Tegucigalpa – Este martes la muerte de otro privado de libertad, estremeció al país en la denominada cárcel de máxima seguridad El Pozo, en Ilama Santa Bárbara, zona occidental de Honduras. Este suceso agudiza la crisis penitenciaria por la que atraviesa el país en los últimos meses, donde cuatro reos han perdido la vida en varias cárceles.
El subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Germán McNiel, confirmó a la prensa que la víctima fue encontrada muerta en el módulo número dos del centro penitenciario y la causa sería por asfixia. El reo pertenecía supuestamente a la mara 18.
El recluso fue identificado con el nombre de Joel Antonio Galo Martínez, alias “El Zarco”, y hasta ahora se desconocen las razones por las que habría sido asesinado en el centro penitenciario, donde se han registrado varias muertes violentas en las últimas dos semanas.
«En este hecho no se implementó ningún arma de fuego o corto punzante, sino que se encontró aparentemente con signos de asfixia y se dio aviso a Medicina Forense para ver si se suicidó o no», dijo el funcionario sin dar mayores detalles.
El pasado viernes 25 de octubre un reo fue asesinado y otro fue herido en un hecho violento ocurrido en el interior del centro penal “La Tolva” ubicado en Morocelí, El Paraíso, informó la Fuerza de Seguridad Nacional Interinstitucional (Fusina). Este centro penitenciario también es de máxima seguridad.
Las víctimas fueron identificadas como Marco Tulio Amador y el herido Carlos Alberto Acevedo Paz, el privado de libertad recibió un disparo de una pistola de nueve milímetros en la fosa nasal frontal dejando un orificio de entrada.
Según señalamientos de Fusina, el atacante fue Marvin Lara, quien es integrante de la Mara Salvatrucha (MS) y ya se encuentra a la disposición de las autoridades pertinentes quienes realizan las respectivas investigaciones para esclarecer el crimen.
El hecho ocurrió después de un registro realizado el pasado lunes 4 de noviembre por las autoridades penitenciarias en el recinto, donde se decomisaron armas corto punzante, memorias digitales, entre otros objetos que no están permitidos en las cárceles de máxima seguridad.
Este nuevo hecho criminal se da cuando apenas ha transcurrido no más de dos semanas en que fue asesinado el reo Nery Orlando López, conocido en el mundo criminal como Magdaleno Meza, un capo confeso capturado el pasado 7 de junio de 2018 por la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).
Meza fue asesinado brutalmente por unos seis sujetos con pistolas y puñales, según se conoció por un video que circuló inmediatamente de que fuera asesinado, desde entonces se abrieron las investigaciones para esclarecer la muerte del recluso, quien supuestamente era el dueño de las narco libretas que se salieron a relucir en el juicio del excongresista Juan Antonio Hernández en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
La violencia se trasladó el pasado 30 de octubre a la cárcel de El Porvenir, Francisco Morazán, cuando seis privados de libertad resultaron heridos tras un tiroteo registrado al interior del centro penitenciario.
Sin embargo un día después –jueves- del tiroteo se informó que el privado de libertad, identificado como Eduardo Enrique Mungía Zúniga (38), falleció en una de las salas del Hospital Escuela donde fue ingresado el miércoles por la noche.
En ese sentido el vocero del Ministerio Público, Yuri Mora, dijo que las investigaciones de este caso continúan bajo la coordinación de agentes de la Dirección Policial de Investigación (DPI) y fiscales, quienes preparan los requerimientos a las personas involucradas.
Tras confirmarse las muertes de privados de libertad, el viceministro de seguridad, Luis Suazo, indicó que por instrucciones del presidente Juan Orlando Hernández, se procedió a la intervención por parte de Fusina, de las cárceles de máximas seguridad El Pozo I y II, en Ilama Santa Bárbara y Morocelí El Paraíso.
Pero además de las muertes que se han registrado, otros sucesos también marcan las crisis en los centros penitenciarios, que pese a la custodia que existe en ellos, las organizaciones criminales también buscan constantemente como desafiar a la autoridad penitenciaria del país.
En septiembre de este año, agentes de la DPI encontraron en las cercanías de El Pozo, Ilama, Santa Bárbara un túnel, en el que presuntamente sería utilizado para que varios privados de libertad se fugaran. En la operación se detuvo a 11 personas, quienes aseguraron que ellos solo buscaban oro en la zona.
Pero casi un mes después, el viceministro Suazo, vinculó el túnel a Magdaleno Meza, dijo que el narcotraficante asesinado, detenido en El Pozo, pretendía huir del centro penitenciario, poco o nada se supo después sobre el caso, incluso las personas que fueron requeridas por la autoridad fueron dejadas en libertad.
La Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), ha reportado la detención de más de 70 personas este año por tratar de introducir drogas, teléfonos celulares, bebidas alcohólicas, entre otros artículos de uso prohibido en los centros penitenciarios.
También en estos dos centros penales, han sido detenidos 23 agentes penitenciarios, 18 en El Pozo por querer introducir 240 mil lempiras y cinco en La Tolva por poseer granadas de fragmentación.