Tegucigalpa – El reo Luis Antonio Cortés López murió hoy al ser baleado por los guardias de la Penitenciaría Nacional, cuando intentaba fugarse.
Un portavoz de la Policía Nacional dijo a periodistas que Cortés López no atendió los llamados de advertencia que hicieron los guardias, quienes se vieron obligados a disparar.
Informó de que el recluso murió a consecuencia de dos balas que impactaron su cuerpo.
El hecho ocurrió en la llamada «zona muerta» de la principal cárcel de Honduras, localizada en el valle de Támara, unos 30 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
El reo era originario de San Andrés, Lempira, y guardaba prisión desde el 3 de agosto de 2002, acusado de homicidio.