Tegucigalpa – Un poco más de 27 años han pasado desde que la Mara Salvatrucha (MS-13) se afincó en Honduras. Durante todo ese tiempo se les acusa de ser responsables en la comisión de miles de homicidios, valerse de la extorsión y narcomenudeo para engrosar su músculo financiero a través del lavado de activos, e incluso se ha evidenciado su estrecha relación con algunos policías depurados y con uno que otro poderoso.
– En 2012 fueron declarados por EEUU como organización criminal internacional.
– La MS-13 sin ser un cartel de la droga, se financia con el narcomenudeo, extorsiones, tráfico de personas y sicariato.
– La OFAC nombró a la MS-13 un imperio criminal de rápida expansión.
Es señalada como la estructura delictiva mejor organizada del país, sumamente violenta, con una economía criminal orientada hacia las empresas mercantiles. Buscan potenciar pequeñas empresas e incluso se han descubierto inversiones en clínicas médicas, empresas de transporte, tiendas de venta de ropa, autolotes, hoteles, funerarias, salas de belleza y car wash, entre otros.
Certeros golpes contra este grupo criminal demuestran la magnitud de sus operaciones. Se les ha encontrado en zonas residenciales, barrios y colonias, hasta enmontañados en El Merendón.
La operación Avalancha encabezada por el Ministerio Público ha desnudado el músculo de la MS-13 en Honduras. En esas diligencias en las que se le resquebrajaron sus finanzas, fueron notorias las inversiones en un potente autolote y una conocida clínica de San Pedro Sula, asimismo sus ligues con sectores políticos.
asesinado el conocido dirigente de taxis, Rony Figueroa, quien en vida denunció una y otra vez a la MS-13 de encabezar el cobro de extorsión en el punto que él dirigía. “Ya sabemos que me van a matar y son miembros de la MS-13 de la colonia 3 de Mayo”, dijo en declaraciones a varios medios de comunicación. 20 días después fue ejecutado frente a su vivienda en el barrio Buenos Aires. El recién sangriento rescate de un jefe marero, alias “El Porkis”, en un tribunal de justicia progreseño, es otra arista del poderío de la MS-13. Igualmente, hace unos días fue
Génesis y evolución
“Mara” es un vocablo hebreo que significa agua o hierba amarga, mientras “Salvatrucha” es una palabra compuesta que representa Salva (salvadoreño) y Trucha (andar alerta o tener dinero), además se le agrega el 13 porque es la décimo tercera letra del abecedario.
La Mara Salvatrucha (MS-13), es considerada una organización criminal transnacional que surge en Estados Unidos fundada por migrantes salvadoreños. La deportación de importantes cabecillas supuso la instalación de esta estructura delictiva en Centroamérica.
Llega a Honduras aproximadamente en 1993 y uno de sus cabecillas fundadores se instala en la colonia Bella Vista de la capital hondureña, se propaga a otros barrios de la ciudad y posteriormente a todo el país, indica el historial de la organización.
Hace 27 años cuando surgieron en el país, eran vistos como muchachos vagos que no tuvieron la oportunidad de estudiar, pero con el paso de los años se fueron organizando y reagrupando llegando a tener una evolución en sus actividades delictivas.
Inicialmente se organizaron para defender territorios y atacaban a sus rivales mediante golpes, fajas, cuchillos y otros objetos hechizos no muy letales, sin embargo pasaron a la fabricación de armas artesanales conocidas como “chimbas”, que era la unión de dos tubos que disparaban balas de diferentes calibres.
Para 2006, la MS-13 comienza con el cobro de las extorsiones a pequeños negocios, puntos del transporte público y personas particulares. La recaudación de este “tributo” les permite crecer en su membrecía y reorganizar los mandos.
La deportación de importantes cabecillas de la mara desde EEUU, sumada a la migración de otros jefes desde el vecino El Salvador les permitió estructurar una organización criminal potente en la región, con una base de operaciones sólida en Honduras.
La MS-13 fue declarada en 2012 por EEUU como “una organización criminal”, a la altura de otras como: la mafiosa italiana “Camorra”; el cártel mexicano, “Los Zetas”; o la estructura japonesa de crimen organizado, “Los Yakuza”.
La designación por parte de EEUU permitiría golpear el corazón financiero de la MS-13, mediante la incautación de cualquier propiedad o bienes, además de entregar nuevas herramientas a instituciones bancarias para detectar e intervenir lavado de dinero.
La MS-13, sin ser un gran cartel de la droga, se financia con el narcomenudeo, extorsiones, tráfico de personas, sicariato, entre otros ilícitos.
Reclutan policías depurados
Una fuente de la Fiscalía hondureña le confió a Proceso Digital que la MS-13 ha sido fuertemente golpeada con las tres operaciones de Avalancha, e incluso varios de sus cabecillas ya fueron condenados en los tribunales de la República.
Este grupo criminal recurre mucho a la contratación de expolicías, quienes son parte importante para sus operaciones delictivas. Operaciones del Ministerio Público así lo confirman.
La mara busca “material humano” para pulir sus actividades, especialmente en el cobro de extorsiones, sicariato y narcomenudeo.
Afincados mayoritariamente en Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Progreso y Tela, la MS-13 se nutre de al menos 20 mil simpatizantes en todo el país, estimó la fuente del MP.
Pese a la mutación que han sufrido, siguen utilizando ritos satánicos. Operaciones de los cuerpos de seguridad del Estado han desbaratado altares diabólicos y manuscritos como “El Libro Negro”.
“Los cabecillas de este grupo criminal viven en la opulencia, mientras los de las escalas inferiores se desarrollan en medio de la pobreza”, citó el entrevistado de la Fiscalía.
Experto retrata a la MS-13
Un experto en maras y pandillas consultado por Proceso Digital, dijo que “ellos son responsables de muchos delitos en el país, han diversificado sus operaciones hasta convertirse en una estructura criminal transnacional”.
Las reglas para sus integrantes siempre vienen de EEUU, de ahí el término transnacional. “Sus principales cabecillas están en contacto con los miembros de la mara, no importa si se encuentran en Estados Unidos, Guatemala, El Salvador o Honduras, éstos transmiten órdenes a los integrantes de menor jerarquía. Ellos fueron creciendo y evolucionando, miraron que el dinero que recolectaron tenían que limpiarlo mediante el lavado de activos”, explicó el entrevistado.
Refirió que el más claro ejemplo es la Operación Avalancha (I, II y III), ejecutadas entre 2016 y 2017 en Honduras, y que significaron golpes financieros a la MS-13 de al menos 500 millones de dólares.
En esa operación se logró capturar a Alexander Mendoza, alias “El Porkis” o “El Viejo”, quien recientemente -13 de febrero de 2020- fuera rescatado por sus compinches mediante un falso operativo militar en Los Juzgados de El Progreso, Yoro, y que dejó el saldo trágico de cuatro efectivos de seguridad muertos.
“Esa fue una afrenta contra los cuerpos de seguridad del Estado, con el afán de intimidar a la población hondureña. Es aquí donde los cuerpos de inteligencia tienen que direccionar la estrategia y que la ciudadanía se dé cuenta que estamos frente a una organización criminal transnacional”, aseveró.
Mutación de la MS-13
Otro hecho relevante es que muchos de los mandos intermedios de la MS-13 han logrado elevar su perfil académico. “El dinero les ha permitido crecer, la Operación Avalancha mostró su músculo financiero, pero falta mucho trabajo por hacer para llegar a debilitarlos, es fundamental seguir capturando a los cabecillas y llevarlos ante la justicia”, dijo la fuente.
Hace unos años era una de las características de la mara desmembrar los cuerpos hasta en 13 pedazos y esparcirlos por varias zonas; hoy en día lo hacen de manera más sistemática: han creado modalidades de estrangulamiento para dejar menos rastros de sangre y los arrojan en territorios contrarios.
La MS-13 ha ido mutando sus operaciones, por ello -reconoce el entrevistado- es importante cambiar las estrategias de los cuerpos de seguridad para abordarlos. “Se valen mucho de testaferros para lavar el capital obtenido fraudulentamente”, apostilló.
La reforma, al artículo 332 -denominada Ley Antimaras- del Código Penal que sanciona duramente la asociación ilícita, obligó a la MS-13 a mutar sus operaciones.
“Antes fácilmente se distinguía a un marero porque usaban ropas holgadas, tatuajes en su cuerpo y pintaban con grafitis las zonas que controlaban, sin embargo han ido modificando sus conductas y ahora visten bien, se preparan académicamente y suelen vivir en zonas denominadas como residenciales para no despertar sospechas de ningún tipo”, dijo.
El entrevistado no se atrevió a mencionar una cantidad de miembros que componen la población de la MS-13 en Honduras, pero sí se trata de miles.
“Es complicado mencionar una cantidad, recordemos que existe una población flotante que viaja a otros países, van huyendo o viajan a misiones autorizadas por las cabezas de la mara. Igualmente hay muchos que son colaboradores, unos de forma voluntaria y otros de forma involuntaria, aquí podemos también mencionar a los denominados ‘banderas’ que son los que mantienen informada a la mara de todos los movimientos en barrios y colonias que ellos controlan”, explicó.
El que controla la cárcel, controla todo
Uno de los códigos que se manejan en esta estructura criminal es que el que controla la cárcel “lo controla todo”, es decir que aunque los cabecillas pierdan la libertad no pasa lo mismo con su jerarquía.
“Aunque estén recluidos siguen ejerciendo y los que están afuera cumplen sus órdenes porque tarde o temprano llegarán ahí, entonces si se portan bien con los que están dentro van a ser tratados bien cuando lleguen”, orientó.
Los principales cabecillas de la MS-13 guardan prisión, pero desde ahí algunos siguen enviando órdenes para la comisión de diversos delitos.
Otro apunte a destacar es que los pocos líderes más antiguos que logran pasar los 50 años, son beneficiados con una especie de jubilación para que vivan tranquilos el resto de sus días.
“En investigaciones hemos encontrados listas en las que les pagan a sus mismos miembros y para ello se establecen categorías”, puntualizó.