La refriega se dio en un tramo de la carretera México-Nuevo Laredo conocido como El Leoncito y en el lugar resultaron muertos cinco supuestos sicarios, quienes llevaban consigo a una persona secuestrada, que al parecer fue asesinada antes del tiroteo, dijo la fuente.
El séptimo muerto es un policía federal. Además, otros cuatro agentes resultaron heridos.
En tanto, en la norteña Chihuahua, capital del estado del mismo nombre, dos agentes investigadores fueron asesinados hoy y uno más resultó herido de gravedad después de ser atacados por varios hombres que iban a bordo de un vehículo.
Los policías ministeriales inspeccionaban un vehículo que tenía huellas de sangre cuando los tripulantes de un automóvil dispararon en varias ocasiones, dejando a dos de los uniformados sin vida y a uno más herido, según dijo el portavoz de la Fiscalía General del Estado, Carlos González.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Jesús Manuel Torres Gallegos y Elías Méndez Lozano, y el agente herido como Aarón Ramos Pérez.
Mientras tanto, en el sureño estado de Michoacán soldados del Ejército mexicano capturaron a cuatro presuntos integrantes de la organización criminal de La Familia, tras enfrentarse a balazos en el municipio de Zamora.
Fuentes castrenses informaron que los supuestos sicarios dispararon desde el interior de dos vehículos contra un convoy militar sobre una de las brechas de la comunidad Ario de Rayón.
Los soldados repelieron la agresión, hiriendo a dos de los supuestos agresores y motivando la rendición de todos los individuos, a quienes se les decomisaron cuatro rifles de grueso calibre, dos pistolas tipo escuadra, 37 cargadores, 350 cartuchos útiles y tres granadas de fragmentación.
Entre los detenidos está Salvador Sánchez Benítez, ex policía del municipio de Jacona.
En tanto, en Morelia, capital de Michoacán, agentes de la Policía Federal decomisaron nueve vehículos de lujo con reporte de robo, ocultos en una pensión ubicada en la calle Batallón de Matamoros, del barrio Chapultepec Sur.
De acuerdo a fuentes cercanas a la investigación, se averigua la posibilidad de que los automóviles hayan sido robados y utilizados por La Familia Michoacana, un cartel violento y con tintes religiosos que controla el tráfico de drogas desde ese estado.
En México operan siete grandes carteles de la droga, entre ellos está el poderoso de Sinaloa, dirigido por Joaquín «El Chapo» Guzmán, que se disputan a sangre y fuego los mercados locales y las rutas hacia Estados Unidos, además de que se enfrentan a las fuerzas federales.
Esta guerra ha dejado más de 34.000 muertos en los últimos cuatro años, cuando el presidente Felipe Calderón asumió el poder y lanzó una ofensiva contra la delincuencia, en la que el Ejército es el pilar de esta estrategia.
