Tegucigalpa – La portavoz del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Issa Alvarado, informó que en lo que va del año, esa dependencia ha practicado 570 autopsias por muertes violentas, de las cuales 200 se han realizado solo en el mes de marzo.
Señaló que marzo ha sido el mes más violento y el que más trabajo ha generado para los médicos forenses, en comparación con enero y febrero. En marzo han ingresado más cadáveres relacionados con accidentes de tránsito, acotó.
Refirió que el fin de semana antepasado, ocurrieron dos accidentes de tránsito en la capital, uno cerca de El Lolo y otra en la carretera a Olancho, donde se registraron cuatro personas fallecidas, cuyos cuerpos ingresan al departamento de Patología Forense como muertes violentas.
Explicó que por eso es que las muertes violentas llevan el primer lugar en la clasificación de muertes en Medicina Forense ya que los médicos solo tienen dos clasificaciones, muertes violentas y muertes naturales.
Aclaró que no todas las muertes violentas son causadas por armas de fuego, pues para los patólogos forenses un deceso por accidente de tránsito es también una muerte violenta, así como los accidentes de trabajo, accidentes en el hogar, ahogamientos o suicidio.
No obstante, las muertes causadas por arma de fuego y objetos cortopunzantes continúan ocupando el primer lugar, mientras que las muertes naturales son aquellas como un desangramiento, un infarto, personas hipertensas, adultos mayores, se hacen los levantamientos porque los familiares quieren saber las causas de la muerte.
Sin embargo, no en todas las muertes naturales se practican autopsias pues algunos ya tienen expedientes clínicos y el médico forense solo extiende una constancia.
Asimismo, se practican autopsias cuando se supone que la muerte fue por casusas naturales, pero el médico forense tiene alguna duda de que pudo ser provocada por ingerir algún medicamento.
Alvarado indicó que en 2014 se redujo el número de muertes violentas en comparación con 2013.
