Portugal y Cristiano, sobre aviso

Dusseldorf (Alemania) – Entre el enfado de Cristiano Ronaldo, por los agarrones no pitados, apercibido ahora en los octavos de final, las rotaciones en el once de Roberto Martínez y la clasificación ya segura, Portugal recibió un serio aviso, doblegada por Georgia, derrotada por primera vez en competición en la nueva era, al decimotercer choque, y desafiada ahora por Eslovenia, que ya la venció en su último amistoso en marzo.

Remarcada antes como favorita, concluyente contra Turquía (0-3), ha bajado el listón, también el concepto con el que la observaban muchas del resto de selecciones; de repente vulnerable y debilitada, quizá por la influencia de que transformó casi todo su once (sólo repitieron el portero Diogo Costa, el medio centro Joao Palhinha y el atacante Cristiano Ronaldo), pero probablemente solo un factor más, entre una falta de intensidad evidente.

Por el once puntual del miércoles aparecieron los centrales Antonio Silva, cuyo partido fue un desastre, señalado en los dos goles de su rival, por la pérdida del 1-0 y por el penalti cometido en el 2-0; Danilo Pereira, Gonçalo Inacio; los carrileros Diogo Dalot y Pedro Neto; el centrocampista Joao Neves; y los atacantes Joao Félix y Francisco Conceiçao. Después, Rubén Neves, Matheus Nunes, Diogo Jota, Nelson Semedo y Gonçalo Ramos.

Ninguno puso en duda ni una línea del equipo que se prevé contra Eslovenia, el mismo de los dos primeros encuentros: Diogo Costa, en la portería; Joao Cancelo, Ruben Dias, Pepe y Nuno Mendes, en la defensa; Bruno Fernandes, Joao Palhinha, Vitinha, en el centro del campo; y Bernardo Silva, Cristiano Ronaldo y Rafael Leao, sancionado ante Georgia. Fue la alineación ante la República Checa y Turquía, hasta los cambios con Georgia.

Un 68 por ciento de posesión, 99 ataque y cero goles, sin excusas con una derrota inasumible, que lo advierte de inmediato, más aún en la idea que tenía su seleccionador para el encuentro de este miércoles, con el fin de activar a todos y cada uno de sus jugadores, algunos incluso sin ningún minuto en los dos primeros duelos (como Joao Félix o Danilo Pereira, por ejemplo), para todo lo que se viene encima en las eliminatorias.

«Era un día para dar oportunidad a otros jugadores que están entrenando muy bien. No hemos empleado ante Georgia ni a Bruno Fernandes, ni a Bernardo Silva, ni a Ruben Dias, que son jugadores muy importantes para nosotros. El objetivo era utilizar el partido para ver a todos los jugadores y tener el equipo más preparado para ir hacia los octavos», repasó Roberto Martínez en la sala de prensa del Arena AufSchalke de Gelsenkirchen.

«Estamos tranquilos», apuntó Diogo Dalot. «Sabíamos que era un partido importante para ganar y teníamos muchas ganas. Seguimos trabajando, hemos entrenado bien, hemos trabajado bien y ahora tenemos un partido difícil para preparar», añadió el lateral, entre los jugadores que desaprovecharon su ocasión, él como carrilero derecho frente a la animosa y vertiginosa Georgia.

Tres derrotas en sus últimos siete partidos

«Es un ejemplo de que no hay partidos fáciles. Cuando Portugal gana no es porque sea un partido fácil. Cuando Georgia nos marcó tan pronto un gol es muy difícil», asumió Roberto Martínez, que perdió su primer encuentro de competición, tras doce victorias seguidas. Pero, al mismo tiempo, ha caído en tres sus siete duelos más recientes al frente de la selección si se incluyen amistosos: 2-0 con Georgia, 2-0 con Eslovenia y 1-2 con Croacia.

En el Mundial de Qatar 2022, aún con Fernando Santos, también Portugal enturbió sus dos victorias en las dos primeras jornadas, frente a Uruguay y Ghana, con una derrota con Corea del Sur.

Después, con 21 de los 26 jugadores presentes también en Alemania, se levantó con un apabullante 6-1 a Suiza, del que no quedó ni rastro cuando fue eliminado en cuartos por Marruecos, con una derrota por 1-0.

Otra advertencia para Portugal, que necesita crecer.

Aún no está tan consolidada como pretende Roberto Martínez, cuyo cambio también de sistema en el duelo de este miércoles, en esa idea de elasticidad que transmite a sus jugadores para «dar equilibrio» al «talento individual» («la mejor forma de hacerlo es tener flexibilidad táctica; podemos jugar líneas de cinco, de cuatro y aumentar nuestro talento individual», dice), tampoco implicó un nuevo paso en el crecimiento que se propone.

No hay margen ya. Sólo vale ganar. Y aparece Eslovenia: el pasado 26 de marzo, en su último precedente contra el grupo liderado por Jan Oblak y Benjamin Sesko, Portugal perdió por 2-0, con los goles de Adam Cerin y Timi Elsnik, con un equipo muy similar al que se encontrará el próximo lunes, salvo quizá por la baja por sanción del lateral Erik Janza, por ciclo de dos tarjetas amarillas

Y aquel día jugaron Cristiano Ronaldo, Pepe, Vitinha, Diogo Costa, Joao Félix, Ruben Neves, Danilo Pereira…

«Con Eslovenia tuvimos un partido amistoso, no de competición. Es un rival que, aunque sea una selección, juega como un club, con una sincronización defensiva brutal, dos puntas como Sporar y Sesko con una gran proyección… Necesitamos prepararlo muy bien. No es un amistoso, es oficial», diferenció el técnico, que enfocó también a trabajar a su equipo «de la mejor manera desde el punto de vista psicológico». Quedan cuatro días. JS

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