Por: Otto Martín Wolf
Si Usted pregunta a cualquier niño de sexo grado para arriba (sea o no su hijo) cuáles son los ríos más importantes de Europa, lo más seguro es que no los sepa, mucho menos los países que recorren,
Por qué será entonces que si usted la pregunta es cuáles son los equipos de fútbol más importantes de Europa, entonces las cosas cambian, desde luego que se los sabe todos! Es más, muy posiblemente sepa el nombre de sus jugadores (los 22, incluyendo la banca), además también sabe en qué ciudad está su base y hasta (casi seguro) las veces que ha ganado algún campeonato.
Por qué será que si un profesor explica sobre la vida de Newton y la Ley de la Gravedad la mayoría de los alumnos lo olvida antes de que termine la clase y, cuando llega la hora de los exámenes tienen que garrotear (o llevar chepes). Pero, por qué será que si un compañero le cuenta algo sobre sexo (cuando ambos están entrando a la vida) usted lo aprende de inmediato y recuerda para siempre?
Por qué será que los niños memorizan las malas palabras con sólo una vez que las escuchen y, muy por el contrario, les cuesta terriblemente aprenderse las tablas de multiplicar? (algunos no las aprenden en toda su vida).
Padres y madres muy temprano en la vida explican a sus hijas aquello de “cuidado con los muchachos, ellos sólo quieren una cosa”. De igual manera el pastor o sacerdote advierte a las niñas lo mismo. La maestra en la escuela les dice todo el tiempo que tengan cuidado con los romances y los noviecitos.
Por qué será que con todas esas recomendaciones bien calificadas y obviamente confiables, apenas aparece un muchachito con buen cabello, pocos barros en el rostro y hablando casi sólo estupideces, la chica, por muy bien educada y formada que haya sido, en un instante olvida toda la preparación, todas las precauciones y advertencias tan valederas y hace exactamente lo opuesto a lo que le dijeron.
Es más, la primera vez que se entregue al “amor de su vida”, posiblemente sienta más dolor que placer y, por qué será que aún así persista en hacer lo que se suponía no tenía que hacer y contra lo cual se le preparó desde que nació?
Por qué será que casi en general el ser humano es más propenso a dudar de las opiniones calificadas, las pruebas irrefutables y lo que dice la lógica para muchas veces creer cosas que van hasta contra la razón?
Un ejemplo?
Todavía hay gente que insiste en que el viaje a la Luna de hace cincuenta años, totalmente probado y documentado, es un fraude y que todo fue filmado en un estudio de cine.
También hay quienes -no muchos pero los hay- que siguen creyendo que la tierra es plana y no redonda (porque es redonda, sabe) y que… usando la ropa interior al revés se ahuyentan los “malos espíritus y los demonios””?
Por qué será?