Tegucigalpa – Este 07 de septiembre se conmemora el Día del Taxista Hondureños y los ruleteros lo celebran en medio del acecho del flagelo de la extorsión y del secuestro, este último una nueva modalidad de los grupos criminales para exigir las impositivas cuotas semanales y mensuales.
– Las celebraciones de los ruleteros se han reducido casi a cero ya que parar operaciones para el festejo es un lujo en el país centroamericano.
– Los servicios de VIP también les ha quitado mucho mercado a los ruleteros comunes.
Aunque por muchos años la labor de taxista ha sido ejercida únicamente por hombres, esta realidad cambió con la incursión de varias féminas en este rubro.
Tanto hombres y mujeres hondureños se dedican a esta labor, pero lo hacen con un temor permanente ya que sus vidas son constantemente amenazadas por distintos grupos que exigen cuotas extorsivas.
Entre la tarifa, es decir el pago al dueño de la unidad y el pago de extorsión un taxista puede ganar al día un promedio de 200 lempiras después de una jornada de 12 horas de trabajo.
Extorsión
La extorsión consiste en obligar con violencia o intimidación a otra persona a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.
En ese sentido, grupos delictivos exigen a los transportistas cobros a cambio de seguridad y dejarlos operar en las rutas ya establecidas.
El actual problema, para los transportistas es que varios grupos imponen este pago y ya se convirtió en una problemática insostenible, por lo que en varias ocasiones han paralizado por días varias rutas.
Secuestro
“Ya no se conforman con el pago de la extorsión, ahora están con otra modalidad del secuestro, hace poco secuestraron a un compañero y le sacaron dinero”, declaró hoy el dirigente del Transporte de la zona norte del país, Elio Muñoz.
El dirigente del rubro de los taxis expuso a periodistas que ahora los grupos extorsivos amenazan con secuestrarlos si no pagan las cuotas exigidas.
El dirigente confirmó que varios de sus compañeros transportistas están siendo amenazados con ser secuestrados, preocupación que se suma al pago de la extorsión a organizaciones criminales.
En ese orden, exhortó a las autoridades brindar la protección necesaria porque si bien saben que como trabajadores del rubro del transporte corren un riesgo, es necesario que la autoridad brinde a los conductores seguridad.
Compartió que han interpuesto las denuncias correspondientes sobre esta nueva modalidad de extorsión en Honduras.
Día a día
Don Luis, un taxista colectivo en la capital, narró que su día inicia a las tres de la mañana y trabaja durante más de 12 horas para lograr llevar el sustento a su hogar.
Contó que hay días en los que solo llega a su casa con 200 lempiras después de toda una jornada de trabajo.
Detalló que por concepto de tarifa cada taxista paga en promedio 400 lempiras, más una cantidad similar por concepto de extorsión.
Confesó que cada día teme por su vida ya que la ola de violencia es creciente en Honduras y este es uno de los rubros más afectados por el flagelo de la extorsión. (RO)