Tegucigalpa. – Por lógica electoral entiendo el proceso -racional (en la mente), sentimental (en el espíritu) y existencial (en el contexto)- en que se basa el elector hondureño para decidir, si en una elección vota o no, y si vota, a favor y en contra quién.
La última elección general, realizada en Honduras el pasado 28 de noviembre fue convocada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a 5,1 millones de votantes, legalmente habilitados para elegir un presidente, 3 designados presidenciales, 128 diputados al Congreso de la República, 298 alcaldes municipales y 20 miembros al Parlamento Centroamericano.
Por razones de espacio, con el título de este escrito solo comentaré 3 elecciones del párrafo anterior: para presidente, Diputados y alcaldes. Comentando cada elección por sus resultados y efectos.
Divido el análisis del título en dos entregas. En esta primera entrega analizaré la elección presidencial del poder Ejecutivo (nivel macro o nacional) y en la segunda entrega la elección de Diputados (nivel medio o Departamental) y de los alcaldes (nivel municipal, de base o local).
El fundamento teórico de ambas entregas es: existe democracia cuando se llega al poder en forma legal y legítima. La legalidad pertenece al orden del derecho positivo y sus normas, contienen la fuerza de ley (es decir generan obligación jurídica). La legitimidad pertenece al orden de la política y de la ética pública (fundamentada en las normas y de las decisiones). El poder político se vuelve ilegítimo cuando para gobernar utiliza mecanismos no autorizados por la Constitución y se adueña del mando gubernamental (ejecutivo-legislativo) sin tener la voluntad del pueblo, expresada por el voto popular en elecciones multipartidistas. Entre los contrarios a lo legal y legítimo se citan: anticonstitucional, ilegal, delito, ilícito, falso, injusto, violento, inseguro, prohibido, clandestino, bastardo, chanchullo, irregular, anormal, violador de derechos humanos, entre otros.
Miro como un observador curioso a las elecciones generales del pasado 28 de noviembre. En mi análisis, aplico también mi condición de sociólogo, lograda por formación y experiencia, con más de 40 años en trabajos de campo. Durante ese tiempo, he diseñado y ejecutado un buen número de investigaciones científicas, en su mayoría analizando programas y proyectos que buscan reducir la pobreza, inseguridad, desunión familiar y otras carencias que padecen las poblaciones examinadas.
Sobre el tema electoral, confieso que no soy un experto, ni pretendo serlo. Por eso, espero que las limitaciones y fallas que tiene este escrito sean fácilmente detectadas y corregidas con futuros artículo por quienes dominan el tema electoral en su triple dimensión: teórica, aplicada y administrativa.
Elección presidencial
Se crea la Alianza
Casi a mes y medio antes de las elecciones generales de Honduras, dos partidos opositores de JOH acordaron el 12 de octubre 2021 unirse en una alianza para sacar del poder al Partido Nacional y proclamar a Xiomara Castro candidata a la presidencia a los comicios generales del 28 de noviembre, 2021. A la unión respondieron el Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Salvador de Honduras/PSH, que preside Salvador Nasralla. El coordinador de Libre es — y sigue siendo– el ex -presidente hondureño Manuel Zelaya (2006-2009).
2. Participación
En Honduras, el Consejo Nacional Electoral (de siglas «CNE») es el órgano principal encargado de la organización, dirección y vigilancia de todos los procesos electorales en sus etapas: desde su convocatoria, conteo de votos y la posterior proclamación de los resultados. El CNE fue creado mediante reformas constitucionales en enero de 2019, suplantando al anterior Tribunal Supremo Electoral.
Según el CNE de Honduras, el 68,1% del total de electores potenciales votó en las elecciones del 28 de noviembre, 2021. Los votantes sumaron unos 3,5 millones, entre los 5.1 millón de electores habilitados para votar. El porciento de abstención fue de casi un tercio, 32% del total. Según prensa local, en la elección general del 2017, la abstención fue mayor, el 44%, de 3, 476, 419 votantes potenciales.
3. Resultados
El domingo 19 de diciembre 2021 concluyó el escrutinio de los votos en el nivel presidencial. Al día siguiente, Xiomara Castro fue oficializada por el Consejo Nacional Electoral de Honduras, como presidenta electa, por 1, 716, 793 de votos a su favor, el equivalente al 51.1 % de los votos emitidos.
En la elección del presidente, el segundo lugar lo obtuvo el candidato oficialista del Partido Nacional, Nasry Asfura, obtuvo 1.229.787 (36,43 %). El tercer lugar lo logró Yani Rosenthal, con el 10% del electorado, con un total de 335,759 votos.
Hubo 2 resultados inesperados en la elección presidencial 2021:
1) la diferencia hizo historia. Me refiero a esos 487 mil votos por los que Xiomara superó a Asfura, el 40% al caudal del número votos que obtuvo Asfura en segundo lugar.
2) la importancia del voto negativo en estas elecciones 2021, que estimo en 500 mil electores. Me refiero a los electores Nacionalistas, Liberales e independientes — que votaron por Xiomara para que no saliera “Papi a la orden”, el candidato oficialista de JOH. Como mi estimado es una hipótesis plausible, donde aún no tengo la evidencia que necesito, dejaré ese tema para el futuro, hasta que tenga las pruebas que necesito.
Efectos
Para el presidente hondureño saliente
El Partido Nacional pierde el poder tras 12 años continuos de ejercerlo. De esos, JOH estuvo ocho al frente de ello, con antecedentes cuestionables desde 1998, año en que empezó su participación en la política nacional, candidato a Diputado por el Departamento de Gracias, se postuló y ganó por 4 periodos consecutivos (1998-2014).
Por las pruebas presentadas en una Corte del Distrito Sur Nueva York, donde Tony Hernández, hermano de JOH, fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Por declaraciones de testigos en ese juicio, el entonces presidente de Honduras fue vinculado a redes de narcotráfico que operaban dentro y fuera del país. Y mencionado además por otros delitos, asociados a actos de gran corrupción y por el tráfico y uso de armas. Esto anticipa que JOH muy probablemente enfrente ser extraditado a EUA, una vez “pase a ser un ciudadano más en la llanura”.
Derivado de lo anterior, el nombre y apellido de JOH ya fue incluido en la Lista Engel, tal como reveló en fecha reciente (07.02.2022) Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, el Canciller de la diplomacia estadounidense.
Aparece en la Lista Engel desde el 1 de julio de 2021, cuando Estados Unidos dio a conocer el primer grupo de sancionados con pérdida de visa americana. Aunque la noticia se publicó el 6 de febrero, 2022 y un día después, Blinken afirmó que JOH, ya siendo Presidente se había involucrado en una corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, que fueron informados en múltiples y creíbles reportes periodísticos.
En la Lista Engel están incluidos los personajes que el gobierno de Estados Unidos ha comprobado como parte de estructuras de corrupción, vinculadas a violaciones de derechos humanos o a golpes contra la democracia.
Se estima que durante las dos administraciones de JOH, las pérdidas por corrupción superaron los 20 mil millones de dólares. En su esquema, la corrupción siguió una ruta pandémica, que en la práctica actuaba en casi toda la institucionalidad del país: se extendió de lo público a lo privado, y al narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado. Ante la ubicuidad lograda, los críticos del sistema hondureño afirmaban: “somos un narco estado”.
Para los detalles de la fortuna de JOH y cómo la hizo, pueden informarse, haciendo clic en este video.
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b. Para Xiomara la presidenta electa
Para la BBC de Londres, su elección fue “un día histórico en unas circunstancias inesperadas e insólitas”. De la cual para este escrito se derivan hechos, desafíos y aclaraciones:
Es la primera mujer que llega a la presidencia de Honduras y la aspirante más votada a la máxima Magistratura de la nación.
El nuevo gobierno de Honduras hereda un país en crisis, corrupto, inseguro por razones naturales y de otra índole; con una economía poco competitiva, de bajo crecimiento, endeudada, con escasa base tributaria para el presupuesto nacional que necesita, con legado de arcas vacías y muy dependiente de las remesas que recibe del exterior.
Para ciertos expertos en la materia, el país es aún “salvable”, si reduce sustancialmente el gasto público, sobre todo en sueldos a la burocracia. Una especie de “un sacrificio generalizado”, que tendría el apoyo popular si empieza por los altos sueldos, gastos y privilegios que tienen los Diputados y funcionarios públicos.
Hay un mandato de cambio para el país, expresado en el amplio margen con que ganó la presidencia del país, aunque hasta hoy, el cambio esperado tiene más preguntas que respuestas.
Los ministros del Gabinete de Xiomara poseen más experiencia técnica y profesional que política. Eso es bueno y malo a la vez, dependiendo en qué se meten, deciden y los resultados e impacto que logran.
Por ideología, la presidenta de Honduras, se definió “de izquierda, socialista democrática”, el 27 de enero, 2022, día de toma de posesión de su cargo. Tal definición necesita compararse con lo que dijo Nasralla, cuando se unió a Xiomara: “restablecer el orden democrático y el estado constitucional en favor del pueblo hondureño”.
La base electoral más sólida la tiene Xiomara en el Partido Libre, el mayor y más popular de la Alianza. La menor la tiene el Partido Salvador de Honduras/PSH, por ideología, hasta ahora, de corte conservador y centrista. Demostrando que la popularidad mediática de Nasralla no se refleja en las urnas.
En el Congreso Nacional la Alianza cuenta con un número insuficiente de Diputados. Necesita un apoyo mayoritario -que no tiene- y para ello necesita aliarse con Diputados de los otros partidos, para lograr “el cambio que anticipa Xiomara”.
El Partido Libre no está unido. Tiene, al menos, dos facciones internas: una mayoritaria que nunca se aliaría con el Partido Nacional, y otra, minoritaria, que sí lo haría. Libre debe superar esa discordia en el Congreso para no perder la aceptación que todavía tiene en el electorado y sociedad del país.
La presidenta arrastra promesas de su triunfante campaña electoral, que ya en el poder, son imposibles de cumplir sin aumentar impuestos.
Ya se anticipan ciertos cambios en la relación bilateral con EUA: más gobernabilidad democrática, menos corrupción y reducir las causas que fomentan la migración irregular de nacionales a UEA.
Ambos gobiernos están dispuestos a instalar en Honduras la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH).
Se espera que en los primeros 100 días de su presidencia Xiomara explique su Plan de Gobierno, con metas de cumplimiento, presupuesto, cómo va a conseguir los fondos que no tiene y cuánto del Plan corresponde al primer año de su gobierno.
Ya Xiomara hizo 3 aclaraciones oportunas: 1) la apertura de relaciones diplomáticas con China continental, por ahora, no urge. 2) Parece no estar obligada a mantener los socios y aliados que tuvo Mel Zelaya, su esposo, cuando era presidente de Honduras (enero 2006- junio 2009) y 3) Pospuso -para una fecha indefinida- la Asamblea Constituyente de cara a la redacción de una nueva carta magna. ¿Son tácticas o estratégica estas aclaraciones? solo el tiempo dirá.