Tegucigalpa – El galopante flagelo de la extorsión ha provocado el cierre de miles de pequeños, medianos y grandes negocios en Honduras.
Se estima que cada tres días se genera el cierre de una pulpería o mini-mercadito en el país, según Adalid Irías, de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Honduras (Aconsumeh).
¿Qué falta para atacar eficazmente el flagelo de la extorsión en Honduras?
— Proceso Digital (@procesodigital) 26 de abril de 2016
“Constantemente se están cerrado pulperías por extorsión, se tienen registradas una docena de pulperías en cada barrio y existen unos 400 en la capital, por lo que se estima que unas siete mil pulperías han cerrado por el flagelo”, señaló.
Aseguró que en algunos casos las personas abandonaron hasta la casa por el hostigamiento que ejercen las organizaciones criminales.
“Los extorsionadores cobran entre 300 a 1000 lempiras dependiendo de la pulpería, si hablamos de un mercadito a estos se les cobra entre dos mil 200 a cinco mil lempiras mensuales”, indicó.
Agregó que la extorsión está cerrando fuentes de empleo y la gente tiene que buscar nuevas formas de vida.
Expertos en el tema de seguridad aseguran que en las últimas dos décadas se cerraron unos 40 mil negocios producto del cobro del mal llamado “impuesto de guerra”.
