
Tegucigalpa. Frente a las nuevas políticas migratorias de la administración Trump, Honduras, así como otros países en desarrollo de Centroamérica, deben enfocarse en adoptar mecanismos más robustos de migración legal que se alineen con la demanda laboral insatisfecha de los países de destino, específicamente Estados Unidos y España. Esta estrategia exige la creación de una nueva institucionalidad, que se puede realizar a través de cinco componentes operativos:
- Fomento de Programas de Trabajo Temporal: Los Estados Unidos y España continúan necesitando mano de obra en diversos sectores, como la agricultura, turismo, construcción y la tecnología de información y comunicación. Cada año, estos sectores requieren nuevos trabajadores para aprovechar las oportunidades de empleo que generan sus economías. Si no se traen nuevos inmigrantes, estas oportunidades se pierden. Por lo tanto, es fundamental establecer acuerdos bilaterales entre Honduras y Estados Unidos, así como entre Honduras y España, para aumentar las visas tipo H-2A y H-2B. Estas visas proporcionan una alternativa legal, temporal, viable y segura para miles de trabajadores hondureños. Que por ser también circular, puede repetirse en cada próximo año.
- Capacitación en Sectores y Temas Estratégicos: Es vital invertir en educación técnica, certificaciones y permisos que respondan a las necesidades del mercado laboral en Estados Unidos y España. Esta inversión debe centrarse en aumentar las oportunidades de migración calificada y planificada, tanto en posiciones de entrada en el mercado laboral, como para funciones más especializadas, que respondan a las demandas temporales del mundo tecnológico de información y comunicación actual.
- Vinculación con la Diáspora: Crear plataformas digitales que permitan a los hondureños y asalariados de otros origines conectarse con oportunidades laborales e inversiones, tanto en su país de origen como en el extranjero. Esta vinculación es esencial para maximizar las oportunidades de empleo y fomentar la inversión en sus comunidades de origen y de las diásporas.
- Fortalecimiento de la Diplomacia Migratoria: A través de sus embajadas y consulados y ONGs privadas, Honduras debe fomentar alianzas con el sector privado de Estados Unidos y de España. Esto incluiría la firma de acuerdos bilaterales que promuevan la movilidad laboral, el reconocimiento de títulos académicos, los de capacitación púlica y privada, y la protección de los derechos laborales de los migrantes temporales.
- Desarrollo de Políticas de Retorno Productivo: Es necesario crear incentivos fiscales y de programas de retorno para los hondureños que regresan a Honduras, tras vivir y trabajar en el extranjero temporalmente y por varios años. Esto no solo debe incluir la inversión del capital financiero remesas financieras, sino además el del «capital de conocimiento o remesas del conocimiento», adquirido por la experiencia laboral, que puede traducirse en emprendimientos e inversiones innovadoras en su país de origen.
Nuevo Enfoque para la Migración Internacional. La Administración Trump busca manejar su segundo mandato presidencial a través de órdenes ejecutivas, que se implementen de manera inmediata y sin sujeción a los otros poderes del Estado. Este enfoque ha generado incertidumbre y una actitud de espera, ya que el cambio prometido no se manifiesta de inmediato, sino que más bien inicia el proceso que con el tiempo, lo construye. Sin embargo, sí abre de inmediato una ventana de oportunidades y plantea un desafío sobre el rol proactivo que debe desempeñar la migración internacional en un país en vías de desarrollo como Honduras.
Para enfrentar estas circunstancias, es fundamental que Honduras adopte un enfoque proactivo en su política migratoria, considerando la autonomía entre sí de los poderes Ejecutivos, Legislativo y Judicial, garantizando que ninguno de ellos esté subordinado a las decisiones de uno o ambos de los otros, y menos del Ejecutivo. Esto se puede lograr a través de:
- Fortalecimiento de la Institucionalidad Democrática: Es necesario promover un diálogo constante y transparente entre los poderes del Estado, donde el Ejecutivo, Legislativo y el Judicial participen activamente en la elaboración de políticas migratorias. Esto exigiría la creación de comités interinstitucionales que supervisen y evalúen las políticas migratorias, asegurando que se respeta la división de poderes en la institucionalidad creada, y los laborales y humanos de los inmigrantes temporales.
- Fomento de la Participación Ciudadana: Impulsar la participación de la sociedad civil en el diseño y seguimiento de las políticas migratorias. Esto no solo permite que se escuchen las voces de los migrantes, descendientes y familiares, sino que también se fortalece la rendición de cuentas y el control en las instituciones participantes.
- Desarrollo de Estrategias de Incidencia Política: Crear plataformas de incidencia que permitan a los ciudadanos y a las organizaciones no gubernamentales presionar a los tomadores de decisiones para que se adopten políticas migratorias más equitativas y justas, que respondan a las necesidades de la población migrante.
Este enfoque integral permitirá que Honduras no solo enfrente los desafíos que plantea la migración internacional, sino que también se aproveche las oportunidades que surgen de ella, buscando un crecimiento más equitativo, tanto en lo económico como en lo social y político. En un entorno tan cambiante como el actual, la resiliencia de Honduras dependerá de su capacidad para adaptarse y proponer soluciones innovadoras que beneficien a sus ciudadanos participes, tanto cuando se encuentran dentro como cuando están fuera del país.