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Revisar inequidades, reducir salarios y mantener bono 10 mil, propone obispo Santos

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Tegucigalpa.- El controversial obispo de Copán, monseñor Luís Alfonso Santos, propuso este miércoles al presidente Porfirio Lobo Sosa, una disminución de salarios en la administración pública donde existen sueldos de cien mil lempiras y dietas de hasta 150 mil lempiras, lo que considera una ofensa a la pobreza diaria en Honduras partiendo que existen familias que apenas ganan 76 lempiras en un año.
 

En declaraciones ofrecidas a la emisora capitalina, HRN, Santos dijo que bajo este contraste de inequidades, debe existir una revisión “profunda” que pasa también porque muchos pastores evangélicos obtienen suman escandalosas de 150 mil lempiras por recibir el diezmo que quitan a sus feligreses, “hay que revisar eso, porque no es justo que mientras unos nadan en la abundancia, una pobre gente esté con 5,500 lempiras al mes”.

En cuanto al salario mínimo que aún no fijan obreros, empresarios ni el gobierno, el obispo católico señaló que este tema se debate actualmente en la misma economía de los países capitalistas, “muchas veces se puede llegar a un acuerdo entre los asalariados y los dueños de la empresa, dependiendo la circunstancia, por ejemplo, en Porto Alegre, en Brasil, la gente trabajó únicamente por la comida de varios meses, porque de lo contrario, se quebraba la empresa y los mismos obreros eran los más perjudicados. Hay circunstancias de crisis económica en que tiene que ser así”.

“Por ejemplo, nosotros contratamos profesores por hora y hay un índice para calcular cuál es su sueldo de acuerdo al Estatuto del Docente, así que eso no es ninguna novedad, yo no sé porque le dan tanto rollo y si una persona, yo tengo una empleada, por ejemplo, que sólo trabaja cuatro horas, entonces hemos llegado a un entendimiento que yo le pago la mitad del salario mínimo”, confesó Santos.

Pero, aclara, en el caso del gobierno y el estado hondureño mismo, “se deberían disminuir esos salarios que casi llegan a 100 mil lempiras al mes, y esas dietas que a veces hay gente que recibe 150 mil lempiras mensuales de dietas, eso no es justo”.

Para el líder católico de la zona occidental del país, mientras persistan esas injusticias e inequidades, difícilmente se puede reducir la pobreza en este país, donde 8 de cada 10 personas son pobres que viven con menos de un dólar, según las Naciones Unidas.

En este sentido, justificó la entrega del Bono 10 mil que otorga el actual gobierno, por considerar que se enmarca dentro de la Doctrina Social de la iglesia, que dentro de sus pilares cuenta con un ácapite denominado “asistencialismo”.

“El asistencialismo consiste en socorrer una necesidad humana inmediatamente, y el bono 10 mil se encuadra dentro de ese asistencialismo, aunque la doctrina social de la iglesia no se queda ahí, va más allá, pero esa figura es parte de los componentes de la doctrina”, dijo.

El Bono 10 mil, recalcó, satisface necesidades primarias y básicas en una familia, “es para que la mamá tenga por lo menos 833 lempiras al mes, hay gente aquí que vive con 76 lempiras al año, entonces, ese bono es solamente para socorrer una necesidad inmediata”.

“Yo he visto madres descalzas recibiendo el bono, en Dulce Nombre de Copán, de varios otros municipios y he visto madres muy pobrecitas chineando un niño minusválido que tal vez tiene ya 12 0 13 años, pero que no puede caminar, entonces a esas madres es que se da el bono 10 mil”, defendió el obispo.

Santos habló también del futuro del movimiento popular hondureño aupado en la llamada resistencia zelayista, fraccionada desde este fin de semana, y dijo que de momento no vislumbra en ese grupo la necesidad de formar un partido político, “aunque no lo sé, no conozco a fondo lo que se lleva en la resistencia”, al aceptar que no ha visto ni hablado con el renunciado Manuel Zelaya desde que se fue del país en enero de este año, al abandonar su autoexilio en la embajada de Brasil en tegucigalpa y asentar su vida en la paradisíaca isla de República Dominicana, donde habita en una de las zonas más exclusivas de ese país caribeño.

“Lo que sé, es que la mayoría (de la resistencia) no quiere eso (ser partido político), no quieren convertirse en partido porque serían como el PINU, la Democracia Cristiana o la Unificación Democrática que siempre quedan con pocos representantes”, agregó.

Los liberales agrupados en la resistencia zelayista anunciaron su retiro provisional de la misma, tras ser agredidos por partidarios del movimiento popular y considerar que su “corazón pertenece al liberalismo”, lo cual fue compartido por el ex presidente Zelaya al indicar en sendas notas, tras aceptar ser el máximo líder de la resistencia zelayista del movimiento popular, que él también “es liberal” y que por ahora la resistencia no debe pensar en partido político sino en el catalizador de sus demandas para acceder nuevamente al poder del cual fue despojado por violentar la institucionalidad, según la ley.

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