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Coronavirus tiene patología «impredecible», dice científico hondureño Salvador Moncada

Tegucigalpa – El coronavirus tiene una patología que por el momento es impredecible por la dificultad de saber cómo reaccionará la gente, además de ser una enfermedad que hace daño a los pulmones, riñones y el corazón, dijo este jueves a EFE desde Londres el científico hondureño Salvador Moncada.

«Los datos básicos del virus los estamos empezando a conocer, pertenece a una familia de virus que es bastante bien estudiado y que tiene la característica de que puede saltar de las especies animales a los seres humanos, ya hemos tenido varios ejemplos de eso en el pasado», enfatizó.

Agregó que el SARS y el MERS, por ejemplo, son dos virus que han dejado epidemias en los años 2.000. Eran de la misma familia

«Este es distinto a esos, es un virus muy contagioso, es un virus que tiene una patología que por el momento es impredecible, por la dificultad de saber cómo la gente va a reaccionar»; además, cuando entra al cuerpo se mantiene sin ser visto porque no da síntomas en los primeros días y se vuelve contagioso, aún antes de que dé síntomas», explicó.

El problema más serio, subrayó, es que hay un buen porcentaje de la población que tiene la infección y alrededor del 40 por ciento no tiene ninguna sintomatología, o sea que son gente que transmite la enfermedad sin que se sepa.

¿CUÁNTOS ÓRGANOS AFECTA?

Sobre cuántos órganos afecta el virus, Moncada dijo que «la idea original era que producía una neumonía, que era la que terminaba matando al paciente, una inflamación severa del pulmón, que era lo que terminaba produciendo la muerte por falta de oxigenación».

«Pero a medida que vamos viendo más casos, nos damos cuenta de que el virus que entra a la circulación produce un daño más generalizado, incluyendo el riñón y el corazón», agregó.

Eso, explica Moncada, posiblemente se debe a que el virus entra no sólo por el epitelio del pulmón, que es la cobertura interna de la estructura pulmonar, sino a través del endotelio vascular, que es la capa interna de todos los vasos sanguíneos, y el virus produce una inflamación que daña el riñón, el corazón y crea una disfunción multiórganos que posiblemente juega el papel fundamental en la muerte del paciente.

¿SERÁ ERRADICADA LA PANDEMIA EN 2020?

La apuesta de los países desarrollados de Europa, Asia y América es erradicar este año el COVID-19, a lo que Moncada señaló que «no tenemos idea, porque no sabemos todavía todos los detalles del comportamiento del virus».

«La única forma de erradicar una enfermedad como esa, es que toda la gente se infecte, se vuelva resistente a una segunda infección y, cuando se llegue a un número determinado de gente, el virus no puede continuar regándose porque no hay suficiente gente para que continúe la infección», explicó.

Esa es una forma natural del control de la pandemia, la otra es a través del desarrollo de una vacuna, con respecto a la cual el mundo está en este momento corriendo, indicó.

El Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1990 dijo además que hay muchos proyectos de una vacuna «que ya están en ensayo clínico, incluyendo una aquí en Inglaterra, en China y Estados Unidos, y creo que en Europa también; pero la vacuna toma tiempo para desarrollarse y no creo que exista una, si es que va a existir, porque nunca sabemos si una vacuna efectivamente va a funcionar y es segura».

En caso de lograrlo «va a tomar mucho tiempo, meses producir suficientes dosis para inmunizar a cientos de millones de personas, que es lo que necesitamos hacer», además apuntó que pueden surgir brotes posteriores en lugares diferentes e inesperados.

ALGUNOS PAÍSES DESARROLLADOS NO ESTABAN PREPARADOS

Moncada considera que el coronavirus se propagó rápido en Asia, Europa y América porque «algunos países desarrollados no estaban preparados para una situación como esta».

«Los países asiáticos que tuvieron experiencia en las pandemias anteriores, de los años 2000, sabían que era una cosa muy seria, tenían planes concretos para controlar ese tipo de situaciones y lo han hecho muy eficientemente», esos son los casos de Taiwán, Corea del Sur y la misma China, que «han hecho un trabajo impresionante en controlar los brotes nacionales», agregó.

En Europa, posiblemente Alemania, según Moncada, es el país que está más cerca de haber hecho un trabajo bueno.

«Los otros países estaban completamente descuidados y aún cuando supieron que había brotes importantes en el lejano este, en los países de Asia, y teniendo varias semanas para prepararse, se hizo muy poco y llegó la infección y los agarró desprevenidos», apostilló.

SERVICIOS DE SALUD MUY POBRES

Muchos de los países latinoamericanos están teniendo problemas para enfrentar la pandemia por sus deficientes sistemas de salud como Honduras por lo que Moncada dijo que un descuido y «la situación en los países en desarrollo va a ser muchísimo peor que lo que ha pasado en los países desarrollados».

«Hay servicios de salud muy pobres, o inexistentes, y hay servicios de salud pública mucho peores que eso, y epidemiológicos, que ya ni se diga», enfatizó.

También considera que las medidas que se han tomado, de tratar de encerrar a la población por un período, es importante; pero eso debe tener un seguimiento, un testaje para ir separando las infecciones de los no infectados para pensar en la posibilidad de reabrir la economía.

«El problema de los países pobres es que tienen grandes poblaciones de gente en la indigencia, que sobreviven el día a día, que no tienen dónde resguardarse y que si no hacen su trabajo del día, no comen en ese día. Entonces, los países nuestros deberían de tener programas de apoyo a la población, especialmente en el sector alimentario», acotó.

RESPETO A VALORES HUMANOS Y EL PLANETA

Diversos sectores en el mundo coinciden en que luego de que pase la pandemia del coronavirus, que ya se acerca a los 2,5 millones de casos en el planeta y ha superado los 160.000 fallecidos, muchas cosas deberán cambiar.

Moncada cree que se debe repensar » todo lo que hacemos y cómo lo hacemos» para «una sociedad que no solamente respete los valores humanos, sino que respete el planeta», recalcó.

Agregó que «frente a la crisis ambiental y climática en la que estamos entrando, esta pandemia es pequeña. Este es un pequeño problema, la crisis climática, que también va a afectar a los países pobres con muchísima más fuerza, necesita un esfuerzo internacional coordinado».

Con el aislamiento social que rige en muchos países, Moncada señaló que hay reportes que demuestran cómo se ha reducido la polución ambiental en muchas de las ciudades industriales y cómo ha mejorado la calidad del aire.

Añadió que en las ciudades donde hay más polución ambiental, los casos del COVID-19 son más severos, que en las que no hay.

«Todos estos factores -dijo el científico-, juegan en contra de la población. Necesitamos respetar la naturaleza, necesitamos respetar el planeta y necesitamos vivir vidas que sean mucho más acorde con la naturaleza».

PARA EL CORONAVIRUS NO HAY EDAD

Cuando trascendieron los primeros brotes de COVID-19 en China, se dijo que afectaba en su mayoría a personas mayores de 60 años, pero se ha visto en varios países que eso no es del todo así.

Moncada indicó que también trascendió que los hombres son los más afectados que las mujeres, como también que la gente joven que padece de enfermedades asociadas como hipertensión, diabetes, obesidad y los grandes fumadores, tienen más riesgo.

«De tal manera que la enfermedad sí es un factor, el género también es un factor, pero la comorbilidad es un factor importante», dijo el científico hondureño, doctor «honoris causa» por la Universidad Autónoma de Madrid.

Honduras, que suma 519 contagiados y 47 fallecidos, recién ha sido aprobada en el ensayo clínico «Solidaridad» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre tratamientos contra el coronavirus.

Moncada dijo que por el momento el estudio multicéntrico y multinacional de la OMS en varios países, al que está ligado, tiene un objetivo fundamental, establecer si algunos de los tratamientos que han sugerido que funcionan, efectivamente funcionan.

El hondureño, que tiene el título de Sir otorgado por la Reina Isabel II en 2010, también abogó porque en su país se reconozca el trabajo de todo el personal que está al frente de la lucha contra el coronavirus.

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