Por: Otto Martin Wolf
Se ha preguntado alguna vez quién paga por el uso que usted hace de Whatsapp y Facebook? Cómo es posible que mientras un simple (además de inútil y sofocante) “backtone” cueste medio dólar, usted pueda utilizar esas y otras redes ilimitadamente y sin costo alguno?
Hace no más de tres años el otrohora todopoderoso Blackberry, que vendía teléfonos y cobraba una cuota mensual por el servicio, fue brutalmente sacado de circulación por Whatsapp, de uso es gratis y que, además, no vende teléfonos.
Por eso, es válida la pregunta: en qué consiste el negocio de Whatsapp, de dónde obtiene los ingresos para pagar lo que debe ser un altísimo costo de operación y, además, dejar utilidad a sus accionistas?
Y Facebook, cómo es posible que esa empresa valga decenas de miles de millones de dólares y sus servicios al público sean gratis?
De dónde provienen sus ingresos?
Primero descartemos lo obvio, Facebook inserta anuncios y eso, lógicamente, les deja algún dinerito. Pero, alguna vez ha comprado usted por medio de Facebook? Es posible que haya curioseado durante unos momentos, pero le apuesto que sus compras en línea (si las hace) son por medio de Amazon o directamente en la página de cada almacén, tienda o negocio.
De qué viven esas redes sociales?
Empecemos por Whatsapp; es posible que haya sido diseñado exclusivamente para terminar con Blackberry y no sólo para quitarle el negocio de la mensajería, si no para eliminarlo como posible competidor en la presente y futura guerra tecnológica.
Pero, a diferencia de BB, Whatsapp no fabrica teléfonos, así que, cuál otra podría ser su verdadera intención? De dónde obtiene el dinero para vivir?
Especialmente ahora, que también regala llamadas telefónicas globales, habiendo anunciado que en poco tiempo ofrecerá también video llamadas gratis.
Cómo pueden regalar lo que es el principal negocio de otros como Skype o las compañías telefónicas tradicionales, las cuales -creo- está condenando a la extinción.
Pero, de nuevo, si regalan sus servicios, dónde está el dinero?
Aquí viene la verdadera teoría de la conspiración: Se puede imaginar la cantidad de información privilegiada que pasa a cada minuto por Whatsapp, Facebook y sus enormes redes?
“Ellos” saben todo de usted; sexo, edad, ingresos, intereses especiales, aficiones, tamaño de su familia, amigos, posición social, dirección de su casa y trabajo, etcétera.
Cuánto vale la información suya en poder de las redes sociales?
A diferencia de un anuncio en televisión -equivalente a lanzar perdigones con una escopeta- un mensaje dirigido a usted en forma personal es un blanco seguro.
La pregunta es: qué venden?
En un mercado mundial masivo, gracias a la tecnología, la publicidad ha llegado lo más cerca de la personalización que se puede desear.
No somos ya masas que -junto a millones- vemos un programa de TV; la realidad es que nosotros mismos cargamos a todas partes un teléfono inteligente al cual nos envían todo lo que quieren vendernos o grabar en nuestra mente.
Por eso, creo que su principal fuente de ingresos es la venta de nuestra información personal y privada, pero: a quiénes y para qué?
Además de productos o servicios, piense en el manejo y la manipulación de ideas políiticas, económicas, religiosas o quién sabe qué.
Y no hay mucho que podamos hacer para evitarlo, excepto lo impensable y casi imposible: Salirnos de las redes sociales y abandonar la tecnología.
Un dato adicional: Sabía usted que Facebook compró a Whatsapp (que no tiene ingresos) por más de 19 mil millones de dólares?
Escalofriante verdad?