Tegucigalpa.- Más de 500 personas, en su mayoría mujeres, han sido capacitadas en gobernanza climática y gestión del agua, y se han construido y mejorado 13 obras de infraestructura hídrica en Honduras, como parte del proyecto ‘Goascorán Resiliente’, impulsado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) en alianza con la Unión Europea (UE) y Alemania.
Estos avances representan los principales logros de la primera etapa del proyecto ‘Goascorán Resiliente’, presentados este miércoles por la Aecid durante un evento en el municipio de San Antonio del Norte, departamento de La Paz, centro de Honduras, que contó con la participación de los embajadores de España, Diego Nuño García, y de Francia, Cédric Prieto.
Según un comunicado de la Aecid, la mejora de las obras de infraestructura hídrica ha permitido ampliar el acceso al agua y elevar su calidad, impactando positivamente en las condiciones de vida de las comunidades beneficiadas.
El embajador de España destacó que ‘Goascorán Resiliente’, ejecutado a través del programa Euroclima de la UE, refleja «los valores de la cooperación internacional y el compromiso con el desarrollo sostenible de Honduras».
Además, reafirmó la determinación del Equipo Europa de seguir «avanzando hacia un futuro más resiliente y equitativo» para las comunidades de la cuenca.
Nuño García explicó que el programa Euroclima representa «un esfuerzo conjunto» para enfrentar los efectos del cambio climático y fomentar la gestión sostenible de los recursos naturales.
Entre otros logros, mencionó la declaratoria de microcuencas prioritarias y los avances en los análisis de calidad del agua, acciones que fortalecen la base técnica y ambiental del proyecto de cara a su sostenibilidad a largo plazo.
El embajador también subrayó el «compromiso inquebrantable» de instituciones hondureñas con «la sostenibilidad y la justicia climática», y señaló que esta primera etapa del proyecto se enmarca en las prioridades del Marco de Asociación País entre España y Honduras.
«El agua es un recurso esencial para la vida, pero también es un derecho universal. Este principio guía cada una de nuestras acciones en Honduras, y refuerza nuestro compromiso con un modelo participativo y sostenible que pueda ser replicado en otras regiones del país y más allá», enfatizó.
Valoró el «trabajo incansable», así como la experiencia técnica y la visión compartida, de Francia y Alemania, representados por Expertise France y la GIZ, que contribuirán a enriquecer las siguientes fases del proyecto y asegurar que sus resultados sean «sostenibles en el tiempo y beneficiosos para las generaciones futuras».
Además de los avances en infraestructura y gobernanza, el proyecto promovió procesos educativos y culturales con la participación de más de 1,100 personas, fomentando una cultura de cuidado del agua y resiliencia climática desde las comunidades.
También contribuyó al fortalecimiento del Consejo de Cuenca del Río Goascorán (CCRG) y del Centro de Estudios y Control de Contaminantes (CESCCO), así como al desarrollo de análisis de calidad del agua en siete microcuencas priorizadas y a la elaboración del borrador del reglamento para la conformación de organismos de cuenca. EFE