Tegucigalpa – “Nuestra sociedad está increíblemente deteriorada y admitámoslo, nos estamos cansando de ver que nuestras autoridades, son buenas para hacer discursos y para echarle la culpa a los que estuvieron en el pasado”, reflexionó el portavoz de la iglesia católica, Juan Ángel López.
– Los que han asumido la responsabilidad de llevar adelante nuestro país, deberían estar demostrando que son diferentes, dice el sacerdote.
El sacerdote reconoce en su columna de reflexión semanal que publica en el semanario Fides, y los demás medios de la iglesia, que nadie pretendería que, en apenas cuatro meses, se pudiese acabar con el daño que se le ha hecho al país históricamente y no solo hace 12 años atrás.
No obstante, remarca que “también es cierto, que las actitudes de los que han asumido la responsabilidad de llevar adelante nuestro país, deberían estar demostrando que son diferentes, pero pareciese, lo insisto de nuevo, pareciese, que muchos de ellos están únicamente motivados por un revanchismo ciego, incapaz de construir una nación, pero supremamente capaz de dividirla más”.
¡Qué lejos estamos de lograr que el Estado deje de ser el gran empleador y que los partidos triunfantes, sus miembros, crean que tienen derecho a ocupar los cargos, aunque no tengan los méritos! Hablando de autoridad, añade en su reflexión.
Como un ejemplo del deterioro de la sociedad el padre Juan Ángel, menciona en su columna el asesinato del joven barrista del Real España, Wilson Pérez, quien murió abatido a manos de agentes policiales. El padre confió que ese caso le ha dejado una frustración muy grande.
Su actuar fue criminal y claramente punible, pero eso no justifica que lo hayan asesinado. “Ahora pareciera que todo debe solucionarse de esa manera. Para mí, lo más grave de todo, si es que hay alguna manera de medir la gravedad, es leer y escuchar a personas, que prácticamente están condonando ambos actos”, agregó.
Reiteró que el muchacho merecía un castigo ejemplar en base a ley, “pero acabar con la vida de él, solo nos demuestra que hemos llegado, desde hace mucho tiempo atrás, a muchísimo más que la ley de la selva, porque estamos viviendo una especie de ley del “lejano oeste” en la que cada cual según sus intereses, no es que se toma la ley en sus manos sino que se convierte en ley, juez y verdugo”.
Conferencia Episcopal
En otro tema el vocero de la iglesia se refirió a la nueva conformación de la Conferencia Episcopal que se concretó la presente semana, y dijo que despedir a alguien como monseñor Ángel Garachana de su misión de presidente es muy difícil, por lo que destacó que públicamente le da un inmenso: ¡Gracias! A él, como a los demás obispos de la Conferencia Episcopal, la posteridad debe hacerles justicia. LB
