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Mis armas contra el cáncer de mama son mi hija y mi fe en Dios: Oneyda

Tegucigalpa– Con solo 43 años, Oneya Sosa ha iniciado su mayor guerra, luchar contra un cáncer de mama, y para ello cuenta con dos armas poderosas para vencer en esta batalla por su vida: su hija de cinco años y la fe en Dios.

El cáncer de mama se posiciona en primer lugar de casos detectados en este país centroamericano.

El 19 de octubre se conmemoró a nivel mundial el Día del Cáncer de Mama y según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicha enfermedad se cobró la vida de 685 mil mujeres, de los 2.3 millones de casos que se reportan.

En ese sentido, Proceso Digital conversó con Oneyda Sosa una mujer que ha iniciado su lucha contra el cáncer de mama, dijo que el reto es duro, pero no imposible si se tiene a Dios como fortaleza.

Oneyda reside en la colonia María José, a ocho kilómetros de la capital hondureña en la carretera al norte del país, está casada y es madre de tres hijos que comprenden edades entre los 22, 14 y cinco años.

«Como madre sufro por mis hijos, dos de ellos ya están grandes, pero mi pequeña de cinco años me necesita», manifestó.

Hace cinco meses le detectaron cáncer de mama

Relató que en octubre del año pasado ella se detectó una pelotita en su pecho derecho, se hizo un ultrasonido y no reflejó nada y ante las asignaciones diarias y los problemas no le siguió el rastro al problema de salud que se enfrentaría siete meses después.

Sostuvo que a finales de abril ella volvió a palpar sus pechos y sintió que la pelotita que se sintió en octubre del año pasado había crecido y su pezón  se había hundido.

Fue así como volvió a ir donde una doctora a practicarse un ultrasonido que ahora si le mostraba una masa sospechosa, por lo que la galena le recomendó hacerse una biopsia, manifestó.

La preocupación se apoderó de ella y le contó a una amiga que le estaba pasando, fue ella quien le recomendó que fuera a la Fundación Hondureña de Cáncer de Mama (Funhocam), por lo que se apersonó al lugar donde le extendieron una mano.

“Aquí hay ángeles yo vine por ayuda y eso es lo que me han dado, nunca pensé que en esta fundación ayudarán tanto a las mujeres de escasos recursos, me hicieron la biopsia, me practicaron todos los exámenes y en cinco meses ya estoy practicándome las quimioterapias”, expresó.

«Solo quiero salir de esta enfermedad victoriosa», sostuvo.

Dos quimioterapias de ocho

Oneyda comentó que son un total de ocho quimioterapias para después someterse a una operación y extraer las células cancerosas, “es una lucha difícil y dolorosa”, dijo.

Agregó que ya le han practicado dos quimioterapias donde su mayor motor es su hija de cinco años, “por ella es que yo tengo que luchar contra este cáncer, mi hija menor solo tiene cinco años y me necesita, es por eso que le pido a Dios que me de la fuerza necesaria para pasar por esta otra prueba”, argumentó.

Detalló que cuando sale de las quimioterapias a veces quiere que la metan en una bolsa y la entierren, “esto es duro, muy difícil, solo uno sabe lo que está luchando”, manifestó.

“Decidí raparme porque es difícil ver cómo el pelo de uno se cae, es parte de los efectos de la quimioterapia, pero como terapia para uno y no sufrir cada vez que uno se peina o se toca el pelo y ver su cabello en las manos”, detalló.

Sostuvo que le hacen falta seis quimioterapias, “en este momento aunque es difícil me siento fortalecida, con ánimos para seguir adelante, mi vida está en manos de Dios y solo él sabe cómo le pido que me de vida para ver a mi hija menor crecer, ella necesita más de mí, amo a mis otros hijos también pero están un poco más grandes y comprenden por lo que estoy pasando”.

Oneyda es una mujer luchadora que a pesar de los obstáculos que ha pasado en su vida, ella quiere seguir adelante ver crecer a su hija menor y que sus otros hijos tengan una buena vida y con sus estudios lleguen a sostenerse solos en esta sociedad.

Las personas que deseen apoyar a Oneyda pueden depositar en la cuenta de Banpaís número 21-327-008350-7, misma que está a nombre de su hija Neidy Sosa.

Así como Oneyda, muchas mujeres están pasando por este proceso y otras que ni siquiera saben que pueden estar con la enfermedad, es por ello que hizo un llamado a todas las mujeres hacerse su autoexamen, palparse y detectar anomalías en sus pechos.

Mamografías gratis

En FUNHOCAM las mamografías son gratis para las personas de escasos recursos.

FUNHOCAM tiene 14 años de estar al servicio de las mujeres hondureñas de escasos recursos brindando hasta agosto del presente año 48 mil 349 atenciones y 18 mil 261 mamografías gratis para detectar una enfermedad que puede afectar a una de cada ocho hondureñas. 

El objetivo de la fundación es continuar tejiendo conciencia porque no hay un método para prevenir el cáncer de mama.

Oneyda hizo un llamado a todas las mujeres a palparse y detectar alguna anomalía en sus pechos.

Síntomas

Algunos síntomas del cáncer de mama son nódulos o engrosamiento de los senos, alteraciones en el tamaño, forma o aspecto de los mismos, hoyuelos o enrojecimiento, grietas en la piel, cambios de aspecto en los pezones, la areola y secreciones en el pezón.

La prevención y la atención integral que dura los 365 días del año es vital para evitar la pérdida de vidas humanas por esta enfermedad.

Al afectar a la mujer, el cáncer de mama ataca el núcleo de la sociedad hondureña, ya que las mujeres son la columna vertebral de las familias y cientos de miles de ellas también son jefes de hogares, por lo que tienen la responsabilidad de trabajar y llevar el pan a sus vástagos, además de atender a sus padres y abuelos, personas mayores que ya no tienen la fuerza para valerse por sí mismas.

De ahí que prevenir y combatir el cáncer de mama es fomentar hogares fuertes y familias prósperas.

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