Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – Los problemas de Honduras son profundos y algunos con raíces que tienen grandes tentáculos, pero sin ser expertos en economía, sociólogos o politólogos, eso ya se sabe porque la población los sufre a diario, y entonces la pregunta toral es ¿cuál es el rumbo a tomar?
– La permanente crisis política en Honduras se agudiza cada vez más. Lejos de buscar solución a los principales problemas del país, la clase política se enfrasca en disputas estériles.
– Se avizora una nueva crisis por la legalidad o ilegalidad de la actual Junta Directiva del CN.
En ese sentido las inquietudes de los analistas y de la población de Honduras es hacia donde apuntan las inversiones en la economía del país en medio del cóctel político nacional.
La crisis de los políticos es multisectorial, ya que la alianza política que llevó al poder al grupo gobernante se quebró y ahora claramente quedó solitario en el gobierno el partido Libre, mientras la legitimidad del Congreso Nacional está en el aire y el anuncio que dos recursos interpuestos en la Sala Constitucional desató la ira del oficialismo que ahora amenaza al Poder Judicial.
Todo ello se da en el marco que la población más carenciada asiste sin defensa alguna a los mercados de consumo y observa cómo los precios de los alimentos van en alza todas las semanas e igual tonalidad está tomando los combustibles, que debido al alza en los mercados mundiales poco se puede hacer.
A lo anterior se suma que muchas empresas, del sector maquila especialmente, están anunciado despidos por cierre o ajustes de operaciones y las inversiones extranjeras en la economía nacional brillan por su ausencia.
Es conocido que durante las campañas políticas los candidatos ofrecen cambiar, o en el caso actual -refundar Honduras-, pero cuando llegan al poder pareciera que los planes de gobierno que vendieron como fórmulas mágicas se vuelven intangibles, a lo que se suma un contexto internacional de crisis que amenaza con empeorar.
(LEER) FMI: “Lo peor está por venir”; BCIE: “será un año difícil”
Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, en un encuentro realizado en Washington, dan un triste pronóstico en cuanto a que lo peor está por venir y que se aproximan tiempos más difíciles.
El mismo panorama desfavorecedor tiene la CEPAL que según su último informe en 2023 los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global.
El organismo prevé que “la desaceleración se acentúe en América Latina y el Caribe, con un crecimiento de 1,4 % en 2023”; añade que todas las subregiones evidenciarían menor crecimiento el próximo año, el grupo conformado por Centroamérica y México lo hará en un 1.7 %, en comparación con un 2.5 % en 2022.
En tiempos que son tan complicados en el contexto nacional e internacional con guerras, anuncios de recesión y mayor inflación, sería interesante que los distintos sectores reflexionen sobre el rumbo que se le debe dar a Honduras, pero no se sabe si hay conciencia en esos sectores de una realidad de incertidumbre que agobia a la población, al punto que, si no es resignación, es desesperanza o apatía, y entonces huir del país en busca de un sueño americano parece la primera opción.
Tormenta política a la vista
Como si los nubarrones en el contexto económico no fueran ya demoledores, el país está a las puertas de una nueva crisis política con el veredicto en agenda de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sobre la legalidad o ilegalidad de la actual junta directiva del Congreso Nacional.
En las últimas horas el titular del Supremo, Rolando Argueta reveló que dieron admisión a dos recursos de inconstitucionalidad en torno a la junta directiva del Poder Legislativo.
De inmediato las reacciones, en oposición y el oficialismo, no se hicieron esperar y desde ya se avizora un agrio debate en los próximos días.
Hace unos días la Conferencia Episcopal pidió a la Sala de lo Constitucional de la CSJ, que se pronuncie lo más pronto posible para clarificar la legitimidad o no de la junta directiva legislativa que comanda el diputado Luis Redondo.
Desde el oficialismo, con el diputado Fabricio Sandoval han advertido que si la CSJ quiere conflicto pues lo tendrá, pero que defenderán lo aprobado en enero de este año, que para muchos tiene vicios de ilegalidad.
“Estamos en lucha permanente, hoy los grupos de poder, otra vez intentan apoderarse del Congreso Nacional, si la CSJ quiere conflicto, conflicto tendrá”, retó Sandoval.
En tanto, el presidente de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales en el Congreso Nacional, diputado Ramón Barrios, manifestó que la Corte Suprema de Justicia no debe decidir sobre asuntos políticos.
“Vamos a demostrar que el poder del Estado que representa la soberanía es el Congreso Nacional, nosotros fuimos elegidos directamente, así que la advertencia es, que la Corte no debe decidir sobre un asunto estrictamente político”, expresó.
Otras declaraciones que estremecieron este fin de semana fueron las del coordinador general de Libre y asesor del Poder Ejecutivo, Manuel Zelaya, quien advirtió que saldrán a las calles para defender las consultas populares.
“Volvamos a las calles compañeros, ahí nacimos, de ahí somos y nadie va a detener un pueblo en resistencia hasta que se logre justicia”, dijo Zelaya, pese a ser parte fundamental del actual gobierno.
Incertidumbre
Para el especialista en macroeconomía, Wilfredo Díaz, la transición de la administración gubernamental no ha sido tan eficiente como se esperaba en un inicio.
A ello se suma todo el contexto internacional y el impacto negativo que han tenido los fenómenos naturales durante este año, y todo eso en conjunto pone a Honduras en un escenario complicado y lamentablemente no hay claridad en la planificación gubernamental, agregó el técnico en plática con Proceso Digital.
Además de acuerdo con el economista el país tiene muchos frentes abiertos que se deben atender, por un lado, se debe de reconstruir infraestructura tanto en comunicación como productiva también se debe tener un plan concreto sobre el apoyo a sectores estratégicos que incluye inversión prioritaria y enfocar la inversión privada y pública hacia estos sectores.
En este punto destaca que en cuanto a inversión pública hay muy poca ejecución y en cuanto a la inversión extranjera directa ha caído en el acumulado a junio del 2022 y más bien se ha tenido salida de capital en vez de entrada de capitales.
“Aún no se puede hablar de estancamiento económico en el país, pero si se ven signos de desaceleración”; lo anterior denota una situación de alta vulnerabilidad en cuanto a lograr condiciones para mejorar la producción nacional, aumentar los ingresos de la población y con ello combatir la pobreza que se tiene en el país, de acuerdo al economista.
Díaz añadió que el país está en una situación donde no se tienen muchas herramientas para hacer frente a las condiciones negativas que se están conformando tanto en términos económicos como financieros.
Es “difícil tener un panorama claro y además positivo sobre lo que podemos esperar en mediano plazo (…), vamos a tener que esperar una reacción más ágil por parte del gobierno, aún hay tiempo para hacer correcciones, pero tengo más dudas que certeza”, concluyó Díaz.
En medio de un panorama de incertidumbre surgen las interrogantes de distintos sectores sobre el rumbo del país tanto en materia económica como sociopolítica.
Para el caso recientemente el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, cuestionó en su cuenta de Twitter ¿motivación o ejecución?, a lo que él mismo responde que, se necesitan ambas. Seguidamente apuntó “salimos de un gobierno con las motivaciones equivocadas, pero con capacidad de ejecución, a uno nuevo, con la motivación adecuada, pero sin capacidad de ejecución, Honduras necesita que el gobierno aumente mucho su capacidad de ejecución”, remarcó.
Otro vergonzoso escenario político
Algunos analistas coinciden que otro de los escenarios que mantienen en vilo a la sociedad hondureña es el de la política vernácula, porque los políticos tanto los que están en el poder como los de oposición a diario protagonizan un espectáculo digno de un circo.
La ruptura de la alianza entre Libre y PSH, le pone la cereza al pastel y se comprueba la fragilidad de los acuerdos políticos, además que agudiza las dudas de quién está gobernando en el país ya que para muchos la intromisión del coordinador de Libertad y Refundación en asuntos que estrictamente le corresponderían a la presidenta Xiomara Castro, es un mal síntoma, para la frágil democracia del país.
El padre Ismael Moreno, es uno de los que advierte que se gesta una inestabilidad política riesgosa y crítica que de ambos lados tanto de oposición como gobierno hay fantasmas que les persiguen unos dicen que todo es persecución política y a otros todo les huele a golpe de estado, además de sus acostumbradas prácticas de aprovechamiento de los recursos del pueblo y campañas prematuras.
A criterio del director del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), Luis León, el espectáculo de los políticos en el país “es penoso y vergonzoso porque pareciese que nuestros políticos no han caído en la realidad de porque son políticos”.
Inmadurez e irresponsabilidad que conlleva a un riesgo
El estira y encoje que de forma irresponsable se ve a diario en el discurso político solo refleja la inmadurez política y la falta de una visión de país a futuro y sobre todo una búsqueda de acuerdos para solucionar los grandes problemas de Honduras, apuntó el analista político en entrevista con Proceso Digital.
Los políticos no tienen claridad de qué es lo que quieren hacer a favor del país, pero si tienen una claridad muy amplia de lo que quieren partidaria y personalmente, expresó.
El escenario político apunta a que, en un tiempo tan importante, como lo es el proceso de selección y elección de los nuevos magistrados a la Corte Suprema de Justicia, hay un temor de desestabilización, porque no se ve, que con tal inmadurez puedan ponerse de acuerdo.
Si no hay acuerdos maduros “la elección (CSJ), se vuelve compleja y crítica y si se vuelve crítica, habrá una crisis; que puede ser riesgoso para Honduras y el resultado de anteponer intereses particulares a los intereses de país puede llevar a 9 millones de hondureños a no tener la Corte independiente que se aspira, resaltó.
Debate ausente
El analista Efraín Díaz Arrivillaga, dijo a Proceso Digital, que lo que sucede en la clase política hondureña es que hay mucho ruido porque se está frente a una situación de dime qué te diré, en redes sociales, pero en el fondo todo carece de profundidad todo es superficial.
El analista disiente que ese discurso vano de los políticos tenga repercusiones que lleven a una desestabilización, pero sí señala que hace falta un debate serio que lleve a consensos sobre los temas importantes del país, y también falta autocrítica de parte de los políticos.
En cuanto a política exterior el experto apunta que es indispensable una relación bilateral con los países principalmente con Estados Unidos y con los países de la región.
Por supuesto que se tiene autonomía en las relaciones y poder decidir qué es lo que más conviene a los intereses del país, no porque inquiete a otros países, sino porque sencillamente se debe ver cuál es el interés nacional, eso debe guiar la política exterior, agregó.
“A estas alturas ya se sabe cuál es la situación y se debe plantear cuales son las líneas estratégicas y cuáles son las políticas que se van a adoptar en los diferentes campos que el país requiere”, se debe reconocer que a nivel de gobierno hay algunos avances, pero hay otras cosas que todavía no se pueden visualizar muy claramente, cerró.
Convulsión
En lo social se conoce que la deuda que se tienen con las grandes mayorías es histórica y se reconoce que nada cambiará de la noche a la mañana, sin embargo, se tenía otra visión de cómo el gobierno enfrentaría áreas tan importantes como salud y educación y la generación de empleo entre otros puntos básicos.
Pero lastimosamente lo que se ha visto en lo que va del primer año de gobierno es que prevalece la improvisación, desorden y falta de planificación además coinciden algunos sectores.
En este punto se subraya algo nuevo, pero no positivo y es la intromisión de las bases del Partido Libre en la gobernanza de las instituciones, con la única consigna de que son militantes del partido que gobierna y merecen un empleo a costa de sacar de su trabajo a otros hondureños a los que se les terminó su turno político, es así que casi a diario se puede comprobar como los famosos colectivos quieren imponer su voluntad en las distintas secretarías acentuándose más en el caso de Salud. LB
