Tegucigalpa – Militarizado amaneció el casco histórico de la capital hondureña, asimismo, se instaló varios anillos de seguridad en los alrededores del aeropuerto internacional Toncontín.
-Los accesos al aeropuerto Toncontín estarán bloqueados por las fuerzas del orden desde las 8:00 de la mañana hasta el mediodía.
La medida preventiva para evitar disturbios durante las movilizaciones programadas para este viernes por el partido Libertad y Refundación (Libre), para conmemorar el décimo aniversario del derrocamiento del expresidente y coordinador general de esa institución política, Manuel Zelaya.
En ese sentido, en el Congreso Nacional se observa un fuerte contingente de militares que están resguardando el edificio del Poder Legislativo, así como en las calles aledañas.
Por su parte, los comerciantes del casco histórico también han tomado medidas preventivas a cualquier acto vandálico y han cubierto puertas y ventanas para evitar que sean destruidas por manifestantes.
Igualmente, los comercios y empresas instaladas a lo largo del bulevar Económica Europea determinaron no laborar este día para evitar daños en la humanidad de sus empleados.
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, aseguró que todos los puntos considerados críticos como Puerto Cortés y los aeropuertos internacionales están fuertemente custodiados para prevenir cualquier acto violento que se pueda presentar.
En ese sentido, en la carretera CA-4 que conduce al occidente del país que conecta con El Salvador y Guatemala, se encuentra esta mañana fuertemente resguardada por miembros del ejército y de la Policía Nacional.
La carretera CA-5 Norte a la altura de Siguatepeque igualmente se encuentra muy custodiada por militares y policías.
Pacheco indicó que si se dan movilizaciones del partido Libre la Policía brindará seguridad a los participantes, así como a las demás personas ajenas a las manifestaciones.
Reiteró que tal como se afirmó anoche en Casa Presidencial, las autoridades militares y policiales tienen la obligación de garantizar el orden y la tranquilidad en el país, siempre respetando los derechos de todos los ciudadanos, incluso la de los manifestantes siempre y cuando no afecten a terceros.