Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez manifestó este domingo que recordar es de ser humanos, pero que revivir las heridas es resentir el dolor con relación a la celebración del decimosexto aniversario del Golpe de Estado del 2009.
– Cardenal hondureño denuncia “cultura de la muerte” en su país y cuestiona a dictadores.
Su Eminencia fue consultado por las celebraciones del gobierno y del Partido Libertad y Refundación (Libre) por conmemorar el Golpe de Estado y la destitución del poder del expresidente Manuel Zelaya Rosales.
Reflexionó que recordar el pasado es para sacar lecciones para el presente y que esos errores no se vuelvan a cometer.
No obstante, señaló que si las personas quedan viviendo en el pasado es negarse a sí mismos.
Sostuvo que las personas que siguen reviviendo una herida es un individuo que ha perdido la razón.
“Recordar es de humanos, resentir es de tontos porque es echarle sal a una herida para que vuelva a doler”, declaró al canal HCH.
Rodríguez indicó que las heridas no sanadas causan un daño espantoso y no deja que la persona sea feliz.
Exhortó a las personas que no sigan reviviendo las heridas señalando que solo revive más el dolor y los malos sentimientos como el odio y la envidia.
Por otro lado, mandó un mensaje a las personas que aspiran a un cargo de elección popular en el proceso electoral general sean tocados por el evangelio y traten vivir los valores de Jesús.
“El mensaje de hoy es todo aquel que aspira al poder, lo digo con afecto a todos los candidatos que van a correr en esta próxima etapa electoral, que sea para servir al pueblo, bien común y no para buscar intereses personales”, exhortó.
Advirtió que los políticos que se convierten en dictadores son personas que se vuelven ciegas, piensa que es Dios y que sus caprichos deben ser leyes.
“Esta es una lección que no la han aprendido los dictadores de este mundo, empezando por los grandes sátrapas de la antigua Asia, los perseguidores de la iglesia como los emperadores romanos, los dictadores del siglo XX”, subrayó.
Puntualizó que el poder es la tentación más grande del ser humano que desea perpetrarse en el poder para enriquecerse ilícitamente. AG