Ante la sede de la Procuraduría General de la República (fiscalía), Méndez recordó que desde que el Partido de Acción Nacional (PAN) llegó al poder en 2000 han sido asesinados 40 periodistas y 8 han desaparecido.
Solo en lo que va de año, han perdido la vida 5 trabajadores de la prensa, lo que ha motivado que varias organizaciones internacionales hayan catalogado a México como el segundo país del mundo más peligroso para ejercer el periodismo después de Irak.
«Lo lamentable es que estos casos no se investiguen», criticó el director de la revista Zócalo, Carlos Padilla, antes de que los concentrados colgasen a la entrada de la Procuraduría varias cajas de cartón en forma de ataúd sobre las cuales habían colocado fotografías de los asesinados.
La protesta de los periodistas mexicanos se produce en un momento en el que el país vive una oleada de violencia debido a la guerra entre los carteles de la droga y entre estos grupos y la Policía y el Ejército, que ha causado en los últimos días un promedio de 15 muertos diarios, según los manifestantes.
En este contexto, agregaron los comunicadores, el presidente Calderón advirtió el pasado 12 de mayo del efecto que tiene en el país la constante difusión de noticias relacionadas con la violencia.
«El ya basta también es una exigencia a los medios de comunicación, precisamente, para que manifiesten y divulguen las acciones que están deteniendo la estructura de los criminales, para que no se convierta la estrategia de los criminales, que es una estrategia que busca sembrar terror, en una estrategia compartida por los propios medios de comunicación», declaró.
Pese a que el gobernante matizó días después sus declaraciones, al explicar que no pretendía decirles a los medios sobre qué debían informar sino recalcar que la estrategia de los carteles es sembrar el terror entre la población, las palabras de Calderón sentaron mal entre los informadores.
«No somos narcos: somos periodistas» fue una de las pancartas que con mayor frecuencia se pudieron leer en el acto de hoy, junto a otras que rezaban «No somos enemigos del estado, somos periodistas».
El representante sindical respondió a Calderón al asegurar: «los periodistas no somos los responsables del clima de violencia e inseguridad que prevalece en el país y que se ha ampliado durante su Gobierno», en el cual se han registrado más de 4.000 asesinatos vinculados al crimen organizado en un año y medio.