Tokio – Un salto de siete metros justos en la última ronda proclamó campeona olímpica de longitud a la alemana Malaika Mihambo, también campeona mundial, en una final con las cuatro mejores separadas por nueve centímetros.
La estadounidense Brittney Reese, que acariciaba ya su segundo título olímpico a falta de una ronda, terminó segunda con tres centímetros menos que la alemana, y con la misma marca de 6,97 -pero peor segundo- la nigeriana Ese Brume recibió el bronce, mientras que la serbia Ivana Spanovic quedó fuera del podio con 6,91.
En ausencia de la campeona de Río, la estadounidense Tianna Bartoletta, la final olímpica de Tokio quedaba abierta a muchas candidaturas, con la presencia de cinco con marcas superiores a los siete metros este año.
El ránking mundial señalaba como primeras favoritas a Ese Brume, bronce en el último mundial, que encabeza la lista con sus 7,17 del 29 de mayo en Chula Vista (California), y a las estadounidenses Tara Davis (7,14) y Brittney Reese (7,13), campeona olímpica en Londres 2012.
Las otras dos del club de los siete eran la anglo-virgenense Chantel Malone (7,08), que hoy cerró la clasificación con 6,50, y la serbia Ivana Spanovic (7,00), bronce olímpico en Río 2016.
La igualdad era tan estrecha que a la sexta y última ronda se llegó con las cuatro primeras en un margen de seis centímetros. Reese dominaba con 6,97, igual marca que Brume pero con mejor segundo (6,95 frente a 6,88), y a continuación estaban la campeona mundial, Malaika Mihambo (6,95), y Spanovic (6,91).
Cualquiera podía ganar con el último esfuerzo. En orden de intervención, Spanovic, que estaba a sólo seis centímetros del oro, no mejoró y se quedó, por tanto, sin medalla.
Mihambo, en cambio, supo aprovechar su última oportunidad para volar a los 7 metros justos y ponerse en cabeza, a la espera de Brume y Reese, pero ni la nigeriana (6,90 en el último) ni la estadounidense (6,84) mejoraron su registro ganador.
JS