De acuerdo al defensor de los derechos humanos, Honduras no es el país más peligroso del mundo como se ha querido dar a entender.
Quizás hay países más violentos que nosotros, la diferencia es que en Honduras se lleva un debido registro y no se ocultan los hechos, expresó.
Señaló que la violencia en Honduras está prácticamente definida geográficamente por donde funciona más el narcotráfico.
Comentó que el narcotráfico tiene un mercado de consumo que es el país más rico del mundo pero que, sin embargo, aunque saben que Honduras es paso del narcotráfico no ayudan a combatirlo.
Honduras registró en 2012 una tasa de 85.5 homicidios por cada 100 mil habitantes con la cual superó 9.71 veces más la tasa mundial establecida en 8.8 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La tasa de 85.5 fue superada por los departamentos que son parte del corredor del narcotráfico, en Honduras, entre los cuales están, Atlántida (129.4), Cortés (128.9), Copán (104.7), Ocotepeque (99.8), Yoro (93.4), Olancho (92.5), y Colón (90.3).
Trasiego de violencia
Custodio explicó que la represión del narcotráfico en México hizo que el problema se trasladara a países como Guatemala y Honduras.
Es un trasiego de violencia que es consecuencia de la represión que hay en otros países contra el narcotráfico, declaró.
Según el ombudsman hondureño, si todos los países actuaran con la misma dedicación y eficiencia, el daño sería menor.
Sin embargo, agregó, aquí el que sale perdiendo es el país menos organizado y el más débil.
Sostuvo que la situación de Honduras se ha deteriorado tanto, por el narcotráfico y, el país responsable no nos ayuda en absoluto.
Tampoco quiero decir, comentó Custodio, que la seguridad de Honduras sea un problema de los Estados Unidos.
“El problema es nuestro y tenemos resolverlo o, por lo menos, exigir que se resuelva”, puntualizó.
En su criterio, la responsabilidad de éste y de otros gobiernos es porque no se hacen ni se hicieron respetar ante un problema de política exterior.
Añadió que es cuestión de dignidad y la dignidad la vive cada persona, cada familia, cada pueblo y la vive cada gobierno.
Narcotraficantes tienen mucha influencia
Una encuesta hecha por la firma Borge y Asociados, a petición del Conadeh, sobre una muestra de 840 entrevistas con un nivel de confianza del 95%, reveló que al menos que seis de cada diez hondureños consideran que los narcotraficantes tienen mucha y algún grado de influencia, tanto en su municipio como en el departamento.
Según Custodio, pese a que la gente tiene miedo, algunas veces, de contestar ese tipo de preguntas, aún así, el 60.1% y el 61.5% de los hondureños considera que los narcotraficantes tienen mucha y algún grado de influencia tanto en el municipio como en el departamento, respectivamente.
Honduras principal destino de narco avionetas
Se estima que más del 80% de las narco-avionetas que despegan de Sudamérica tienen como principal destino este país centroamericano.
El defensor de los derechos humanos argumentó que hace unos seis años las narco-avionetas que procedían de Sudamérica tenían como destino República Dominicana, no obstante, cuando este país caribeño adquirió y puso en funcionamiento su propio radar la situación cambió para Honduras.
Antes, dijo Custodio, era bien denso las trazas de vuelos ilegales hacia República Dominicana, país que se cansó de pedirle a la comunidad internacional un radar, hasta que compraron el propio para cuidar su espacio aéreo y ahora todas esas narco-avionetas cambiaron de ruta y vienen hacia Honduras.
Según una agencia del gobierno de los Estados Unidos de América, en el 2007 fueron identificadas 178 narco-avionetas procedentes de Sudamérica que llevaban como principal destino República Dominicana y en menor escala la ruta México – Centro América.
De lo anterior se desprende que, ese mismo año, cuando República Dominicana aún no tenía su propio radar, se detectaron 132 (74%) narco-avionetas procedentes de América del Sur hacia ese país caribeño, mientras que hacía la ruta México-Centroamérica y principalmente a Honduras se identificaron 46 (26%) aeronaves.
La situación cambió radicalmente entre octubre del 2011 hasta mayo de 2012, luego de instalado los radares en República Dominicana, las trazas de vuelos ilegales cargados con narcóticos se redujo a la mínima expresión hacia ese país caribeño no así para Honduras.
Al respecto, una encuesta realizada por la firma Borge reveló que ocho de cada diez hondureños considera que para defender su soberanía, el Estado de Honduras debe tener su propio radar para evitar que las narco-avionetas violen el espacio aéreo hondureño.
