Tegucigalpa – Los vientos políticos hondureños han cambiado de rumbo en los últimos meses y parecen soplar hacia Pekín. Se han intensificado en la primera semana de enero del nuevo año, provocando ya reacciones mediáticas y también movimientos tras bambalinas.
El anuncio hecho por el canciller Enrique Reina el primer día del año al dar a conocer que sostuvo una reunión con el vicecanciller de China, Xie Feng, en el marco de la toma de posesión del presidente Lula da Silva en Brasil, misma que definió como “primer contacto”, desató del lado del oficialismo, sus figuras apoyarán el establecimiento de relaciones con Pekín. En tanto del lado de los partidos opositores y observadores independientes llamaron a la prudencia y a recordar los más de 80 años de vínculos con Taipei.
Aunque el canciller Reina indicó que el encuentro era para solicitar ayuda a China para financiar la construcción de la represa Patuca II, recordando que de hecho Pekín ya hizo lo mismo con la hidroeléctrica Patuca III en 2011. Está última represa está en funcionamiento y tiene capacidad para generar 103 megas.
El expresidente Manuel Zelaya, asesor de su esposa la mandataria Xiomara Castro, se manifestó este fin de semana a favor de ampliar las relaciones con el gobierno chino. “Necesitamos toda relación internacional que tenga reciprocidad”, indicó Zelaya antes del encuentro con la dirigencia de su partido Libre.
Patuca III tuvo un costo superior a los 500 millones de dólares y fue financiada por China. Una empresa pekinesa tuvo a su cargo la construcción de dicha central eléctrica.
Pero el jefe de la diplomacia hondureña señaló que buscan con el gigante asiática relaciones comerciales y de inversión, lo que indudablemente llevará al tema político.
Además de la serie Patuca en generación eléctrica, Honduras busca el financiamiento y construcción de las represas de Jicatuyo, Los llanitos en la ribera del río Ulúa, las cuales servirían de control de inundaciones para el Valle de Sula.
La otra represa es El Tablón, localizada en la cuenca del Río Chamelecón y que también cae al Valle de Sula.
Comercio e inversión
A pesar de que Honduras mantiene vínculos con Taiwán por más de 80 años, el comercio entre las mismas ha sido mínimo, de hecho los pekineses han desplazado a sus pares isleños desde hace años.
Honduras compra más a China y a Taiwán de lo que les vende. El 2021 las importaciones de Pekín fueron de 2,100 millones de dólares, la segunda nación a la que más compró el país, superado únicamente por Estados Unidos donde se importaron bienes y servicios por 4,395 millones de dólares.
Mientras de Taiwán se adquirieron bienes por 86 millones de dólares. Guatemala es el tercer país donde Honduras realiza más compras con 1,428 millones de dólares.
En el apartado de las exportaciones, Honduras apenas vendió 14 millones de dólares a China, aunque ese dato del 2022 es bajo cuando a inicios del presente siglo se llegaron a exportar hasta 100 millones de dólares, pero las ventas mineras cayeron tras las protestas de la población por la extracción que se hizo en varias zonas mineras.
Mientras a Taiwán se exportan bienes por 75 millones de dólares.
Estados Unidos es el principal receptor de exportaciones hondureñas por un monto de 1,624 millones de dólares, de acuerdo a la memoria del Banco Central de Honduras de 2021.
En ese apartado, la economía de Estados Unidos sigue siendo la principal ancla del país, ya que además de las exportaciones, Honduras recibe más de 8 mil millones de dólares por envío de remesas.
Representación
China y Taiwán se disputaron a lo largo de décadas la representación de la nación china ante el concierto mundial. Pekín no acepta compartir esa representación, de tal manera que los países deben elegir entre Pekín y Taipei para tener una relación diplomática. Ningún país puede tener con ambas.
La mayor parte del mundo ha elegido a China, regida por el Partido Comunista, en detrimento de Taiwán que apenas la reconocen un poco más de 20 naciones, la mayoría países pobres e insulares.
En Centroamérica, Honduras, Guatemala y Belice, reconocen a Taiwán, mientras El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá tienen a China como la representante oficial. Otras naciones del continente son Haití, Paraguay y las pequeñísimas islas caribeñas de Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, así como San Cristóbal y Nieves, reconocen a los taiwaneses.
China busca superar a EEUU en influencia
Pero la batalla de Pekín se inscribe en la lucha global por competir en influencia con Estados Unidos justo en lo que históricamente se consideró el “patio trasero” norteamericano, como se les dice despectivamente a las naciones latinoamericanas y el Caribe.
La mayor parte de las grandes naciones latinoamericanas apostaron hace años por tener vínculos con el gigante asiático en detrimento de la pequeña isla de Taiwán.
Y en la última década China ha desplazado a Estados Unidos como primer socio comercial de estas naciones e incluso como primer inversor también, lo que ha provocado que Washington haya visto eclipsada su antes hegemónica influencia.
China ya es el primer socio comercial de Brasil, Argentina, Chile y Perú en Sudamérica. Estados Unidos conserva a México y Colombia como primer socio comercial en Latinoamérica.
«China es nuestro mayor socio comercial y podemos ampliar aún más las relaciones entre nuestros países», aseguró Lula da Silva tras recibir su tercer mandato presidencial en Brasil y reunirse con el vicepresidente chino Wang Qishan.
Asimismo, Pekín es una de las grandes inversoras en Brasil.
Pekín hace uso de su inmensa billetera para financiar proyectos en Latinoamérica, promover inversiones y agilizar el comercio, pero también cuenta en su diplomacia con la absoluta discreción sobre temas de derechos humanos, inclusión, ambiente y políticas de género, algo que Washington y la Unión Europea ponen siempre sobre la mesa.
En cumbre de Celac invitado Xi Jinping
Las naciones que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) fueron convocados a la VII cumbre que se realizará en Argentina el próximo 24 de enero.
La presidenta hondureña Xiomara Castro confirmó la asistencia a la misma.
El mandatario Alberto Fernández, anfitrión del encuentro, informó que invitó al mandatario chino, Xi Jinping, a asistir a la cumbre, lo que significa un gran paso político a nivel de acercamiento de Pekín a la zona antes dominada por Washington. JP