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Mbappé, el «príncipe» de los suburbios parisinos

Bondy (Francia) – Un chaval con la cabeza muy bien amueblada, esforzado y valiente: así definen al francés Kylian Mbappé sus antiguos vecinos de Bondy, localidad de los estigmatizados suburbios parisinos que se movilizará este domingo para alentar a su «príncipe» en la final del Mundial ante Croacia.

Bondy era una ciudad más del departamento de Seine Saint-Denis, uno de los más empobrecidos y marginales en Francia, hasta que uno de sus habitantes se empeñó en sacarla del anonimato.

Si en 2017 el nombre de Mbappé ya había sonado con fuerza por su estratosférico fichaje por el París Saint-Germain -el segundo más caro de la historia-, este 2018 ha supuesto su completa consagración internacional por sus actuaciones en el Mundial de Rusia.

El joven prodigio podrá tocar la gloria el próximo domingo si Francia gana a Croacia en Moscú. Y lo haría con solo 19 años, una precocidad que muchos comparan con la del legendario brasileño Pelé.

¿Pero quién es y de dónde viene Mbappé? La revista del Ayuntamiento de Bondy le califica como su «príncipe» y para la alcaldesa de la localidad, Sylvine Thomassin, es un ejemplo a seguir que tuvo la suerte de contar con dos padre ejemplares.

«Su papá, Wilfried (de origen camerunés), es entrenador de fútbol y su mamá, Faiza (origen argelino), fue jugadora de balonmano profesional. Los conozco desde hace mucho y puedo decir que son unos excelentes pedagogos que han educado muy bien a Kylian», contó a EFE Thomassin.

Por sus orígenes africanos, la actual estrella del PSG y de la selección francesa es un excelente paradigma de los suburbios parisinos, conocidos en francés como «banlieue» y estigmatizados como un lugar de delincuentes y violento.

«La gente de la ‘banlieue’ es magnífica. Se parece a Kylian, a sus valores. Pueden no tener su talento en el fútbol pero quieren tener éxito en sus estudios», aseguró la alcaldesa socialista.

La regidora se esforzó en desmontar los clichés de las afueras parisinas. «En Bondy, tenemos 104.000 habitantes y un 40 % es menor de 30 años. Tenemos una tasa de éxito del 91 % en bachillerato. En nuestro departamento de Seine Saint-Denis, creamos más empresas que en otros sitios, nos implicamos en las asociaciones y nunca se habla de ello», lamentó.

A unos 400 metros de la sede del Ayuntamiento, un gris edificio de inspiración arquitectónica soviética, se levantan los campos del AS Bondy, el primer club de Mbappé.

Este mes de julio están ocupados por chavales de 6 a 12 años, quienes juegan al fútbol debajo de un gigante cartel («Merci Les Bleus, Merci Kylian») ante la atenta mirada de Rabietou N’Daye, una monitora de 18 años.

«Es un orgullo tener a alguien como Kylian. Los chavales le ven como una especie de hermano mayor por el éxito que representa», declaró a EFE la joven, que alterna su labor como monitora con la de estudiante de comercio.

Para N’Daye todavía hay muchos obstáculos que la gente de «banlieue», como ella o el propio Mbappé, tienen que sortear en la vida.

«Algunos nos ven como si fuésemos salvajes. Es una pena, porque proceder de ciudades como Bondy no significa que no podamos tener éxito en la vida», juzgó la joven de origen senegalés y maliense, para quien la carrera de Kylian ha contribuido a desmitificar algunos de los clichés.

A pocos metros de las instalaciones del AS Bondy, figuran dos zonas que también le resultan muy familiares al jugador.

Junto al canal de l’Ourc, figura el hospital Jean-Verdier, con el que Mbappé colabora con Premiers de Cordée -una iniciativa para niños hospitalizados-, y la escuela en la que el delantero estudió entre los seis y diez años.

En ella, dio sus primeras patadas a un balón en un pequeño campo que ha sido totalmente renovado por una conocida multinacional.

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