Guatemala – La ministra de Comunicaciones de Guatemala, Sherry Ordóñez, aseguró hoy que no dimitirá a pesar de la polémica surgida tras su nombramiento por haber sido contratista del Estado, algo que a su juicio «no es un delito».
«Ser contratista (del Estado) no es un delito, no es un pecado. Yo he sido contratista del Estado», manifestó este martes Ordóñez a preguntas de periodistas tras la controversia surgida después de su designación, el pasado jueves.
El gabinete del nuevo presidente de Guatemala, Jimmy Morales, fue presentado ese día y desde entonces está en duda el nombramiento de la ministra de Comunicaciones, quien según la prensa local fue contratista del Estado entre 2006 y 2014.
A través de la empresa Ingeniería y Servicios Viales (Insevi), Ordóñez Castro habría sido adjudicataria de más de 15 millones de quetzales (1,9 millones de dólares) en contratos individuales.
El pasado viernes, Morales se mostró dispuesto a revertir su nombramiento si este no se ajustaba a la ley.
Sin embargo, Ordóñez asegura que su situación actual no es contraria a la norma, ya que ella dejó de ser contratista del Estado en 2014 y agregó que cuando asumió el cargo de funcionaria, el pasado 14 de enero, ya no tenía ningún tipo de relación comercial con el Estado.
Según el artículo 80 de la Ley de Contrataciones del Estado, «no podrán cotizar, licitar ni celebrar contratos con el Estado derivados de la aplicación de la presente ley» los servidores o trabajadores públicos del Estado o entidades como las municipalidades o empresas públicas estatales o municipales.
