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Olancho: tres mil muertos en una década de violencia sin fin

Tegucigalpa – Las cosas no van bien para los olanchanos. La vorágine de violencia marcó al departamento más grande de Honduras, desde el primer día de 2025, con el primer femicidio del año, un hecho ocurrido en Catacamas, el bastión de la familia presidencial: los Zelaya Castro.

Angie Nicolle Rivera Galeano, una joven madre de apenas 20 años, perdió la vida a manos de la persona con quien creía iba a pasar los últimos días de su vida, su pareja sentimental. El hombre la atacó en horas de la noche cerca del mercado municipal y huyó de la escena del crimen junto a su bebé.

La joven se convirtió en la primera muerte violenta que registra Olancho en 2025, generando repudio entre los catacamenses, pero no es el único municipio donde la sangre ha enlutado a los olanchanos. Al 23 de febrero, son 37 los homicidios registrados en Olancho, únicamente superado por los 42 registrados en Francisco Morazán, aunque la población del último es mayor.

La cifra sigue siendo menor que la registrada en 2024 a la misma fecha, cuando, según los registros públicos de la Policía Nacional, publicados a través del Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) murieron de forma violenta 38 personas, uno más que este año.

En 2025, cuatro de los 20 municipios más violentos del país, están en Olancho: Catacamas, 14 muertos, el tercer municipio con más violencia de Honduras, antecedido por el DC, con 36 y San Pedro Sula 18, según datos de Sepol.

La cabecera departamental por su parte está en el noveno lugar, con siete muertos este año; el número 15 lo ocupa el municipio de Dulce Nombre de Culmí con cinco muertes; Guata, en el norte de Olancho donde este año ha sido escenario de cuatro homicidios, está en el puesto 18.

La violencia en el municipio de Catacamas, motivó al medio argentino INFOBAE a dedicarle un reportaje que se tituló “Qué pasa en Catacamas, el nuevo kilómetro cero del narcotráfico y la muerte en Honduras”.

Una década de sangre

En 2024, Olancho reportó 264 muertes violentas, siendo precisamente el municipio de Catacamas el más violento, con 74 homicidios, seguido de Juticalpa con 64 muertos, Patuca 19, Culmí 17 y San Esteban 12.

El año pasado, no hubo ni un municipio olanchano que no registrara homicidios, según los registros de Sepol.

En 2013, la cifra fue de 54 homicidios. Hace 10 años, es decir en 2015, fueron 39.

En tres años y 54 días (al 23 de febrero) de la administración del Partido Libertad y Refundación (Libre), cuna de la pareja presidencial, las cosas no van bien para los olanchanos, que han llorado a 965 muertos.

En 2022, el primer año del gobierno de Xiomara Castro ha sido el más mortal en Olancho de los últimos 11 años y 54 días, ese año Sepol registra 355 muertes violentas.

Al compararlo con los primeros tres años y 54 días la administración del primer periodo de Juan Orlando Hernández, los olanchanos lloraron a 644 seres queridos, es decir 321 personas menos que en la administración de Xiomara Castro, en el mismo periodo.

En tanto, en el segundo periodo de Hernández, las muertes violentas en los primeros tres años y dos meses, fueron 860. Al comparar los tres periodos, la huella de sangre que ha dejado la violencia en Olancho es de 2 mil 469 personas.

Si la suma es desde el 2014, hasta el 23 de febrero, fecha en que Sepol tiene registros actualizados, la estela de muertes violentas en Olancho ronda los tres mil, específicamente 2 mil 946.

Al hacer este recuento de sangre es preciso recordar que Olancho es la cuna de tres de los últimos cuatro expresidentes de Honduras, si tomamos en cuenta que la actual, Xiomara Casto y el exmandatario Porfirio Lobo, han residido la mayor parte de su vida en el vasto departamento. Manuel Zelaya nació ahí.

Febrero violento

La cadena de atentados que ocurrió entre el 14 y el 15 de febrero, que dejó al menos siete muertos y al menos una docena de Honduras, trajo a la memoria de los catacamenses la época del auge de narcotráfico, entre el 2007 y el 2013, cuando las avionetas circulaban a diario, las masacres se habían convertido en el diario vivir y el fuego cruzado no respetaba ni horario ni sitio.

La noche del 14 de febrero, un pistolero entró en un bar y comenzó a disparar, matando a cuatro personas en el lugar. El modus operandi se repitió en otras tres cantinas y en una barbería, todo esto en menos de 24 horas.

Tras el incidente del día del amor y la amistad, el alcalde Marco Ramiro Lobo dijo que en Catacamas “ya nos estamos acostumbrando a solo levantar cadáveres, llevarlos a la morgue y entregarlos a sus familiares”.

El despliegue policial continúa en la ciudad tras los recientes incidentes, donde cinco ataques, ocurridos en menos de 24 horas, acorralaron a la población, encerrando en sus casas y dejando las calles totalmente desoladas.

“En ese fin de semana daba miedo salir incluso a la pulpería, estos tiroteos pasaron en pleno centro, cerca de la iglesia, del centro comercial, así como pasaba hace unos 15 o 20 años que los enfrentamientos ocurrían en pleno mercado o en las gasolineras”, recordó una olanchana.

La mujer recordó que en 2009 enterraron una avioneta en un campo de fútbol en San Pedro de Catacamas, una aldea ubicada a unos 15 kilómetros de El Carbón, donde la familia presidencial tiene su residencia de descanso.

Violencia generalizada en el departamento

El diputado liberal Samuel García García dijo que la violencia que sacude el municipio de Catacamas, también se vive en todo el departamento de Olancho y señaló que la misma está vinculada al trasiego de droga.

“Hay mucha criminalidad, aparecen muertos en algún lugar, en caminos, en carreteras, acribillados a balazos dentro de un carro. Es lamentable lo que está pasando, la violencia está creciendo cada día más en el departamento”, lamentó al destacar que el esfuerzo que realiza la Policía se queda corto.

García dijo que en Olancho nunca se había vivido una ola de criminalidad tan fuerte en menos de 24 horas, y “realmente el origen de toda esta situación, todos conocemos que Olancho ha sido precisamente un lugar de trasiego de droga, además del crimen organizado”.

Muertos sí, decomisos de droga no

Pese a que, como señala el diputado García “lo que se dice en la vox populi, lo que escuchamos que es peleando territorio, en cuestiones de droga”, de acuerdo a los recuentos de Proceso Digital en 2024, un año récord de decomiso de droga, ninguna operación fuerte se realizó en Olancho.

El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, fiel defensor del estado de excepción al que le adjudica el decomiso de unas 15 mil armas de fuego y la incautación de más de 26 toneladas de cocaína.

Los datos oficiales confirman que el 2024 fue un año récord en incautaciones de cocaína, ya que ni en los tiempos que afloraron los más prolíficos cárteles de la droga se habían decomisado más de 25 toneladas de cocaína.

Un escenario que no ocurrió en 2012 cuando el país se convirtió en el más violento del mundo con una tasa de 86 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Solo en Olancho, según el Observatorio Nacional de Violencia del Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad (IUDPAS) de enero a diciembre de 2012, el departamento de Olancho alcanzó una tasa de 92.5 pccmh con 491 homicidios.

Aunque las cifras de homicidios actuales distan de las registradas en la época más fuerte del narcotráfico en el departamento que inspiró la obra del poeta Froylán Turcios, con 37 muertes este año, más de 950 en lo que va de la administración de la presidenta Xiomara Castro y cerca de tres mil en la última década, lo cierto es que las cosas no van bien para los olanchanos. PD

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