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“Narcocarretera”: Misquitos piden evitar más mártires de la tierra

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Tegucigalpa – Dispuestos a ofrendar sus vidas en defensa de sus tierras, el pueblo misquito realizó un enérgico llamado a evitar mártires de la tierra y frenar el avance de la construcción de la llamada “narcocarretera”, denominada así por los grupos indígenas de la zona.

-Líderes misquitos viajaron a Tegucigalpa para manifestar a autoridades del actual gobierno hondureño el rechazo por la construcción de la llamada “narcocarretera”.

 -La carretera une Krausirpe (en el municipio de Wampusirpi) en Gracias a Dios con el municipio de Dulce Nombre de Culmí en Olancho.

En conversación con Proceso Digital, el presidente de la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras (Conpah), Donaldo Allen, externó que son conscientes de las represalias por la defensa de los recursos naturales y pidió que ya no existan más mártires de la tierra como la ambientalista Berta Cáceres, asesinada en marzo del 2016.

“Hoy quiero dejar dicho que cualquier acción que esté en contra de los pueblos, es que no hay necesidad de más mártires, estamos a tiempo para sentarnos en un diálogo nacional”, expresó el líder misquito.

Explicó que lo que sucede es que con el avance de este proyecto se invaden los territorios misquitos y Tawahka.

“Sin carreteras hemos tenido invasiones en nuestro territorio y con una carretera de esa magnitud, ¿qué es lo que no van a poder hacer?”, cuestionó Allen.

Cabe señalar que inicialmente en una conferencia de prensa las autoridades gubernamentales anunciaron la destrucción de la “narcocarretera”, pero posteriormente el asesor presidencial José Manuel Zelaya prometió que no se destruirá.

Carretera ilegal

De su lado, el presidente de (Muskitia Asla Takanka, “Unidad de La Mosquitia”), MASTA, Elvis Antonio Greham, dijo a Proceso Digital que aunque la carretera es apoyada ahora por el gobierno hondureño es ilegal, ya que nunca se consultó al pueblo misquito.

Argumentó que basados en el artículo 7 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la carretera es declarada ilegal.

Dicho artículo reza: que “Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente”.

“Las bases de MASTA han dicho un no rotundo a la carretera ilegal, la llamamos ilegal porque no se consultó a las bases sociales del pueblo misquito”, expresó Greham.

Además el gobierno no siguió los procedimientos para iniciar la construcción de la carretera, agregó.

Para poder solventar esta situación los pueblos indígenas exigen un diálogo franco con las autoridades hondureñas a quienes piden pensar en los pueblos indígenas y no solo en los productores quienes se piensa beneficiar al finalizar esta carretera que comunicara vía terrestre a los departamentos de Olancho y Gracias a Dios.

“Nosotros vemos como una amenaza la carretera, la cual va a facilitar la entrada a nuestro territorio a terceros y la invasión va a ser más acelerada”, reprochó.

La invasión de terceros, es decir personas que no corresponden a los 12 pueblos indígenas, ni al gobierno, cada día avanza más en el departamento de Gracias a Dios, expuso.

Los terceros están descombrando grandes territorios de árboles, y eso afecta a la Biósfera del Río Plátano (pulmón de Centroamérica) y por ende afecta directamente a las comunidades indígenas, razonó.

Más de 154 mil misquitos afectados

Por su parte, Orlando Calderón, asesor técnico de MASTA, reveló a Proceso Digital que según estadísticas que han logrado obtener se trata de más de 154 mil misquitos quienes son afectados directamente por la construcción de la carretera, sin tomar en cuenta a las comunidades de la población Tawahka, Garífunas y Pech.

“Los últimos estudios muestran que más del 60 % de la cobertura vegetal de la Biósfera del Río Plátano han sido destruidos por invasiones, por narcoganadería y por otras actividades ilegales”, manifestó Calderón.

En la actualidad el pueblo misquito cuenta con un millón 440 mil hectáreas de tierra  tituladas a favor de los consejos territoriales, de esta cifra más del 60 % está siendo invadido por terceros y narcoganaderos, comentó.

Defendió que todos los hondureños tienen derecho a la tierra, pero no bajo el sacrificio de los pueblos indígenas.

Precisó que se tratan de unos 130 kilómetros aún por construir los cuales serían una total invasión a tierras vírgenes de la comunidad misquita.

“Nosotros hemos dicho que no o nos matamos, pero esa carreta no avanza hacia el pueblo misquito”, zanjó.

Al igual que lo líderes misquito externó estar dispuesto a ofrendar su vida por la defensa de la tierra, pero también consideró que se pueden evitar más mártires de la tierra, si se recurre antes al diálogo.

A continuación Proceso Digital reproduce el pronunciamiento de los pueblos indígenas en contra la narcocarretera:

Nosotros, las organizaciones representativas de los pueblos indígenas de la Moskitia Hondureña, organizados en Consejos Territoriales «RAYAKA, DIUNAT, BATIASTA, BAMIASTA, BAKINASTA del pueblo Miskito agrupados en nuestra organización MASTA, y la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras CONPAH», reunidos en Asamblea de emergencia y en el uso del derecho a la libre determinación contenidos en el artículo 7 del Convenio 169 de la OIT. En cumplimiento a nuestro deber ciudadano y en representación de los pueblos indígenas Miskitu y Tawahka de Honduras, hacemos del conocimiento público, los siguientes:

1.- Desde el año 1985 los pueblos indígenas de la Moskitia, se organizaron como «Mosquitia Asla Takanka – MASTA» y somos parte de CONPAH, la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras, respetando las leyes hondureñas en el marco del principio de legalidad y convivencia pacífica. Con este cuerpo organizativo, los pueblos indígenas lograron en el 2016 la titulación legal de los territorios indígenas que se rigen por sus Consejos Territoriales existentes, tras un proceso de negociación y diálogo con el Estado de Honduras.

2.- Enfrentamos en la actualidad un proceso de INVASIÓN de nuestros territorios indígenas, por parte de ganaderos que compran ilegalmente tierras a indígenas, y destruyen el bosque para establecer potreros e introducir ganado, en las Reservas de Biosfera Tawahka Asagni y Río Plátano. Estos mismos grupos de poder han usurpado las tierras de la zona de Warunta y aspiran a abrir una calle que comunica Olancho con Warunta, en el Municipio de Wampusirpe, acelerando el proceso de compra venta de tierras y apertura de potreros a costa de los bosques. Todo este es un fenómeno de negocios ilegales con las tierras indígenas y con tierras inscritas en el Catálogo forestal de Honduras como «patrimonio Inalienable» como ser las tierras de la Reserva de Biósfera Tawahka.

3- Una solución a este proceso de invasión es llevar adelante el proceso de SANEAMIENTO el cual, de manera pacífica, establece ya una manera de dilucidar estos conflictos, estableciendo quién tiene derecho legal a las tierras y poniendo límites a este proceso de usurpación de tierras indígenas. Hasta tanto no se lleve adelante este proceso, no es posible abrir calles que fomentarán más el desorden y los descombros que se amplían cada vez más en los últimos bosques de Honduras y las tierras indígenas legalmente tituladas a favor de nuestros pueblos.

4. Esta calle fue abierta sin cumplir con el debido procedimiento del “consentimiento Fundamentado Previo”, mediante una consulta a los pueblos indígenas: Miskitos y Tawahkas, que debía ser hecha previamente a la apertura de la calle. Un remedo de consulta hecho con algunos pobladores indígenas, a estas alturas, no tiene sentido ni validez, por cuanto no se hizo antes de la apertura de la calle, sino después y bajo financiamiento y liderazgo de personas autodenominadas “lideres” con intereses económicos personales en la apertura de esa calle.

5.- Por lo tanto nos manifestamos en contra de la existencia y ampliación de esta calle ilegal, la cual entra, sin ningún permiso previo, en las Reservas de Biósfera de Tawahka y de Río Plátano, rompiendo con todas las leyes y normativas del Estado de Honduras al respecto. Esta calle no puede ser avalada mediante acuerdos políticos que pasen sobre las Leyes y normas nacionales ni sobre los acuerdos internacionales que Honduras ha suscrito.

6. Hacemos un llamamiento al Gobierno a hacer CUMPLIR LA LEY. No está permitido por nuestras leyes que se abra una calle a través de la Zona Cultural de la Reserva de Biosfera Tawahka. Tampoco que esta calle avance hasta Wampusirpe, atravesando la Reserva de Biosfera de Río Plátano. Esta calle no trae progreso para nuestros pueblos indígenas, sino únicamente acelera el proceso de invasión de las tierras indígenas, haciendo más rentable el negocio de compra- venta de tierras y de ganadería ilegal en áreas protegidas.

7. Carretera no, saneamiento sí. Es la posición de los pueblos indígenas agrupados en MASTA y CONPAH. Una vez ejecutado apropiadamente el saneamiento, será el momento de hablar de infraestructura de comunicaciones, pero no para favorecer únicamente el negocio ilegal de algunos grupos económicos de poder.

Asimismo, hacemos un llamado a los organismos defensores de la vida, nacionales e internacionales, para que den acompañamiento a la población indígena en pro del Cierre de la Carretera Ilegal, ya que grupos peligrosos están detrás y amenazan la vida de nuestros pueblos. (RO)

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