El caso haitiano ocupó a representantes del continente reunidos en el llamado Evento de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur y Desarrollo de Capacidades, encuentro de tres días abierto el miércoles pasado por el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Unos quinientos delegados de 131 países y de organismos internacionales y no gubernamentales concurrieron a esta cita, organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
«La reconstrucción de Haití va a ser cara, la reconstrucción va a ser de largo plazo», dijo a Efe en Bogotá el secretario ejecutivo de la OEA para el Desarrollo Integral, el guatemalteco Alfonso Quiñónez, que hizo de moderador de la discusión.
En unos 11.500 millones de dólares ha sido calculada por el Gobierno en Puerto Príncipe la reconstrucción del territorio insular, arrasado el pasado enero por un terremoto de 7 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que dejó más de 220.000 muertos y 1,3 millones de damnificados.
«Lo que es importante para todos, empezando por el propio Gobierno de Haití (…), es que la cooperación que se dé sea una cooperación efectiva y que, también, esa cooperación se dé en función de las necesidades que el propio Haití ha identificado», agregó el alto cargo de la OEA, citante de la discusión sobre Haití.
Quiñónez observó que la OEA ha buscado con esta iniciativa en Bogotá que el organismo continental, otras organizaciones internacionales y los países vean «cómo pueden colaborar con Haití para que esa cooperación sea más efectiva y, al serlo, tenga un mayor impacto en este país, que tanto lo necesita».
El interés con este encuentro sobre Haití es el de que, agregó el diplomático, «quede en evidencia la importancia de seguir apoyando a Haití, porque las necesidades son muy grandes, y de velar conjuntamente con Haití en la efectividad de esa cooperación».
La cooperación debe ser «bajo el principio elemental que ha sido repetido en múltiples oportunidades por los representantes haitianos», continuó Qiñónez, para señalar que «esa cooperación debe ser dirigida adonde Haití considere que debe ser dirigida».
El secretario ejecutivo de la OEA para el Desarrollo Integral observó que esta discusión en la capital colombiana alimentará la «gran reunión sobre la reconstrucción de Haití» prevista para el 31 de marzo venidero en Nueva York.
Es la llamada Conferencia de Donantes Internacionales: Hacia un Nuevo Futuro para Haití, en la que se deberá concretar una nueva asistencia financiera, mundial y sostenida, para la recuperación del país en desastre.
La reunión ha sido convocada por la ONU y Haití, cuenta con el respaldo de Estados Unidos y será presidida en conjunto por Brasil, Canadá, Francia, España y la Unión Europea (UE), reconocidos como donantes principales a la nación caribeña.
