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Rectora de la UNAH denuncia otro atentado de policías contra un joven universitario

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Tegucigalpa – La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, denunció este domingo, un nuevo atentado por parte de miembros de la Policía Nacional quienes atacaron a disparos el vehículo en el que se transportaba un joven universitario.
 

Castellanos apuntó que precisamente el joven que identificó como Omar Tejada, se dirigía a la vivienda de la señora Aurora Rodríguez de Pineda, madre del universitario Carlos David Pineda, quien junto al hijo de la rectora, Rafael Alejandro Vargas Castellanos, fueron asesinados a finales de octubre de 2011 ya que habían sido compañeros de colegio en la Summerhill School.

Según el relato de la rectora, Tejada se dirigía a la residencia de la señora Aurora de Pineda, localizada en las proximidades del aeropuerto Toncontín, para participar en una reunión social con motivo de la celebración del cumpleaños de uno de sus hijos.

Tejada se conducía a la reunión con otro joven que la rectora no identificó, pero en automóviles distintos y cuando llegaron a la intersección del desvío de entrada a la colonia América, frente al aeropuerto Toncontín, había un retén policial y solamente uno de los jóvenes atendió la señal para detenerse, mientras que Tejada decidió no pararse por lo que fue perseguido por varias patrullas motorizadas en un recorrido de unas cinco cuadras.

El joven Tejada logró llegar hasta la vivienda de la señora Aurora de Pineda, pero los policías comenzaron a disparar contra el automóvil resultando herido el universitario que siguió conduciendo el vehículo hasta la posta de la colonia Loarque, ubicada en la salida a la zona sur del país, donde fue auxiliado y conducido a la sala de urgencias del Hospital Escuela Universitario (HEU).

Castellanos indicó que la señora de Pineda quien estaba junto a los dos hijos que le han quedado y otros amigos, la llamó en el mismo momento para comunicarle sobre el tiroteo frente a su vivienda, pero no sabían quién era la persona a la que iban persiguiendo los policías que se conducían en varias motocicletas.

Añadió que luego, cuando los disparos cesaron, los jóvenes salieron y se enteraron que se trataba de un amigo de los hijos de la señora Aurora de Pineda, quien se dirigía a la reunión social.

Indicó que el joven Tejada se encuentra interno en el Hospital Escuela, con dos heridas de bala, uno en la cadera y otro en la espalda y aunque el principio se sospechaba que alguno de los tiros le hubiera perforado una de las vertebras, afortunadamente las balas no tocaron ninguno de sus órganos vitales, por lo que está fuera de peligro.

Señaló que en el lugar de la balacera, los jóvenes lograron contabilizar al menos unos 18 casquillos de bala de alto poder, mientras que el vehículo en que se transportaba Tejada presenta varios agujeros, producto de los tiros lanzados por los policías que pertenecen al distrito policial del Barrio La Granja.

Agregó que ella se comunicó inmediatamente con el director general de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, para informarle sobre el tiroteo que en principio se creyó que se trataba de un acto de intimidación ya que el viernes tuvieron una reunión en el Ministerio Público.

Castellanos indicó que a eso de las 2:00 de la madrugada, a la escena del tiroteo llegó personal de la unidad de Inspecciones Oculares, quienes hicieron su trabajo muy profesionalmente, levantaron los casquillos mediante métodos científicos y luego apareció el propio responsable del distrito policial de La Granja que amablemente llegó a indagar sobre el suceso.

Sin embargo, cuando la señora Pineda creía que todo había terminado, hasta el lugar, llegó una patrulla de la Dirección Nacional de Tránsito, donde también se conducía uno de los agentes que participó en el tiroteo quien andaba en evidente estado de ebriedad y argumentó que el joven Tejada casi lo había atropellado.

No obstante, la rectora universitaria pidió a la Fiscalía que proceda inmediatamente a detener a los policías que participaron en el atentado porque lamentablemente, la sociedad hondureña continúa con una Policía que sigue con ese tipo de prácticas.

Recordó que este nuevo episodio de abuso policial, ocurrió en la misma zona donde su hijo Rafael Alejandro y su amigo Carlos Pineda, fueron asesinados vilmente por miembros de la Policía Nacional.

“No tenemos una Policía que le dé garantía a la ciudadanía, no la seguimos teniendo y en realidad, nosotros hacemos un llamado al doctor (Ramón) Custodio (Comisionado Nacional de Derechos Humanos), para que este caso no sea otro más de los que queda en la impunidad”, señaló la rectora.

Castellanos cuestionó que hay varias personas que están participando en el proceso de depuración policial, pero no está ocurriendo esa profilaxis y continúan operando en la institución personas que deberían estar fuera.

Añadió que le envió un mensaje al ministro de Seguridad, Arturo Corrales, donde le expresa que “señor ministro, estamos con esta emergencia de nuevo, no puede seguir la Policía haciendo lo que está haciendo”.

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