante los escudos aéreo, marítimo y terrestre, es constante y fuerte.
Añadió que el concepto operacional consiste en patrullajes marítimos y aéreos que se realizan permanentemente.
Lucha frontal
Honduras adquirió en febrero de este año un moderno buque para fortalecer el escudo marítimo en contra del narcotráfico en la zona de la Mosquitia, pero según los expertos, los vuelos rasantes nocturnos hacen casi imperceptibles lar operaciones aéreas del narco.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general René Ponce Fonseca, aseguró que “nuestra lucha contra el narcotráfico es frontal, ahorita para este caso hemos fortalecido el escudo terrestre. Los radares de la zona están trabajando y de igual forma los retenes y patrullajes a lo largo y ancho de la selva de La Mosquitia”, afirmó el jerarca castrense.
Añadió que el buque recién adquirido en Colombia está activo, fortaleciendo las operaciones marítimas para control de narcotráfico y la ayuda social para la zona de La Mosquitia. Dijo que la unidad utiliza equipo para operaciones nocturnas, vehículos todo terreno, valorados en 1.2 millones de dólares.