Tegucigalpa – Decenas de pacientes están muriendo en sus casas, ante la falta de cupos en los hospitales públicos, por lo que en Honduras hay un subregistro en los fallecimientos por la COVID-19, dijo este martes Ligia Ramos, presidenta de los médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Ramos, quien también es directiva del Colegio Médico de Honduras (CMH), apuntó que el verdadero dato de los fallecidos por el virus lo tienen las funerarias, no así el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), ya que maneja datos imprecisos.
“Las personas no están llegando a los hospitales, se quedan en sus casas y ahí muchos mueren”, lamentó la galena.
Consultado sobre una eventual intervención en el sistema sanitario, la médica se mostró en contra, porque según ella, estos procesos han sido un fracaso en la actual administración.
“Lo que se tiene que intervenir es el gobierno por el mal manejo de la pandemia”, fustigó.
Criticó que la Secretaría de Salud no tiene un programa de prevención para la COVID-19, que ya cobra la vida de 5 mil 367 personas en 418 días de pandemia.
Señaló que el país gastó 1 mil 200 millones de lempiras en siete hospitales móviles que no funcionan y que no han sido respuesta para la crisis. En su defecto, dijo, ese dinero debió ser invertido en fortalecer los sanatorios del sistema público.
Ramos dijo que la mortalidad de los empleados sanitarios “es altísima” por la falta de insumos y materiales de prevención.
“La estancia de los pacientes en los hospitales es larga y se complican por la falta de medicamentos, problemas emocionales y debido a eso tienen una muerte poco digna por las circunstancias que conlleva la enfermedad”, externó.
Concluyó que lo que ocurre en el sistema sanitario “es una irresponsabilidad total del gobierno”.
JS
