Tegucigalpa – La mayoría de los periodistas en Honduras advierten que el nuevo Código Penal -que entra en vigencia en noviembre próximo- representa serios peligros al ejercicio de la profesión.
Hoy que se conmemora el Día del Periodista hondureño, el gremio de comunicadores tiene pocas cosas que celebrar: una de ellas la amenaza a la libertad de pensamiento, expresión y prensa que significa la nueva normativa penal aprobada por el Congreso Nacional para sustituir al vigente desde 1983.
Desde editores, directores, reporteros y periodistas de investigación hasta los mismos propietarios de los medios de comunicación son del criterio que el articulado concerniente a las libertades: de pensamiento, expresión y prensa, no son propias a la de Estado de derecho y mucho menos a una República democrática.
Proceso Digital conversó con influyentes periodistas hondureños, a propósito de celebrarse su día y les formulamos la siguiente pregunta:
¿Hasta dónde afecta su ejercicio profesional la nueva normativa del Código Penal referente a la libertad de expresión?
Pedro Membreño
Editor de El Heraldo
El Código Penal tal cómo está representa una enorme limitante para el ejercicio del periodismo en Honduras. Es una verdadera amenaza para quienes estamos comprometidos con el periodismo de investigación y de denuncia pues criminaliza las fuentes anónimas a las que tenemos acceso a diario los periodistas. Representa un peligro real a los valores democráticos del país, creemos que el Congreso Nacional debe rectificar y subsanar todo el articulado del Código que vulnera la libertad de expresión.
Thelma Mejía
Coordiandora de Información e Investigación TN5
El nuevo Código Penal es un anillo más que cerca el círculo de la libertad de expresión y el derecho a la información en Honduras, pues no solo mantiene penas carcelarias y crea nuevas figuras como «el honor» de las instituciones (edificios de hierro y cemento), sino que también criminaliza a las fuentes generadoras de información.
El Código busca cerrar el espacio a las investigaciones periodísticas y fomentar la opacidad, la corrupción y la impunidad, problemas que tienen «atrapado» este país.
Esta ley no solo afecta nuestro derecho a la palabra y a la búsqueda de información, también limita el uso de las redes sociales, persigue -porque no puede ser de otra forma- toda la cadena de comunicación: propietarios, directores, editores, periodistas, entre otros, para dejar claro dónde está el «nuevo censor» de la libertad de expresión.
En síntesis, ese código es una bocanada más para decir: ¡hasta aquí llegó el periodismo en Honduras!
Ninfa Arias
Editora La Tribuna
Creo que impactará negativamente, al ser el Código Penal un agente más que promueve la censura previa y la censura, en el ejercicio profesional.
A los periodistas, los políticos y legisladores nos pusieron un guión de cómo ejercer nuestro oficio en un ámbito restrictivo de la libertad de expresión y de información.
Orfa Mejía
Coordinadora de Opinión El Heraldo
La libertad de expresión y la libertad de prensa son -sin duda- dos de los principales pilares de una democracia.
La UNESCO lo ha establecido claramente en una de sus declaraciones alrededor de este tema. Es un derecho que no puede ni debe ser conculcado por autoridades o leyes en ninguna nación del mundo.
La libertad de expresión es un derecho universal que todo el mundo debe gozar. «Todos tienen el derecho a la libertad de opinión y de expresión; este incluye el derecho a mantener una opinión sin interferencias y a buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de difusión sin limitación de fronteras, tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una nueva legislación hondureña que entrará en vigencia a finales de este 2019, conculca estos derechos al pretender limitar tanto a los periodistas en su ejercicio profesional, a los ciudadanos comunes que utilizan la protesta como medio para mostrar su inconformidad con el sistema, y también a los que usan las redes sociales como canales de expresión.
Es tal que las nuevas disposiciones contenidas en un nuevo Código Penal van en contra de principios básicos del periodismo como es la inviolabilidad de las fuentes informativas, que es sin duda una de las principales garantías para el ejercicio pleno de la libertad de prensa y la libertad de información.
La vulneración de estos derechos a los periodistas y a los ciudadanos generarán miedo, profundizan la corrupción, la impunidad y frenarán el pleno ejercicio de los profesionales de una prensa que de por sí ya tiene sutiles ataduras.
Son disposiciones que sin duda limitarán el libre ejercicio de estos derechos humanos.
Lizeth García
Periodista investigadora diario La Prensa
Nos afecta por el hecho que debemos proteger nuestra fuente y no hacerlo limita el periodismo de investigación.
Es una demostración de que en Honduras se promueven más restricciones a los flujos de la información y para el ejercicio del periodismo que garantías jurídicas para protegerlo, particularmente en cuanto a la información de interés público.
Además es un cuerpo legal que castiga hasta las insinuaciones difícilmente puede incentivar el periodismo de investigación. Además las figuras de injuria y calumnia deben ser resueltas por la vía civil no la penal.
Raquel Lazo
Periodista investigadora de TN5
Por supuesto que este Código Penal perjudica mi labor periodística y esto que no ha entrado en vigencia, pero con solo ver las penalidades carcelarias y de multas que vienen implícitas en el, es obvio pensar que será un obstáculo en mi labor.
Me parece que ahora no solo es la sanción carcelaria, también hay multas, es decir que hablamos doble sanción para los periodistas o los que comuniquen algo en sus redes sociales.
Otro punto es que las fuentes van a tener temor de dar entrevistas y se lo va a pensar muy bien para ofrecer declaraciones. Como periodistas perdemos fuentes informativas, tanto personales como institucionales.
Como periodista de investigación que soy, ahora me enfrentaré a la limitante de las fuentes que ni siquiera van a querer darme documentación. Sin duda este Código Penal obstaculiza desde ahora mi trabajo y no digamos a futuro porque lo entorpecerá.
Es urgente revisar estos textos y que el Congreso traslade los artículos desde el Código Penal hasta el ámbito civil. El nuevo Código es lesivo para nosotros.
Dagoberto Rodríguez
Jefe de Redacción Diario La Prensa
El nuevo Código Penal, particularmente los artículos 228, 229, 230,231, 232, 233 y 234 que se refieren directamente a los delitos de injurias y calumnias, afecta directamente el ejercicio periodístico y establece un régimen de censura y autocensura.
Por un lado responsabiliza a los periodistas, a los editores, jefes de redacción, directores e incluso a propietarios de medios de comunicación que reproduzcan en sus medios alguna información pública que sea considerada como una injuria o calumnia contra una determinada persona.
Por otro lado, también sigue penalizando los delitos contra el honor con cárcel cuando el estándar internacional es trasladar delitos al ámbito civil para que sean sancionados por esa vía para salvaguardar el derecho al honor y la reputación.
Aunque nos digan que se rebajaron las penas, eso no ayuda mucho porque la idea es que se traslade del ámbito penal al ámbito civil los castigos y sanciones por delitos contra el honor.
Es lamentable que Honduras no haya querido cumplir con ese estándar interamericano en materia de responsabilidades ulteriores que establece la Carta Interamericana de Derechos Humanos o pacto de San José en su artículo 13.
Asimismo, este Código criminaliza la labor de los periodistas de investigación y la labor de denuncia de algunos medios de comunicación al establecer que no se puede citar fuentes anónimas o fuentes reservadas, tampoco utilizar las frases ‘se dijo, se aseguró’, eso es insólito en toda América Latina y en país que se precia de tener un Estado de Derecho.
En general la ley es bastante lesiva al ejercicio periodístico. Establece un régimen muy fuerte y severo de censura, va contra los principios de los Derechos Humanos, libertad de información y de prensa. Lo único que cabe acá es declarar su inconstitucionalidad e inaplicabilidad a efecto que no entre en vigor dentro de seis meses.
Ariela Cáceres
Jefe de Prensa HCH
El actual Código Penal atenta desde todos los puntos de vista contra la libertad de expresión y prensa, porque condena y criminaliza la labor periodística.
Jhonny Lagos
Director de El Libertador
Cuando analizamos una legislación penal tenemos que analizar el contexto de país y también el contexto histórico. El derecho penal es el derecho constitucional aplicado y el derecho constitucional es derecho político.
Cuando vemos la estructura de los nuevos artículos que, por ejemplo, sancionan la conducta de la población en términos de libertad de expresión, medios de comunicación alternativos, redes sociales… te lo prohíben e incluso te ofrecen cárcel por retuitear un mensaje.
Cuando vemos la caída de la prensa tradicional y el auge de los medios alternativos y las redes sociales, entonces nos damos cuenta que hay una dedicatoria directa para la sociedad. Cuando se sancionan las redes sociales y la creación del delito de masas, hay que pensar en delitos postelectorales y porque no un nuevo fraude electoral.
Percibo que este nuevo Código Penal lo que busca es aniquilar la reacción de la sociedad, aunque sea por mandar un meme.
Es lamentable que se bajen las penas para el narcotráfico y corrupción, y por otro lado aumenten las penas para comunicadores sociales, periodistas y toda la sociedad que interactúa en redes sociales al grado de imponerles cárcel.
Óscar Estrada
Director de PulsoHN
El tema de la libertad de expresión merece una discusión más amplia que no se ha dado en el país. Los medios de comunicación y las redes sociales de alguna forma han venido a alterar la forma en que la información llega a las personas, por lo tanto también nuestro trabajo que hacemos en los medios.
La desinformación que circula en las redes sociales, que también repercute en los medios de comunicación es importante buscar soluciones. Yo diría que el control debe venir del Estado a través del Código Penal, pero debe existir una discusión de hasta donde somos responsables como medios de comunicación de la desinformación que está circulando en el país.
Debemos decir que hay varios colegas -me reservo los nombres- que han usado ese recurso para generar campañas y dinámicas de poder que al final tiene repercusiones en la población, el país y obviamente en el ejercicio del periodismo.
En una sociedad ideal, que es lo que al final aspiramos, los Estados no tendrían por qué prohibir la libertad de expresión, si no que tendríamos que establecer nosotros nuestros propios medios para poder responsabilizarnos por las cosas que digamos y los daños que causamos a terceras personas a través de los estamos diciendo o publicando.
Carlos Ramos
Director de Notifides
La preocupación es enorme. Las reformas al Código Penal es una clara violación a la libertad de expresión y evidencia las intenciones de los grupos de poder en silenciar a la prensa. Lamentablemente el ejercicio periodístico serio, responsable y sin apegos, se ve afectado directamente, ya que una denuncia o investigación fundamentada podría representar serias sanciones para los medios de comunicación e incluso hasta la cárcel.
Ciertamente, será necesario penar a aquellos que ejercen la profesión y que han hecho de ella un lupanar, sacando jugosas ganancias a costa de la extorsión, injuria y la calumnia (de esos casos hay muchos en el país) pero, no así generalizando todo un gremio que estoy casi seguro que denuncia, investiga e informa.
De ejecutarse la vigencia el próximo mes de noviembre -del Código Penal- tal y como se supone, el gremio periodístico será coartado y lacerado en un hecho histórico para nuestro país, que para nadie es desconocido que en las tierras de Morazán y Lempira se naufraga en las aguas turbulentas de la corrupción, inseguridad, falta de salud y educación.
Me asaltan varias interrogantes: ¿Por qué se han hecho tantos intentos en silenciar la prensa en los últimos años? ¿Por qué surge en este momento la publicación en La Gaceta de estas reformas, cuando en el país hay señalamientos fuertes de narcotráfico, huelgas y masacres? o ¿Deberemos los periodistas acoplarnos a agendas prefabricadas para que ante los ojos del mundo hagamos ver que vivimos en el país de las maravillas? Seguramente hay muchas preguntas más, pero lo cierto es que si no se unen esfuerzos estaremos de rodillas y listos para ser ejecutados, esto último parafraseando la realidad actual que vivimos en nuestro país.
Considero necesario que estos atentados sean también escenarios de reflexión, para comprender que en el periodismo existen entrevistadores y fuentes, y no amistades ficticias o con intereses particulares.
El siempre celebre Gabriel García Márquez decía en sus análisis de la libertad de expresión: “El manejo que un periodista hace de su libertad para informar o para expresar su pensamiento, parte de su capacidad para decidir, en la que se incluye su voluntad de ir más allá de los obstáculos que siempre encontrará”.
Arístides Aceituno
Director de Hondudiario
Las nuevas disposiciones en el Código Penal están infundiendo temor, están provocando pánico y no es más que una amenaza a los principios de la libertad de prensa y de expresión.
Los principios de la libertad de expresión ya existen, y no hacen falta más, yo considero que lo aprobado en el Poder Legislativo, debe ser eliminado totalmente, lo sucedido ha dejado en evidencia, que las personas electas para legislar, están fuera de contexto.
Los diputados solo van a levantar la mano, no han demostrado capacidad para desarrollar el cargo para el que fueron electos, le han fallado al pueblo que confió en ellos; sin embargo los medios digitales son los más golpeados con esta nueva normativa.
Eso es autocensura, y con ello, no se hace más que poner en riesgo al periodismo como tal, y los más afectados son los medios electrónicos, porque hoy en día tienen bastante acceso a las redes sociales, esos límites deber ser derogados.
Esdras Amado López
Director y propietario de Canal 36
El Congreso Nacional se equivocó porque en la situación en que se encuentra el país medidas como esas no le hacen bien al gremio del periodismo.
Estamos totalmente en contra en que se limite la libertad de expresión y de prensa, nosotros somos respetuosos de la democracia y eso no contribuye a fortalecerla.
Todos esos artículos que pretenden silenciar al periodismo deben ser eliminados, porque un gobierno que actué con esas intenciones, es despótico.
Noé Mejía
Productor general de América Multimedios
Afecta gravemente, porque con la aplicación de las modificaciones a esta normativa inculpa o hace corresponsable al periodista y al medio de afirmaciones o insinuaciones de terceros, aspecto de limitada casi a la nulidad la libertad de expresión.
Epifanio López
Director de Radio Católica, La Voz de Suyapa
Considero que es una afectación directa. Pues representa una amenaza en dos sentidos: uno de ellos al pensamiento, este se manifiesta en la concepción misma de la idea a expresar o comunicar respecto a una información sobre cualquier acontecimiento en la sociedad, esto en primera instancia provoca una autocensura infringida por el temor de ser usado en nuestra contra como periodista.
En segundo lugar a la misma libertad de expresión. Esto debido a que, cualquier funcionario público va tener a su antojo «La interpretación personal» de aquello que se dijo indistintamente de lo que el comunicador social considero a bien informar. O sea que, para solo causar intimidación cualquier persona podría acusar de calumnia e injuria al periodista, sin tener argumentos de peso.
Eso es lo que pienso… en dos direcciones… en principio la formulación de la idea y el otro aspecto, al expresarlo…. autocensura y una mala interpretación que se quiera hacer… para tener intimidada a la prensa.
German Reyes
Corresponsal Agencia EFE
Cualquier norma que atente contra la libertad de expresión afecta a toda la sociedad, incluyendo a los periodistas.
Jorge Zelaya
Noticias VTV
Afecta mucho porque se corre riesgo, en vez de que existan restricciones a la actividad periodística, es mejor que existan amplias libertades y que cada uno al momento de transmitir o publicar una noticia ser responsable, ya que sin documentación o un soporte no se puede, por lo que el nuevo Código Penal busca intimidar a los periodistas.
El Congreso debe de convocar a todos los sectores involucrados, no solo a los colegiados, sino que a los que trabajan de forma independiente, porque se está lesionando la libertad de expresión ¿Cómo van a controlar lo de las redes sociales?, eso es imposible, por lo que quien tiene que controlarse en todo caso es uno mismo, tener un cierto grado de responsabilidad al momento de transmitir o publicar una noticia, porque la vía de expresarse de la gente son los medios de comunicación y no puede haber un control contra las personas, porque si no entraríamos en un retroceso grande.
Elán Reyes
Nosotros hemos vivido bajo un Código Penal que ya castiga los delitos contra el honor y lo hace con cárcel, y en este caso tenemos un nuevo Código Penal que tiene normativas muy similares.
Pero lo que se debate en este momento que son los delitos contra el honor solamente se pueden manejar restableciendo el honor de las personas y es pidiendo perdón a la persona ofendida y no a través de una sentencia y de esa forma el nuevo Código es inaplicable a los estándares académicos que no tiene el país, este es un Código muy difícil de poder interpretar porque hay que buscar a los jueces para hacer uso.