En la conflagración, perdieron la vida 353 reos en el mismo penal, mientras que otros dos fallecieron en el Hospital Escuela de la capital hondureño. En su mayoría, los reclusos murieron calcinados.
En ese sentido, Araujo explicó que se debe hacer una desinfección inmediata en las instalaciones del centro carcelario debido a la contaminación producida por la degeneración de los cuerpos carbonizados.
Agregó que la tarea de desinfectar el reclusorio se harán en conjunto entre personal de Salud y del Cuerpo de Bomberos y sólo se esperaba que las autoridades dieran la luz verde para proceder a realizar el trabajo.
Araujo explicó que para la desinfección se utilizarán altas concentraciones de cloro que serán aplicadas a las paredes y pisos a través de personal especializado y con todas las precauciones del caso.